Cumbre Líderes por la Educación 2023
Inteligencia Artificial y educación: un vistazo al futuro con Andreas Schleicher de la OCDE
La tecnología está transformando las formas de enseñar ¿Qué aprendemos de este nuevo mundo digital? Responde Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la OCDE y asesor especial del secretario general de este organismo en cuestiones de política educativa.
Con la pandemia del covid-19 llegó el confinamiento que obligó a cerrar escuelas, colegios y universidades. Esta situación de emergencia forzó al sector educativo a implementar, de un día para otro, clases virtuales y a trasladar todo lo que antes se hacía en el mundo físico, directo al mundo digital y sin escalas.
Para Schleicher, a través de la historia, la educación se ha beneficiado de la tecnología de cada época pero afirma que no hay garantía de que esto siga siendo así en el futuro. “Uno de los datos más inquietantes que vengo a mostrarles es que en ciudades como Bogotá y Manizales, donde analizamos la creatividad entre los niños de 15 años y entre los de 10 años, pudimos ver que los de 15 años reportaron niveles más bajos de creatividad que los de 10 años. Eso es una locura, la educación siempre mejora el conocimiento y las habilidades de las personas, pero esto demuestra que tal vez no necesariamente sea así”.
La OCDE ha venido monitoreando la evolución de la inteligencia artificial. En 2016 se preguntaron cómo respondería esta tecnología a la Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos (PIAAC), una iniciativa de la OCDE para ayudar a los gobiernos a evaluar, monitorear y analizar el nivel de distribución de las competencias entre la población adulta así como la aplicación de esas competencias en distintos contextos.
Al aplicar la prueba a la IA ese primer año, los resultados mostraron que la tecnología podía resolver una de cada cinco de las tareas más difíciles para los humanos. En 2021 repitieron el ejercicio y en esta ocasión la IA mejoró dramáticamente sus capacidades de discernimiento. Para el 2026 el experto predice que esta tecnología será capaz de resolver cuatro de cinco de las tareas que son más difíciles para los humanos, incluso mejor que una persona de carne y hueso.
Tendencias
La PIAAC muestra si las competencias de los adultos responden a las exigencias de la vida cotidiana y del trabajo. “Nuestra aspiración es conseguir que todos los alumnos, padres, profesores y responsables de la elaboración de políticas entiendan que la mejora de la educación no conoce límites. Y que mejorar el sistema educativo es la clave para alcanzar una sociedad mejor y más justa”, afirma Schleicher.
El matemático, estadístico e investigador alemán es uno de los principales impulsores de las pruebas PISA y teniendo en cuenta los resultados de esa evaluación, propuso poner en marcha una “ciudadanía digital”, en la que los estudiantes estén preparados para distinguir un hecho de otro, que tengan opinión para navegar la ambigüedad y que puedan resolver problemas complejos.
“En países como Singapur, Corea del Sur y partes de China los estudiantes son bastante capaces de hacer esto ahora, pero en la mayoría de los países, y eso incluye a Colombia, aunque los estudiantes tienen la tecnología en sus manos, no lo logran”.
Según el experto de la OCDE, las tareas rutinarias que son fáciles de digitalizar o automatizar, están desapareciendo de nuestros mercados laborales al tiempo que las labores intensivas en tecnología están en aumento. “Si se ponen las dos cosas juntas, podremos vislumbrar el futuro del trabajo, donde las tareas intensivas en tecnología dominarán lo que hacemos y eso nos muestra que nuestros sistemas educativos actuales educan a los jóvenes para nuestro pasado, no para su futuro, necesitaremos cambiar eso”, dijo Schleicher.
Durante la primera charla del segundo día de la 10 Cumbre Líderes por la Educación, el académico resaltó que el mundo se está moviendo increíblemente rápido y los educadores deben acompañar ese movimiento. “El futuro siempre nos sorprende. El peor error que podemos cometer es prepararnos solo para el futuro que creemos que es el más probable que suceda. Debemos estar preparados para las diferentes versiones del futuro, no solo para la que nos guste más”, concluye el experto.