EDUCACIÓN

Los jóvenes del Sena que están demostrando su talento en Abu Dabi

Lucas Peña y Giovanni Sánchez, dos de los 24 competidores, hablan sobre cómo a su edad han llegado a países como China, Brasil y ahora a Emiratos Árabes Unidos con formación de calidad, ganas y talento.

18 de octubre de 2017
| Foto: Cortesía SENA

Con tan solo 21 años, Giovanni Sánchez, un joven de Ibagué, Tolima, ha logrado poner a prueba su destreza en la habilidad de Ingeniería de Diseño Mecánico CAD, compitiendo con los mejores en esta disciplina en China, Rusia y Filipinas. Aunque lo que ha hecho en estos países han sido competencias de fogueo en las que ha quedado de subcampeón, Giovanni, sentado en el lobby de un suntuoso hotel de Bogotá, asegura que su viaje a Abu Dabi es la única oportunidad que tiene para ser el campeón en los WorldSkills Internacionales, una competencia que mide las habilidades técnicas y tecnológicas de 77 países participantes.

En este hotel, al que solo llegan  estrellas y grandes empresarios, también está Lucas Peña, un experto en Diseño y desarrollo Web que a sus cortos 19 años trabaja para empresas nacionales e internacionales que creen en su talento. Para competir en Abu Dabi, Lucas tuvo que poner a prueba su destreza en programación con los mejores de China, Rusia y Filipinas. Con temor enfrentó no sólo la capacidad de sus contrincantes, también sus propias barreras culturales, pues creyó que por ser grandes y por vivir en un país más desarrollado lo iban a derrotar. Sin embargo, este joven manizalita quedó en segundo lugar e igual que Giovanni espera traer de Emiratos Árabes Unidos la medalla de oro.   

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Gracias a aprendices como Giovanni y Lucas, el Sena es la única entidad que representa al país en esta competencia y ocupa la segunda posición a nivel continental en WorldSkills Américas y la número 17 en el mundo en WorldSkills International, dos competencias similares pero con distintos participantes.

Desde el año 2008, el Sena es miembro de esta organización mundial que promueve el desarrollo y la excelencia en las habilidades técnicas y tecnológicas. Se trata de una iniciativa global en la que cooperan industrias, gobiernos e instituciones educativas, con el fin de exaltar los beneficios de la formación técnica en los jóvenes, las empresas y la sociedad en general. Las competencias son tan solo una parte de un proyecto que cada vez suma más países asociados.

“Esta es una oportunidad para mostrarle al mundo y a grandes empresas como DMG Mori, Samsung, Stanley Black & Decker, Autodesk, Festo, Siemenes o Xerox, el talento humano que tenemos en Colombia. El Sena termina siendo un imán de inversión extranjera, porque esas multinacionales se dan cuenta que contamos con personas capaces de operar las últimas tecnologías de la industria”, señaló María Andrea Nieto, directora general de la Entidad. 

Antes de viajar a Abu Dabi, los aprendices fueron seleccionados después de competir en sus Centros de Formación del Sena (117 en todo el país), en sus regiones y luego a nivel nacional. Los 24 mejores son quienes ahora hacen parte de la Selección Colombia y están representando al país en Abu Dabi hasta el 18 de octubre, poniendo a prueba su talento en 19 habilidades. Entre algunas de ellas Colombia se destaca en Mecatrónica, Tecnología de la Moda, Diseño y Desarrollo Web, e Ingeniería de Diseño Mecánico CAD.  

Durante un año de intensos entrenamientos y fogueos internacionales en países como Brasil, China e Italia, el Sena ha logrado elevar el nivel de los competidores y medir sus conocimientos, por lo que ahora están viviendo el mayor reto de sus vidas.

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¿Qué hay detrás del talento Sena?
“Yo era de los cansones del colegio y vea ahora, hago parte de la  selección Colombia en Abu Dabi” así explica Giovanni Sánchez el cambio que tomó su vida cuando ingresó al Sena a formarse en la Tecnología en Diseño de Elementos Mecánicos, un programa en el que aprendió a elaborar, a través de un software, modelos gráficos, planos, además de visualizar, analizar y comunicar la finalidad de un diseño antes de construir un prototipo físico de una máquina, que puede ser un helicóptero de juguete o un carro. 

“Para ganar debo diseñar el prototipo de una máquina para que quien la vea entienda cómo ensamblarla, cómo funciona, hasta el más mínimo detalle cuenta y solo tengo 10 horas para hacerlo”, explica Giovanni. Su calificación depende de qué tan bien mida las piezas para diseñar los planos, qué tan rápido es para medir, qué tan exacto, y también cuenta la creatividad con la que presente los diseños.  

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Pero Giovanni, a medida que explica el reto que tiene por delante, más seguro se siente de ganar. Dice que detrás de esa seguridad está su instructor Alejandro Mora, quien además de ser muy estricto con él, también ha sido un gran apoyo personal. “Yo no puedo tomarme la libertad de ir a entrenar sin conseguir dinero para apoyar a la madre de mi hijo. En un principio estudiaba en la mañana en el Sena y trabajaba en una carpintería en la tarde. Pero cuando empecé a entrenar para WorldSkills no podía trabajar y estudiar al tiempo. En esos momentos duros Alejandro me apoyó mucho. Cuando participé en las competencias nacionales, Alejandro gestionó un apoyo económico del Sena que se le da a algunos aprendices, de esa forma logré apoyar a mi hijo”, cuenta Giovanni sobre las dificultades que ha tenido para cumplir su verdadera meta: ser el próximo diseñador mecánico de la empresa Lego.  

Si para Giovanni el proceso de su formación ha tenido altibajos, para Lucas Peñas su ingreso al Sena fue menos traumático. “Yo nunca quería entrar al Sena. Quería ingresar a la universidad a estudiar Administración de empresas o Lenguas Modernas, pero no pasé ni a la Universidad Nacional ni a la de Caldas. La rectora de mi colegio me estaba ayudando para ingresar a la Universidad Autónoma con una beca, pero la convocatoria aún no empezaba. Mi mamá me dijo que mientras tanto ingresara al Sena. Entré al curso de Diseño y Desarrollo Web y como a la semana me enamoré tanto de la entidad, que incluso dejé tirados los papeles para la beca en la Autónoma”, explica Lucas.

Lucas es ahora una pieza clave para la selección Colombia del Sena, pues todo lo que ha aprendido en su centro de formación en Manizales y sus ganas por seguir aprendiendo desde casa, lo han llevado a competir contra los mejores del mundo. Para continuar ese camino en Abu Dabi deberá diseñar  un videojuego en 5 horas. El jurado tendrá en cuenta la presentación del sitio  (iconos, fuentes, colores)  y el funcionamiento del juego (que los personajes se muevan y actúen frente al enemigo).

Sin embargo, el reto más grande que deben enfrentar cuando regresen a Colombia es la competencia que tienen contra la creencia de ser mano de obra barata por ser técnicos o tecnólogos. Como Giovanni y Lucas, hay cientos de jóvenes del Sena que construyen país aún sin el apoyo de empresarios que le temen al talento joven. “Yo tengo todas las capacidades para enfrentar un cargo que está en las manos de una persona con 20 años de experiencia, pero la estructura empresarial no está planeada para abrirle la puerta a los jóvenes”, dice Giovanni. Un reto que no será fácil de enfrentar sin el cambio de mentalidad de lo que significa el Sena para el país.

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