Los diez beneficios para los niños de leer en voz alta

Leer es una de las acciones más relevantes que se presentan en la cotidianidad, junto a la escritura, en que las personas suelen interpretar textos de diferente tipo. En la educación, la lectura es necesaria y por ello desde las primeras edades se imparte como un hábito para la vida.

El investigador sobre inteligencia emocional Daniel Goleman dice en el libro Triple focus que hoy en día los jóvenes están creciendo en un mundo distinto; por eso, es necesario que las escuelas se dediquen a impartir un método de enseñanza con “enfoque sistémico”.

“Como seres humanos que somos, siempre necesitamos entender los sistemas personales, los de los otros y los más amplios de los que formamos parte”, dice el codirector del Consorcio para la Investigación sobre la Inteligencia Emocional.

Por su parte, hay quienes consideran que las personas leen a partir del rol que desempeñan en el mundo, por eso es necesario que se imparta desde la niñez la lectura, mucho más si es en voz alta.

De acuerdo con el blog del Centro de psicología y Salud Emocional Awem, en España, leer en voz alta tiene beneficios que para algunos son desconocidos y uno de ellos tiene que ver con el poder terapéutico. Para los niños, y en general para toda la población, “la lectura antes de dormir puede calmar las tensiones diarias y devolver la tranquilidad”, consideran los expertos.

Al leer, los niños se adentran a un nuevo mundo que imparte historias y alimenta la imaginación. En vista de ello, la Comunidad Baratz comparte los diez beneficios que tiene la acción de leer en voz alta para los más pequeños:

1. Crea vínculos emocionales: las historias narran algo con lo que los menores se pueden identificar.

2. Estimula la memoria y la mente: el centro Awen indica que la lectura tiene la capacidad de transmitir sentimientos y, a partir de eso, hay un proceso de sinapsis.

3. La lectura permite potenciar la observación, la concentración, la comprensión, la escucha y la atención, según el citado gremio.

4. Fortalece la imaginación: para los expertos en cognición y procesos multimodales de pensamiento, la imaginación puede variar según el estado emocional del pequeño, pero lo cierto es que el cerebro está desarrollando la habilidad de trasformar un contexto que se da a conocer por medio de un texto.

5. Educadores de infancia y adolescencia determinan que la lectura en voz alta expande el conocimiento. Un estudio publicado en la Revista Universitaria de Investigación Sapiens consigna que “la única forma para lograr su aprendizaje es a través de la práctica; es decir, se aprende a leer leyendo”.

6. Favorece el pensamiento crítico y creativo: mientras se lee en voz alta, el portal actosenlaescuela.com detalla que esta práctica genera alegría y otorga un sentido de pertenencia, por lo que el menor empieza a forjar críticas y posturas propias.

7. Comunidad Baratz da a conocer que este modo de leer despierta la curiosidad en los niños por el mundo que los rodea.

8. Incrementa el vocabulario: el citado portal de escuela explica que “junto con las pausas y diferentes entonaciones, los ayudará a mejorar el fraseo y la fluidez del uso del lenguaje”, mientras comprender términos y conceptos más complejos.

9. Potencia el desarrollo comunicativo: leer en voz alta implica comunicar y dar sentido al componente textual, así que los especialistas consideran que para que haya un proceso de asertivo se debe tener en cuenta consejos, como:

• Respetar las pausas del texto.
• Mantener contacto visual con el niño.
• Evitar que el pequeño lea rápidamente.
• Hacer un control de lectura, con actividades escritas después de terminar el texto.

10. La Comunidad Baratz destaca que lo más importante de la lectura en voz alta para niños es que despierta “una actitud positiva hacia los libros y la práctica lectora”.

Antes de terminar, la psicóloga Montse Fernández, del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, dice que al ser la lectura un proceso que contribuye al desarrollo cognitivo, puede ser utilizada como un método para desviar emociones negativas y estimular el proceso de aprendizaje de los niños.