EDUCACIÓN
No paran las marchas estudiantiles por culpa del presupuesto
Ante la falta de recursos financieros, los universitarios de varias instituciones de educación superior han proclamado un paro que podría extenderse a todo el país.
Se está convirtiendo ya en una costumbre que los estudiantes universitarios de instituciones de educación pública salgan a las calles a manifestarse por cuenta de irregularidades o causas sociales. No en vano, el pasado 4 de octubre y también el 12 de este mismo mes, los universitarios se movilizaron con el objetivo de poner la educación en la agenda pública. Como señala un artículo de La Silla Vacía, a pocos meses de las elecciones presidenciales, el tema no es para nada despreciable.
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De hecho, desde comienzos de esta semana comenzó el paro de la Universidad Pedagógica Nacional para exigir más recursos para las universidades públicas. Principalmente, se estima que las manifestaciones de los estudiantes vayan hasta que se apruebe en el Congreso el presupuesto nacional para la educación superior, algo que podría demorarse más de dos semanas.
Los estudiantes de la Pedagógica le exigen al Gobierno un mayor presupuesto para cubrir el déficit de infraestructura y de planta docente que se ubica en un billón de pesos, el aumento del rubro para la educación pública que supere el déficit de los 13 billones y la finalización del programa ‘Ser Pilo Paga’. Por este motivo, estudiantes, docentes y algunos sindicatos de trabajadores decidieron hacer el llamado a paro que permita construir una propuesta en conjunto que logre que la Universidad Pedagógica Nacional supere la crisis que afronta.
Al mismo tiempo, los universitarios proponen que el dinero que ingresa para financiar al Icetex, entidad encargada de administrar el presupuesto para Pilo Paga, entre a cada una de las universidades públicas. Según Amalfi Bocanegra, representante de los estudiantes ante el Consejo Superior de la Universidad Pedagógica la deuda actual que tiene el gobierno con las instituciones es de 13 billones de pesos y con su propuesta, los centros educativos podrían recibir cada una un billón de pesos.
Y es que la crisis financiera de las universidades públicas se ha convertido en un tema de agenda mediática, todo por cuenta de diferentes denuncias como las que han hecho rectores como el de la Universidad Pedagógica, Adolfo León Atehortúa y el de la Universidad del Valle, Edgar Varela. A ellos también se suman expertos en el sector, como el director del instituto Alberto Merani, Julián de Zubiría.
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“Todas las universidades públicas están afrontando problemáticas presupuestales, ahora tienen que vender servicios de extensión o aumentar las matrículas para sobrevivir. En la Universidad Pedagógica no tenemos cómo ampliar la plata docente, tenemos solo el 17% como profesores de planta, el resto están contratados por horas de clase o por meses, situación que no genera garantías para la investigación o para que haya una contratación digna”, afirmó Bocanegra.
Al mismo tiempo, Atehortúa argumenta que las universidades están desfinanciadas desde la Ley 30 de 1992 que cambió la forma de financiar la educación superior. De acuerdo con el directivo, eso ha creado un déficit de más de 13 billones de pesos (casi la mitad del presupuesto nacional asignado a toda la educación para el 2018), y este año el hueco va en 434.874 millones de pesos, tres veces el presupuesto de inversión de la Universidad del Valle.
“Estamos muy preocupados por la desfinanciación de la universidad estatal, porque hemos venido perdiendo nuestras bases presupuestales por disposición del Gobierno. Cada año el presupuesto se indexa con el IPC, pero el costo de las universidades son por encima de este y eso venimos cubriéndolo con recursos propios y la situación se agrava porque el presupuesto se nos redujo en un casi 70% por Pilo Paga. Próximamente no tendremos ni un solo peso”, dijo Atehortúa.
Según De Zubiría, registrado por el portal La Silla Vacía, Ser Pilo Paga ha agravado la situación, pues el Gobierno ha tomado dinero de un impuesto que está destinado para la educación superior para financiar ese programa y el Icetex, lo que termina beneficiando a las universidades privadas.
En una columna referente a este tema que se titula ‘Una movilización en defensa de la educación pública’, De Zubiría escribe: “Es incomprensible que, teniendo universidades oficiales de tan alta calidad, hayamos creado un programa para transferir significativos recursos hacia las principales universidades privadas del país. También lo es que, de los recursos del CREE que se destinaban el 100% a las universidades oficiales hasta el año 2015, para el año 2017, el 66% de estos recursos se esté transfiriendo al Icetex y al programa Ser Pilo. Quien conozca esto puede concluir que, contrario a lo que afirman sus defensores, el programa bandera de la actual administración, claramente, está desfinanciando la educación pública”.
A este panorama se agrega, según el análisis de La Silla Vacía escrito por la periodista Laura Soto, que el Gobierno anunció que "recortaría en un 40% el presupuesto para Ciencia y Tecnología , lo que significa menos recursos para Colciencias y las universidades que se dedican a la investigación, la mayoría de ellas públicas".
Ayer en la noche, una primera manifestación se llevó a cabo a lo largo de la Carrera 11 en la localidad de Chapinero, cerca a las inmediaciones de la Universidad Pedagógica. Se espera que en los días que siguen continuen las marchas y se extiendan por todo el país. Todo indica que las movilizaciones estudiantiles podrían replicar las marchas del 2011, las cuales desafiaron al Gobierno y lograron frenar la reforma a la educación que quería radicar ante el Congreso el presidente Juan Manuel Santos.