ENTREVISTA
"Me preocupa la deserción escolar por la cuarentena": secretaria de Educación
SEMANA Educación habló con la secretaria de Educación de Bogotá, Edna Bonilla, sobre lo que ha pasado y lo que viene con el estudio virtual en casa.
En Colombia, el número de jóvenes que no tienen clases presenciales a causa del coronavirus es de alrededor de 11 millones y según el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE), de la Pontificia Universidad Javeriana, el 96 % de los municipios del país no cuentan con herramientas para poder implementar lecciones virtuales.
Debido a este panorama, la implementación de la educación en casa ha sido todo un reto en las diferentes regiones del país. En el caso de Bogotá, no interrumpir el calendario escolar de más de 780 mil estudiantes de colegios públicos ha sido un reto para la alcaldía, dado que cada joven tiene un contexto completamente diferente, y algunos no tienen acceso a computador o internet.
Además, se debía buscar una estrategia para seguir dando la alimentación escolar, ya que muchos estudiantes y familias cuentan con que recibirán esta comida.
En diálogo con SEMANA Educación, la secretaria de Educación Edna Bonilla dio un balance de la implementación de la educación en casa y de lo que se avecina para los estudiantes de la capital.
SEMANA EDUCACIÓN (S.E.): ¿Por qué en Bogotá decidieron darle continuidad al calendario escolar a diferencia de todo el país que salió a vacaciones?
EDNA BONILLA (E.B.): En Bogotá actuamos muy rápido. Cuando el virus comenzó a llegar, en el país decidimos empezar a prepararnos junto con los maestros para una eventual cancelación de las clases presenciales. Al momento, gracias a la estrategia que adoptamos el 93 por ciento de los estudiantes no ha visto interrumpido su proceso pedagógico. Sin embargo, y a pesar de las estrategias que adoptamos, la calidad se va a ver afectada, pero es una decisión en la que prima la salud pública y se mantiene la jornada pedagógica utilizando los diferentes medios que tenemos, ya sea con el portal y los recursos que dispusimos en internet, franjas en televisión y radio, así como las guías físicas. Decidimos que lo mejor era mantener el calendario académico, aunque eso trajera consigo retos importantes como mantener la alimentación escolar y el hecho de que en las zonas rurales llevar a cabo la estrategia es más complicado.
S.E.: Ya cumplimos más de un mes sin clases presenciales, ¿cuál es el balance de la educación en casa y qué problemáticas han afrontado en materia de conectividad?
E.B.: Con la estrategia "Aprende en casa", que se complemente con radio, televisión e internet, hemos podido llegar a los estudiantes, a pesar de que algunos no tengan acceso a internet. Además, se ha hecho entrega de las guías físicas en los casos que ha sido necesario. Tenemos en este momento un reporte de 305 colegios vinculados a la estrategia. Más o menos el 37 por ciento de los niños no tiene acceso a internet en Bogotá y por eso se complementó con los diferentes canales. Esto no es educación virtual, aunque es un paso que estamos dando en ese camino.
S.E.: ¿Cómo será el calendario escolar en Bogotá por el resto del año?
E.B.: A diferencia de otras regiones, nosotros mantuvimos el mismo calendario escolar; por el momento seguiremos con la estrategia de clases no presenciales hasta el 31 de mayo y se evaluará dependiendo de cómo evolucione la situación.
S.E.: ¿Qué hacer para que esta situación no afecte de manera tan grave la calidad?
E.B.: Por esta situación habrá un impacto en calidad y en evaluación. La evaluación tiene que estar, pero tiene que cambiar y nos tenemos que preparar. Cuando regresemos a clases presenciales no podemos llegar como si aquí no hubiese pasado nada. Durante estas semanas los niños, niñas y jóvenes han hecho un gran esfuerzo por seguir con la jornada escolar. Se han presentado todas las situaciones. Algunos padres dicen que no les han dejado tareas, otros que les dejan en exceso. Tendremos que hacer un balance para que no repitamos contenidos que ya han hecho en casa con el modelo de tutoría. Sin embargo, en estos momentos, más allá de los retos en calidad, mi mayor preocupación es la deserción escolar que pueda generar la cuarentena. Tenemos que enfocarnos en que no nos abandonen los cursos.
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S.E.: ¿Cómo ha sido la entrega de la alimentación escolar? Hace algunos días hubo quejas de aglomeraciones para redimir los bonos…
E.B.: Durante la primera semana de clases no presenciales se entregaron 646.832 complementos alimenticios a 187 mil estudiantes. Con el inicio de la cuarentena, definimos la entrega de bonos por 50 mil pesos para redimir únicamente en alimentos. Inicialmente definimos 93 establecimientos donde podían redimirlos. Cada persona tuvo asignada una hora para acercarse al supermercado. El problema fue que muchos no respetaron ese horario, lo que generó las aglomeraciones que vimos en redes sociales. En estos momentos ya hay 400 establecimientos donde las personas pueden cambiar el bono y la situación se ha normalizado.
S.E.: Es partidaria de que en las excepciones de la cuarentena se incluya una que permita que los niños salgan en algún momento del día, tal y como sucede en algunos países de Europa.
E.B.: La situación para los niños sin duda ha sido difícil. Aquí lo que toca es aceptar lo que las autoridades médicas reconocen y es que los niños también se enferman. Por eso debemos tomar las medidas preventivas necesarias. Cuando los expertos nos digan que los niños pueden ir saliendo, seremos los primeros en facilitarlo.
S.E.: ¿Qué tareas deja al sistema educativo esta pandemia?
E.B.: Tenemos que tener claro que esta situación a futuro va a dejar cosas positivas. La virtualización la veíamos como algo lejano, como algo a lo que en algún momento iba a llegar la educación. Ahora es una realidad. Con ello debemos mirar el rol de maestros, directivos y familias. Yo he insistido en que el colegio aporta entre el 30 y el 35 por ciento en la formación de un niño. El resto depende de las familias, que son a las que tenemos que acompañar el proceso formativo.