EDUCACIÓN

Las mejores series para aprender historia del siglo XX

Semana Educación le recomienda tres series para entender la caída de la nobleza inglesa, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría.

9 de febrero de 2017
| Foto: Foto Cortesía: LG

Downton Abbey

Cuando el tiempo era ocupado en cacerías y en lujosas reuniones los nobles en Inglaterra todavía gozaban de su esplendor: la tierra heredada con los títulos nobiliarios les seguían reservando una vida de privilegios. Pero la llegada del siglo XX representó un oscuro ocaso para las familias aristocráticas. La Primera Guerra Mundial, los impuestos sobre la tierra y la mala administración dejaron en una situación difícil a las más encumbradas familias, que se habían sostenido difícilmente con matrimonios convenientes en los que intercambiaban viejos títulos por nuevos dólares de opulentas norteamericanas. Downton Abbey, producida por Carnival Films y Masterpiece, describe la decadencia de la familia del conde Grantham, que representa, simbólicamente, el fin de una época.

Los diálogos son brillantes, en especial, las agudas intervenciones de Violet, la condesa viuda, que cada vez que habla administra justas dosis de humor, acidez, tradicionalismo y una soberbia encantadora; y no se quedan atrás los comentarios de Lady Mary, la heredera de las tierras, que suelen ser hirientes y rápidos. Los personajes son inolvidables, las historias están bien construidas y las escenografías resultan maravillosas. Los campos, los bosques y la decoración de los palacios es impresionante: cada salón parece más majestuoso que el anterior.

Band of Brothers

Los soviéticos habían detenido al ejército nazi en Stalingrado: el ejército rojo le propinó el más duro golpe que recibieron las fuerzas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. Después de su fracasada invasión de la Unión Soviética, la suerte ya estaba echada. La derrota de Hitler era inminente. Cualquier análisis histórico sobre la guerra sugiere que la capacidad económica de Alemania y su ejército casi que destruido habían determinado la derrota. El avance de las tropas americanas por Normandía y las soviéticas por el oeste vaticinaban un solo fin. Sin embargo, una cosa son las estadísticas, los análisis sobre el tiempo desde un escritorio y otra muy diferente era ser soldado y avanzar contra un ejército disciplinado.

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Había que tomar un pueblo tras otro defendidos ferozmente por nazis con ametralladoras escondidas y francotiradores en las iglesias. Band of Brothers narra la invasión de los soldados de la Compañía Easy del 506 Regimiento de Infantería Paracaidista del ejército de Estados Unidos, describe cómo recorrieron cada kilómetro, el frío del terrible invierno y lo difícil que resultó la victoria. Los diálogos recrean los coloquialismos de los soldados, sin recurrir a los lugares comunes; la reconstrucción histórica es muy buena, basada en entrevista de los veteranos de la división; y aunque parezca sorprendente, la serie de Steven Spielberg y Tom Hanks, es solo sutilmente nacionalista.  

The Americans

Estados Unidos y la Unión Soviética luchaban por el control mundial. El capitalismo y el comunismo estaban en un enfrentamiento no declarado, la Guerra Fría. Formaban Estados satélites, entrenaban guerrillas y paramilitares, hacían préstamos, enviaban recursos y prestaban servicios de cooperación para acabar el comunismo o el imperialismo. Era una conflicto que se peleaba con terceros en Asia, América, África y Europa, porque un enfrentamiento nuclear entre las dos potencias podría devastar al planeta.

Solo los espías soviéticos y americanos pasaban de un lado a otro, sigilosamente. Le enviaban secretos a sus embajadas: desde estados financieros y movilización de tropas, hasta los avances científicos necesarios para construir armas de destrucción masiva. The Americans cuenta la historia en los años ochentas, durante la administración de Ronald Reagan, de dos espías de la KGB que viven desde hace casi dos décadas en Washington D. C. Representan el papel de esposos como fachada, una mentira que incluye hijos que se han criado sin conocer la farsa. Mientras tanto, en la casa de enfrente, vive un agente del FBI de la unidad de contraespionaje.  

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