Música para la paz: esta es la apuesta de la Filarmónica en los colegios de Bogotá

Al ritmo de flautas, clarinetes, violines, trompetas, arpas y tubas, miles de niños y jóvenes de las localidades de Bogotá encontraron en la música un nuevo propósito de vida. Con la creación del Sistema de Orquestas de la Filarmónica de Bogotá, en 2013, colegios públicos del distrito se integraron a uno de los programas de formación músical más ambiciosos del continente. Su director general, David García, asegura que lo logrado es “modelo en América Latina”. Hasta el momento, 250.000 niños y jóvenes han recibido formación musical: arrancaron 2300 estudiantes y este año van 30.000.

¿Cómo ve el Sistema de Orquestas después de una década en marcha?

David García (D. G.): Hace diez años iniciamos la transformación de la Filarmónica de Bogotá: pasamos de una orquesta a un sistema de formación y a una red de orquestas, coros y bandas de viento. Gracias al apoyo de la Alcaldía, nos hemos fortalecido para brindar una formación integral en artes como la música a jóvenes que antes no tenían acceso a este tipo de educación.

¿Cuál ha sido el impacto del programa?

D. G.: De acuerdo con evaluaciones realizadas por las universidades de Los Andes y Javeriana, la educación musical impartida por la Filarmónica ha contribuido significativamente a mejorar las habilidades cognitivas de niños, niñas y adolescentes de Bogotá, desarrollando su coeficiente intelectual, motricidad y sensibilidad social y colectiva.

Tras graduarse del colegio, ¿los jóvenes continúan con su formación musical?

D. G.: Muchos de los que se formaron en el Sistema de Orquestas han escogido la música como una opción de vida y están desarrollando sus estudios en los conservatorios de universidades como la Nacional, la Distrital o la Pedagógica. Podemos decir con orgullo y convicción que nuestro programa de formación es la oferta musical académica de mayor calidad para colegios que existe en Colombia.

En 2022, la Filarmónica rompió el récord del concierto más grande del mundo, con 16.000 niños y jóvenes, ¿piensan repetir otro hito similar?

D. G.: Batimos un récord, pero el propósito mayor era mostrar lo que hemos avanzado en Bogotá en materia de formación musical. Este año estamos felices porque tendremos otro hito: en noviembre, el coro Hijos e Hijas de la Paz, compuesto por hijos de firmantes del Acuerdo de Paz, se presentará en la Asamblea de Naciones Unidas con un mensaje a favor de la paz en Colombia y el mundo.

¿Qué lugar ocupa la paz en todo este esfuerzo?

D. G.: Es una línea fundamental. Nosotros no nos dedicamos a la música: nuestro trabajo es antropológico. Buscamos contribuir, por medio de la música, a que nuestra sociedad transite de una arraigada cultura de guerra y violencia hacia una de sensibilidad por la paz y la reconciliación.

Este contenido fue elaborado con el apoyo de la Filarmónica de Bogotá*

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