Nuevo intento de reforma a la educación: “Estado no tiene la capacidad para el servicio público”, Benjamín Cepeda, de Uninpahu

Antes de dejar el cargo, la saliente Ministra de Educación, Aurora Vergara, aseguró que entregó al Ministerio del Interior cinco proyectos de ley que forman parte del nuevo intento de Ley Estatutaria de Educación. Esto, luego de que el Congreso hundiera la propuesta de reforma al sistema en la legislatura pasada, a falta de un último debate.

Ante este nuevo pulso para que la iniciativa sea discutida y aprobada por el Legislativo, Benjamín Cepeda, director de planeación y gestión de la calidad de la Fundación Universitaria Inpahu (Uninpahu) aseguró que “el Estado no tiene la capacidad” para promover por sí solo el servicio público educativo.

“En tal sentido, es menester denotar que, el Estado no tiene la capacidad para promover el servicio público, por lo cual, las economías solidarias brindan un apoyo esencial para garantizar la formación en los diferentes niveles, centrados en posturas de factibilidad, viabilidad y pertinencia de la oferta académica de las instituciones, lo que implica el fortalecimiento de las ya existentes para fomentar la permanencia y graduación oportuna, bajo el mejoramiento continuo para garantizar la calidad y excelencia de los procesos”, aseguró.

Cepeda destacó que, aunque la propuesta busca reducir trámites burocráticos y expandir la oferta educativa, es esencial abordar de manera integral y estructural los desafíos del sistema educativo colombiano.

“Más allá de pretender que, con mitigar trámites burocráticos que permitan deliberadamente la apertura de instituciones o programas en los diferentes territorios, o intervenir la autonomía universitaria, otorgada bajo mecanismo constitucional; debemos comprender realmente la difícil situación que atraviesa nuestra comunidad en general y, en esta línea, los cambios deben ser estructurales y de fondo, reconociendo los avances en la materia”, agregó.

De igual forma, subrayó la importancia de reconocer la educación como un agente de transformación social y motor de crecimiento económico. Según él, cualquier reforma debe ir más allá de soluciones superficiales y enfocarse en cambios profundos que impacten positivamente en la realidad nacional.

“(...) La necesidad inminente se encuentra avocada en una revisión sistemática e integral de las políticas públicas que permitan impactar positivamente la realidad nacional, enalteciendo la educación como factor de construcción de un tejido social promisorio y brindando condiciones dignas de vida para los colombianos, lo que permitirá, no solamente fomentar el acceso y cobertura de las poblaciones priorizadas y de especial protección constitucional, sino también brindar estrategias de inclusión productiva y reincorporación a la vida civil”, añadió.

Además, resaltó que la formación integral debe promover un pensamiento crítico e innovador, cerrando brechas en un entorno globalizado y fortaleciendo la competitividad empresarial. La colaboración entre la universidad, la empresa y el Estado es fundamental para este propósito.

“Comprender que la formación integral de personas a lo largo de la vida, centra su enfoque en el desarrollo de un pensamiento crítico, propositivo e innovador, que permita diseñar, generar, asumir y transferir el conocimiento para cerrar las brechas en un entorno globalizado y fortalecer la competitividad empresarial, en búsqueda constante de la verdad y establecer paradigmas que permitan la cohesión de los diferentes sectores. Por ende, prevalece la importancia de reconocer la diversidad de las instituciones y la articulación de la triada Universidad-Empresa-Estado, todo esto, bajo el entendido que, la educación no es un estándar de enfoque laboral y/o profesional, sino la construcción del saber que permita desarrollar las competencias de manera progresiva y alcanzar los resultados de aprendizaje propuestos en los programas académicos”, enfatizó.