"Aumentar presupuesto para defensa no tiene mucho sentido": rector U. Pedagógica

SEMANA: ¿Cómo está el ambiente en la Universidad Pedagógica a propósito de la marcha estudiantil?

Leonardo Martínez: Empieza todo este proceso con la asamblea permanente de profesores universitarios, que fue directamente convocada por la mesa de trabajo de representantes de consejos superiores. Se empezó a alertar sobre el tema de los efectos de la reforma tributaria, sobre todo en los temas salariales de los profesores y sobre la crisis de financiación. Luego viene el análisis que hace el Sue frente a la problemática, un diagnóstico que se ha caracterizado muy bien, y constata cómo para 2019 no hay recursos adicionales contemplados en el proyecto de presupuesto.

SEMANA: ¿Y los estudiantes cómo reaccionaron?

L.M.: El ambiente ha sido de reflexión y análisis. Hemos tenido actividades académicas con normalidad en las diferentes facultades y lo que hay son espacios que han creado los profesores y los estudiantes de su análisis del tema presupuestal, de la crisis de financiación y ese es el ambiente. El martes se estuvo preparando lo de la movilización del miércoles. Los estudiantes sí han dicho que entrarán en paro, eso es una decisión de ellos, pero como universidad consideramos que hay que mantenerla abierta con reflexión y análisis. Los paros tienen sus implicaciones en términos académicos y administrativos, mantener profesores catedráticos es complicado en un momento de paro y entonces hay que analizarlas con cuidado.

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SEMANA: ¿Cómo se ha reflejado esa crisis por la falta de presupuesto?

L.M.: En términos de funcionamiento, se ha afectado el pago de nómina de funcionarios administrativos. La crisis nos ha llevado a la desfinanciación, hemos tenido que reducir las semanas de contratación de los profesores ocasionales y catedráticos. Pudimos hacer unos esfuerzos y volver a aumentarlas de 16 a 20 semanas de contratación con los recursos que nos habían llegado y nos habían posibilitado amortiguar la inversión en investigación y funcionamiento. Pero ya no se pudo mantener más. Eso nos afectaría de manera directa. Hablamos en la Pedagógica de un faltante de 2.600 millones para el tema de funcionamiento, no nos llegan estos recursos pero tendríamos que hacer grandes esfuerzos para recortar el tema de contratación para no entrar en el déficit planteado. Y un faltante de 1.300 millones en términos de inversión y 1.900 millones para la vigencia de 2018. Para 2019 estamos proyectando que se requieren mínimo en términos de funcionamiento 4.134 millones.

SEMANA: ¿Y si no llegan estos recursos?

L.M.: Uno, toca reducir semanas de contratación. Dos, reducir la inversión que se le da a bienestar universitario, que eso es muy sensible para la comunidad. Habría que ajustar temas relacionados con la investigación. Es decir, todas las exigencias de calidad que son muy importantes para la acreditación de programas y de la institución. Por lo que se vería afectada notablemente. Lo otro, es que tenemos la ley 1890 que nos declaró patrimonio histórico y cultural, allí se autorizó al ministerio proveer unos recursos para su funcionamiento para conservar este patrimonio que en este caso nos vale 10.421 millones que hemos solicitado al Ministerio de Educación y el Ministerio de Hacienda y no hemos podido avanzar en el tema. En síntesis hablamos de 21.000 millones aproximadamente para 2019, que requeriríamos para el funcionamiento e inversión.

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SEMANA: ¿La investigación y bienestar universitario cómo se han afectado?

L.M.: Nosotros tuvimos, para la convocatoria de 2019 de investigación,  apalancábamos esos recursos con recursos Cree, en términos de apoyar algunos temas de investigación en horas para ello. Dos, las comisiones de estudios doctorales no se pudieron otorgar más a profesores de la universidad porque no tenemos recursos y tenemos limitaciones. En tema de bienestar, por ejemplo, la atención psicológica y de orientación está afectada.

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L.M.: Consideramos que en un proceso de posacuerdo donde hemos superado una parte del conflicto se deberían destinar recursos especialmente para educación, ciencia, tecnología y medioambiente. Por supuesto que esto afecta porque seguir aumentando presupuesto para defensa en un contexto diferente no tiene mucho sentido desde nuestro punto de vista. Entonces sí afecta. Si hubiera una redistribución del presupuesto diferente podríamos pensar en atener lo más esencial que es lo social.

SEMANA: ¿Cómo evoluciona la población estudiantil al pasar por la universidad?

L.M.: La UPN tiene en su mayoría estudiantes de estratos 1, 2 y 3. Al no tener el funcionamiento e inversión estamos imposibilitando la prestación del servicio educativo, de la formación de calidad que requieren estos jóvenes. La universidad ha demostrado que da bastante valor agregado a nuestros estudiantes. Ingresan con resultados muy bajos en las pruebas saber 11 y terminan graduados con resultados muy buenos en las pruebas saber pro, inclusive con resultados por encima de carreras tradicionales como derecho en el promedio nacional, en competencias críticas. Al no apoyar esta universidad la posibilidad de dar valor agregado empieza a disminuir.

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SEMANA: ¿Cuál papel pueden jugar las universidades privadas en esta manifestación?

L.M.: Las universidades privadas también son conscientes de la educación pública superior como un derecho fundamental. Se trata de que existan espacios para la cultura, para el conocimiento, para el arte y el aprendizaje. Y yo creo que esa idea está presente y por eso están apoyando esta movilización social, lo cual yo creo que es importante y pertinente.