Con índices de desempleo cada vez más altos y una honda crisis económica, la pertinencia de los programas académicos profesionales debe ser una prioridad para las universidades.
Con índices de desempleo cada vez más altos y una honda crisis económica, la pertinencia de los programas académicos profesionales debe ser una prioridad para las universidades. | Foto: Getty Images/iStockphoto

OFERTA

Posicionar sectores o carreras que le aporten al país, otro de los retos en educación superior

Con índices de desempleo cada vez más altos y una honda crisis económica, la pertinencia de los programas académicos profesionales debe ser una prioridad para las universidades.

17 de abril de 2021

Una de las recomendaciones más recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) a Colombia, en su informe ‘Going for Growth 2021’, recalca la importancia de enfocar los esfuerzos en el acceso a educación de mejor calidad, principalmente en las zonas rurales. Además, “Los currículos, la capacitación y la inversión en educación vocacional deben ajustarse de acuerdo con las necesidades del mercado; y debería animarse más la participación de los empleadores en estos procesos”.

La pertinencia académica es un debate que contempla una responsabilidad compartida entre las políticas públicas, las instituciones de educación superior y el sector privado, opina Andrea Escobar, directora ejecutiva de la fundación Empresarios por la Educación. “Esto va más allá de decir que se van a formar una cantidad de técnicos o profesionales de un área. Se tiene que mediar con el interés de la generación que está en etapa de entrar a estudiar. Esto parte del proceso en la escuela, en cómo se trabaja con los niños y jóvenes en su proyecto de vida, y eso cómo se conecta con oportunidades reales en el contexto en que están”, explica.

Para Escobar, uno de los grandes retos de los gobiernos es posicionar sectores o carreras que le aporten más al país: “Por ejemplo: ¿cómo impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología en las mujeres y que no sea algo exclusivo de los hombres?”.

Precisamente, el déficit de profesionales en carreras como Ingeniería de Sistemas ha sido discutido. A mediados del año pasado, Robin Barquin, presidente y CEO de Digital Ware, le dijo a SEMANA que el segmento del software requiere mucho talento y que Colombia tiene un déficit de 75.000 ingenieros. “Queremos representar 5 por ciento del PIB del país, y que el Gobierno ponga en marcha estrategias que incentiven mucho más el sector TIC”, concluyó.

El rol de las universidades

Las universidades, por supuesto, ejercen un rol protagónico en la pertinencia de su oferta académica. Según explica Escobar, es responsabilidad de las instituciones evaluar constantemente las necesidades del sector productivo: “No se trata de formar por formar. Un indicador de éxito de una universidad está en la tasa de empleabilidad y de emprendimiento de sus egresados”.

Las instituciones de educación superior siempre han buscado articularse con el sector empresarial a través de programas de investigación, extensión y responsabilidad social, opina Óscar Domínguez, director ejecutivo de Ascún. “Entendemos que la formación universitaria va más allá de la habilitación para una tarea específica en el sector productivo, e involucra elementos para la comprensión de los fenómenos sociales y políticos de la sociedad, superando la formación instrumental por una formación más integral”, afirma.