EDUCACIÓN
Pupitres hechos con Tetra Pak, la apuesta para reciclar en colegios
En todo el país, varios colegios reciben mobiliario escolar hecho de cajas de refrescos Tutti-Frutti y Hit. Los estudiantes de las regiones más apartadas se benefician de programas como este que contribuye a cerrar la brecha educativa.
Llevar la educación a las regiones más remotas del país es uno de los principales retos del posconflicto. En Colombia, la cobertura, los materiales y la calidad educativa que reciben los niños en zonas rurales está muy por debajo de la que existe en las grandes ciudades.
No en vano, en áreas rurales el 20 % de los niños entre los cinco y 16 años no tiene acceso al sistema educativo. A esto se debe sumar que el 76 % de la población del campo entre los 17 y 24 años no fue a la escuela y el 11,5 % de la población rural mayor de 15 años no sabe leer ni escribir, según el Tercer Censo Nacional Agropecuario, realizado en 2015.
Lea: Respuesta de un niño de 7 años provocó tal discusión que hasta la RAE tomó partido
En el área rural dispersa censada, el 9,9 % de los hogares registró condiciones de inasistencia escolar, el 21,8 % rezago escolar y el 4,8 % no tiene acceso a servicios de primera infancia. Adicionalmente, la educación básica primaria es el mayor nivel que alcanza el 52,5 % de las mujeres y el 58,7 % de los hombres jefes de hogar en el campo.
El tema es más complejo cuando se miran a las cabezas de los hogares: sólo el 8,4 % de las mujeres jefes de hogar logró un nivel educativo medio frente al 7,6 % de los hombres. En general, el 23,3 % de hogares en el área rural dispersa censada es analfabeta, mientras que 82,2 % tiene bajos logros educativos.
Esta condición empeora por el hecho de que muchos colegios en estas regiones carecen de las condiciones básicas de infraestructura para alcanzar un proceso óptimo de aprendizaje. En la sede Nuestra Señora de la Victoria de la Institución Educativa Pedro Heredia, por ejemplo, no habían sillas suficientes para cada alumno. “Los estudiantes se sentaban en el piso porque estaban todas partidas”, dice Helda Cantillo, coordinadora de la institución. “Al iniciar las clases, los alumnos llegaban a pelear por un puesto. Todo era bulla y peleas”, cuenta, hasta que recibieron 603 piezas de mobiliario del programa MiPupitre de Postobón.
En 2015, y como parte de su modelo de sostenibilidad Uno más Todos, esta compañía comenzó a elaborar pupitres, sillas, bibliotecas, tableros y mesas, entre otros, hechos con el material de las cajas de Tetra Pak de los refrescos Hit y Tutti Frutti y entregarlos a los colegios que más los necesitan.
Para esto se dispusieron puntos de recolección en colegios, universidades y centros comerciales de Medellín y Bogotá para recolectar las cajas vacías, que se llevan luego a Proplanet, una empresa ubicada en La Estrella, Antioquia, apoyada por Postobón, que desarrolla productos a base de pulpa de papel y fibras recicladas. Allá se separa el plástico, el aluminio y el papel del Tetra Pak; se muele el material y prensa, dando como resultado una tabla dura y resistente, la cual se convierte en el mobiliario de MiPupitre.
Este mobiliario es altamente resistente y soporta la humedad y los cambios de temperatura. Además, puede ser hasta un 30 % más económico que el mobiliario tradicional para escuelas y colegios.
Le sugerimos: Los jóvenes del Sena que están demostrando su talento en Abu Dabi
Para los colegios beneficiados, el cambio es enorme. “Después de estar en una institución donde los niños no tenían donde sentarse, el ambiente mejoró muchísimo, tanto a nivel académico como disciplinario. La experiencia ha sido fenomenal”, cuenta Cantillo.
A la fecha, MiPupitre Postobón ha entregado cerca de 18.000 piezas de mobiliario a cerca de 31.000 estudiantes de nueve departamentos de Colombia. Asimismo, el programa generar impacto ambiental al aumentar los volúmenes de recolección de cajas de Tetra Pak, haciendo cada vez más atractivo este material para el sector reciclador. MiPupitre ha permitido reciclar 758 toneladas de Tetra Pak, equivalentes a 13 millones de cajas convertidas en pupitres.
Otros programas por la educación
Esto ha sido posible, en parte, gracias a la financiación proveniente de otro proyecto de Postobón: Agua Oasis. Gracias a esta marca, la compañía dona parte de la venta de cada botella a programas destinados a la educación. A la fecha, se han entregado cerca de $9.000 millones de pesos, los cuales se han invertido en mejorar la infraestructura y la calidad educativa por medio de la entrega de libros especializados, kits escolares, uniformes, formación a profesores y rectores de instituciones educativas, además de financiación a otros programas como MiPupitre y MiBici Postobón.
Este último consiste en entregar bicicletas diseñadas especialmente para el campo a niños y jóvenes que vivan en promedio a más de tres kilómetros de su colegio. El objetivo es reducir la tercera causa más común de la deserción y la inasistencia escolar rural en el país: las largas distancias que tienen que recorrer los estudiantes para llegar a su escuela.
Puede leer: No paran las marchas estudiantiles por culpa del presupuesto
Gracias a MiBici Postobón se han reducido los tiempos de recorridos en más de un 60 %. Estudiantes que se demoraban dos horas para llegar al colegio, ahora, con la bicicleta, lo hacen en menos de 40 minutos. Además, la inasistencia escolar ha caído en más de un 80% y los ahorros en gastos de transporte diarios reportados por cada niño beneficiario del programa ascienden a $10.000.
“Antes me sentía cansado. Cuando iba acostarme, me dolían las piernas. Ahora, con la bici, no me canso, me levanto relajado y me acuesto feliz”, asegura John Héctor de Arco Miranda, estudiante de grado octavo de la Institución Educativa San Francisco de Asís, del municipio de María La Baja, Bolívar.
Desde su creación a la fecha, MiBici Postobón ha entregado 4.134 bicicletas. El programa cerrará el año 2017 con 5.100 bicicletas distribuidas en ocho departamentos de Colombia.
Para estar enterado sobre las noticias de educación en Colombia y el mundo, síganos en Facebook y en Twitter.