EDUCACIÓN SUPERIOR

¿Cómo entender el emprendimiento social?

Las instituciones de educación superior le está apostando al emprendimiento como elemento transversal para asegurar el éxito de sus programas. Semana Educación entrevistó a Jaime Alberto Rincón, rector de la Corporación Unificada Nacional para saber de qué se trata.

7 de marzo de 2017
| Foto: Dinero

El emprendimiento social es la fusión entre una solución innovadora a un problema de desarrollo social y económico y una estrategia sostenible de impacto. De esta manera, las instituciones de educación superior del país se han dado a la tarea de capacitar a sus estudiantes para convertirlos en personas innovadoras y persistentes, que resuelven los problemas con un énfasis de desarrollo social. Semana Educación estuvo en diálogo con el rector de la Corporación Unificada Nacional (CUN), Jaime Alberto Rincón, para comprender más sobre esta temática. 

Semana Educación (S.E.): Todo el mundo habla de emprendimiento; pero, ¿Qué es el emprendimiento social y para qué sirve?
Jaime Alberto Rincón (J.R.): Es un tema que se viene trabajando hace varios años y está tomando cada vez más relevancia debido a la coyuntura y crisis económica y de valores de la última década. Por esta razón, las personas están viendo el mundo desde la perspectiva social. A raíz de este nuevo modelo de convivencia, las organizaciones y emprendedores se han dado cuenta que tienen una responsabilidad social y se han enfocado en no generar una riqueza fría. Hoy en día, tenemos por ejemplo organizaciones sin ánimo de lucro que nacen con una función social, pero que depende de grandes empresas y aportes. La idea del emprendimiento social es que estas nuevas organizaciones no dependan de las grandes empresas y sean sostenibles para ellas mismas y para la sociedad a la que aportan. 

S.E.: ¿En qué se diferencia el emprendimiento social con el convencional?
J.R.: La diferencia entre un emprendedor tradicional y uno social consiste en que el primero crea una necesidad. Por ejemplo están las empresas de tecnología, que con sus nuevos productos crearon en los consumidores una necesidad y hábitos de consumo que antes no existían. Mientras tanto, el emprendimiento social va más ligado a suplir una necesidad. Se genera así un modelo en donde las grandes compañías empiezan a darse cuenta que con solo facturar gigantescos capitales no es suficiente y se consolidan entonces en clusters que le aportan a las comunidades en donde trabajan para generar un impacto social. 

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S.E.: ¿Por qué es importante implementar esto al modelo de formación de las instituciones de educación superior?
J.R.: En todo el mundo la educación es excluyente. Si usted quiere acceder a una educación de calidad debe tener la capacidad de costearla. Pero las instituciones de educación superior están obligadas a cumplir una función social. Sin embargo, hay instituciones en el país que implementan modelos de sostenibilidad social y tienen el reto de instruir a la base de la pirámide educativa. Hay entonces educación de calidad pero que tiene un costo acorde a los ingresos de las familias. La educación virtual permite desarrollar esto, pues su accesibilidad y alcance son grandes ventajas.

S.E.: ¿Cómo ser innovador y qué necesidades debe suplir el emprendimiento social?
J.R.: El concepto de “innovación” se ha convertido en una moda los últimos años, pero siempre ha existido como herramienta de construcción. La innovación se puede dar no solo desde la tecnología, sino también desde cualquier ámbito organizacional. Lo que hay que hacer en un país como Colombia es brindarle a los jóvenes herramientas que distan del modelo tradicional. 

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S.E.: ¿Qué estrategias y acompañamiento llevan a cabo ustedes con los estudiantes?, ¿Cómo es el modelo de emprendimiento en la CUN? 
J.R.: En la institución hemos desarrollado una dinámica de emprendimiento social. A través de diferentes programas, tenemos incubadoras de proyectos realizados por nuestros estudiantes que comienzan por ser un sueño y logran hacer realidad. Además, lo que hacemos es, a través de donaciones de terceros, conseguimos recursos para los proyectos que se han consolidado dentro de la institución. Estamos hablando de que tenemos más de 2.800 proyectos en desarrollo y ya hay facturando alrededor de 50. El mejor aporte que se le puede hacer al país es la educación, pero más allá de eso hay que darle a lo estudiantes herramientas de emprendimiento para desarrollarse socialmente en la comunidad.

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