EDITORIAL

Las Pruebas Saber evidencian las brechas educativas

El ‘ranking’ de los mejores colegios del país, construido a partir de este examen, demuestra que la profunda inequidad entre las ciudades principales y el resto del territorio sigue creciendo.

Mario Fernando Hurtado
9 de diciembre de 2015
| Foto: Andrés Gómez

El pasado 9 de noviembre, el presidente Juan Manuel Santos y la ministra de Educación Gina Parody presentaron los resultados generales de las Pruebas Saber 11. Ese día anunciaron que el promedio nacional había mejorado a tal punto que los futuros beneficiarios del programa Ser Pilo Paga necesitarían 318 puntos para ingresar y no 310, como el año pasado.

Un mes después, con los puntajes de las Pruebas Saber de todo el año, la conclusión es contraria y preocupante. Las brechas en la educación colombiana son cada vez mayores entre las ciudades principales y el resto; entre departamentos ricos y pobres; entre colegios privados y públicos y entre familias de ingresos altos e ingresos bajos.

Para explicarlo mejor están las cifras: de los 40 mejores colegios la mitad está en Bogotá. En Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y la capital del país se concentran 35 de los mejores. Los siete departamentos más destacados pertenecen a la región andina: Bogotá D.C, Cundinamarca, Boyacá, Santander, Risaralda, Norte de Santander y Quindío con un promedio de 51.

En contraste, los siete con peores resultados son: Vichada, Guaviare, Vaupés, La Guajira, Magdalena, Amazonas y Chocó. Su promedio es de 44,1. Todos son departamentos de ingreso bajo y se localizan en zonas de frontera o padecen profundos problemas de pobreza como Magdalena y Guaviare. Si se compara a Bogotá con Chocó la diferencia es casi de 14 puntos.

Los 90 colegios con puntajes más altos son privados. El mejor público, que se encuentra en Barranquilla, ocupó el puesto 99 con 72 puntos. Solo 17 colegios públicos están entre los 500 primeros, es decir el 3 por ciento. Además, el promedio de las instituciones oficiales no llega a los 45 puntos. Los resultados son más alarmantes si se tiene en cuenta que los mejores colegios por departamentos son todos privados, excepto el de la Universidad de Nariño, que ocupó el primer lugar en el departamento y el 176 a escala nacional.

El panorama debe abrir el debate sobre cómo cerrar brechas en el país. Si los mejores resultados se concentran en ciudades ricas y en colegios privados, el acceso a una educación de calidad para los menos favorecidos será cada vez menor.

Así que Ser Pilo Paga debe ir acompañado de una estrategia que mejore la calidad de la educación pública. Sobre todo la básica secundaria, porque ejercicios como las Pruebas Saber evidencian que el sistema educativo oficial carece de herramientas efectivas para que temas como la enseñanza bilingüe y las habilidades digitales sean efectivas en sus estudiantes.

La Colombia más educada en 2025 requiere de sinergias entre sector público y privado para que realmente se cierren las brechas, y la educación de calidad no sea exclusiva de colegios privados y el círculo vicioso se mantenga. De igual modo que los nuevos mandatarios regionales acuerden alianzas en pro de una mejor educación pública en sus regiones. La corrupción y los gastos superfluos en educación deberían ser sancionados de manera estricta, como lo afirmó el presidente Santos en la Cumbre con los futuros alcaldes y gobernadores. Solo una educación de calidad nos llevará a la verdadera paz.

*Editor jefe de Semana Educación

@hurtadobeltran

Este artículo hace parte de la décimo primera edición de la revista digital SEMANA Educación, que está disponible desde el miércoles 9 de diciembre de 2015. Para descargar la publicación siga estos pasos o comuníquese al número 6468400 Ext:4301 o 4310.