Reapertura de colegios: nuevas exigencias de Fecode tienen en jaque el regreso a clases

En junio pasado, momento en el que la inmensa mayoría de los 9,7 millones de estudiantes de colegio comenzaban su receso escolar de mitad de año, el Ministerio de Educación entregó más de 358.000 vacunas a los profesores, administrativos y directivos de los colegios del país, buscando que una vez terminaran las vacaciones se lograra la reapertura de más colegios, dado que a la fecha apenas 17 % de los alumnos de todo el país han retornado a la presencialidad.

En ese momento, Fecode anunció que tras dos meses en cese de actividades finalizarían el paro, aunque algunos les cuestionaron el hecho de que decidieran volver a clases justo en el momento que iniciaban las vacaciones.

“Muy bien que los maestros anuncien el retorno, pero hay que contarles a los colombianos que ya parte de los niños salieron a sus vacaciones (...). La invitación es a estar listos después de las semanas de receso”, dijo en su momento la ministra de Educación, María Victoria Angulo.

Para ese momento, el Ministerio divulgó la Directiva 5 de 2021, en la cual anunció que “desde julio iniciará la presencialidad plena, y solo en casos excepcionales se establecerá la posibilidad de prestar el servicio educativo en la modalidad de alternancia”. En ese documento el Gobierno advirtió advirtió que aquellos docentes que no asistan a clases presenciales no recibirán salario.

El Ministerio señaló que todo el personal que labora en el sector educativo oficial, “independientemente de situaciones de comorbilidades o edad, debe asistir a las instituciones educativas” y que en caso de no hacerlo “no recibirá el salario por los días no laborados de manera presencial sin justificación alguna, e incurrir en faltas disciplinarias por no cumplir con las finalidades de su cargo y el cumplimiento de sus deberes”.

Sin embargo, a pocos días del regreso a clases de los millones de estudiantes, tal y como le preocupaba a muchos de los expertos que apoyan la presencialidad, el gremio docente ha dejado claro que no está listo para volver a las aulas.

De acuerdo con Fecode, la directiva del Ministerio de Educación contiene varios parámetros que ponen en riesgo la salud y la vida de toda la comunidad educativa. Según ellos, ignora los criterios científicos y de salud, aumenta el aforo en las aulas, disminuye el distanciamiento físico, omite el acondicionamiento estructural de las aulas y, a su vez, obliga a los padres a enviar a sus hijos al colegio al establecer que la alimentación escolar solo será entregada en las instituciones educativas.

Miguel Ángel Pardo Secretarios de Asuntos Pedagógicos, Educativos y Científicos de Fecode, aseguró: “En cuanto a la vacunación, el Ministerio omite que la comunidad científica y de salud, exige que debe ser aplicada y extendida a toda la comunidad educativa, es decir, incluidos los mayores de 12 o mínimo de 16 años”.

“Bajo este contexto, el magisterio colombiano ratifica su disposición de retornar a las clases presenciales, pero con condiciones de bioseguridad para así garantizar la salud y la vida de docentes, directivos docentes, estudiantes y personal administrativos porque estas exigencias no son excusas, ni exageraciones, sino el ejercicio de preservar los derechos fundamentales”, dice un documento publicado por Fecode.

Incluso, la Asociación Distrital de Educadores (ADE) anunció una marcha para rechazar la presencialidad el próximo jueves, hecho que llama la atención dado que en estos escenarios a los gremios docentes no les ha causado igual preocupación un eventual contagio.

Si bien el Gobierno debe seguir avanzando para dotar a los colegios de las condiciones necesarias para reabrir (apenas han ejecutado 43 % de los $ 400.000 millones destinados a mejorar la infraestructura de las instituciones), es momento de dejar de lado intereses políticos y priorizar el derecho a una educación de calidad de niños y adolescentes.

A muchos expertos les preocupa que la mayoría de alumnos permanezca con educación a distancia, dado que ya se documentaron los impactos que esta puede tener en el aprendizaje. Un informe del Banco Mundial asegura que el cierre por más de un año puede provocar que ocho de cada diez estudiantes no estén en capacidad de entender un texto de extensión moderada, y que los alumnos pierdan entre el 50 % y el 75 % del conocimiento adquirido el año anterior.