EDUCACIÓN
¿Y la calidad?: un año de retroceso para los estudiantes en pruebas de educación
Cada vez menos estudiantes se desempeñan bien en las pruebas de Estado. Con las escuelas cerradas por la pandemia, la calidad educativa en el país enfrenta un panorama poco alentador.
Desde hace seis meses, los más de 10 millones de estudiantes de educación básica y media del país no tienen clases presenciales. Solo desde hace un par de semanas una pequeña fracción comenzó a regresar a las aulas con el modelo de alternancia.
Sin embargo, el cierre prolongado de colegios ha generado que muchos expertos en educación alerten sobre una crisis en el aprendizaje y la calidad educativa. Varios informes dan cuenta de que el cierre de colegios tendrá un impacto negativo en el aprendizaje de esta generación de niños, y, por consiguiente, en su desempeño en las pruebas de Estado y exámenes internacionales.
Pero, según varios informes, Colombia atravesaba una crisis de calidad en la educación desde antes de la covid-19. El primer informe del Observatorio de Realidades Educativas, creado por ProPacífico y la Universidad Icesi, analizó los niveles de desempeño de las cinco principales ciudades del país en las pruebas Saber 11 en las áreas de matemáticas, lectura crítica, y ciencias naturales, sociales y ciudadanas.
El resultado general del informe preocupa y ratifica el mal rendimiento de los estudiantes colombianos en las pasadas pruebas Pisa. Solo el 18,2 por ciento logra desarrollar adecuadamente las cuatro competencias de las pruebas Saber 11.
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Los resultados aparecieron tras analizar la totalidad de los exámenes en las cinco principales ciudades: Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga. Esta situación representa un retroceso en el ámbito nacional, ya que en 2016 el porcentaje de estudiantes que lograron desarrollar adecuadamente las cuatro competencias era del 24,9 por ciento, lo que significa una reducción en 6,7 puntos porcentuales.
“Este primer ejercicio permite concluir que uno de los mayores retos del país de cara a la pospandemia, además de la reactivación económica y del empleo, deberá ser, sin duda alguna, la mejoría en la calidad de la educación. El reto será aún mayor si tenemos en cuenta los efectos de la virtualidad y la alternancia que están viviendo la mayoría de niños y jóvenes del país y de la región Pacífico por cuenta de la pandemia”, señaló María Isabel Ulloa, directora ejecutiva de ProPacífico.
A los resultados de este informe se suma el entregado por el Laboratorio de Economía de la Educación, de la Universidad Javeriana, el cual analizó los resultados de los 567.000 estudiantes que presentaron las pruebas Saber 11 en 2019. El puntaje promedio de los alumnos fue de 248, es decir, menos de la mitad de todos los puntos posibles en el examen, que son 500.
Este resultado también representa un retroceso con respecto a 2018 cuando el promedio de respuestas correctas fue de 252. Según Francisco Piedrahíta, rector de la Universidad Icesi, el desafío grande de la sociedad es mejorar la calidad de la educación: “La educación es la herramienta de la sociedad para la equidad, el desarrollo, la movilidad social, la competitividad”. Colegios públicos, el gran reto El informe del Laboratorio de la Javeriana puso sobre la mesa una situación que no es nueva en el país: la brecha entre la educación pública y la privada.
El reporte indica que los estudiantes de colegios oficiales obtuvieron un puntaje promedio de 241 puntos, es decir, 7 puntos por debajo de los resultados nacionales. Por el contrario, los alumnos que asistieron a colegios privados lograron una calificación promedio de 266, lo que quiere decir que tuvieron un desempeño 18 puntos por encima del promedio nacional y 25 puntos sobre los colegios públicos, instituciones en las que estudian más del 75 por ciento de los alumnos del país.
El estudio del Laboratorio de la Javeriana precisa que la brecha entre instituciones públicas y privadas no presentó mayores variaciones entre 2018 y 2019. Esta tendencia se mantiene desde 2005 y, si bien la brecha entre ambos sectores no se ha hecho más amplia, el gran desafío es comenzar a cerrarla tras 15 años en que se ha mantenido estable. No obstante, para Lucía Paz Rueda, decana de la Escuela de Ciencias de la Educación, de la Universidad Icesi, el tema no se puede limitar a los sectores público y privado, ya que, si bien los colegios privados registran mejores resultados que los oficiales, entre estos se evidencia una disparidad entre colegios de estratos altos y medios.
“Tanto colegios oficiales como no oficiales tienen enormes retos en el tema de calidad. Solemos entender lo privado como de alta calidad, pero encontramos que en ellos se ven falencias en los resultados, los cuales también están ligados con la región o el nivel socioeconómico”, señaló Rueda.
La situación da cuenta de que en el país la mayoría de los estudiantes no están saliendo mejor preparados que años anteriores, o al menos así lo demuestran tanto en las pruebas nacionales como internacionales.
El panorama no es alentador. Si ya se registraban serias dificultades con los colegios abiertos, ¿qué sucederá en las próximas pruebas que se realicen cuando los estudiantes han tenido casi todo el año escolar con educación en casa? Las próximas Pisa se realizarán en 2022.
La Ocde aplazó su presentación un año por la pandemia, y Colombia no puede permitirse otro descalabro como el de la edición pasada. Las pruebas Saber 11 son un buen termómetro de qué tan preparados están los estudiantes y los informes no vaticinan nada bueno.