ENTREVISTA
¿Cómo será la Universidad Nacional en el 2025?
Semana Educación entrevistó al rector Ignacio Mantilla quien habló sobre la competencia por los rankings, sobre si Colombia será la más educada en 10 años, la calidad de la educación pública y su futuro y, hasta de la imagen del Ché.
“La Universidad Nacional de Colombia seguirá siendo para el año 2025 la mejor universidad del país”, sentenció Ignacio Mantilla, quien parece como si hubiera pasado toda su vida en la institución. Fue estudiante de pregrado, de magister, luego docente, y ahora es rector. Es decir, ha visto décadas de transformaciones de la institución de educación superior que acoge en sus campus distribuidos por el país a miles de colombianos.
Ante la responsabilidad que cae en sus hombros, Semana Educación fue hasta su despacho para entrevistarlo sobre el presente de la Universidad, su pasado y su futuro, como también para conocer la opinión de Mantilla en temas como Ser Pilo Paga, sobre si Colombia será la más educada en el 2025, entre otros temas. Esto es lo que respondió.
Semana Educación. ¿Para el 2025 cómo cree que será la Universidad Nacional?
Ignacio Mantilla: La Universidad está sufriendo una importante transformación. Los nuevos estudiantes tienen un concepto distinto al que había en los movimientos estudiantiles en los años 60´s y 70´s, son muy críticos pero están documentados y sus manifestaciones son cada vez más creativas y menos agresivas. La universidad va a ser ejemplar en el posconflicto, sobre todo en la tolerancia, en aceptar que hay pensamientos distintos, y que los conflictos no van a desaparecer con firmas de acuerdos pero sí la forma de resolverlos.
Por otro lado, la Universidad Nacional seguirá siendo la primera universidad en este país. Vamos a tener un mayor porcentaje de estudiantes en posgrado , más docentes con formación en doctorado, y más estudiantes extranjeros.
Semana Educación. ¿Hay competencia entre las universidades por los rankings?
I.M. No, no creo que sea una competencia. Es más, la Universidad Nacional no trabaja para figurar en los rankings. Eso lo logramos de manera natural porque jamás hemos contratado una agencia extranjera que haga clasificaciones para buscar asesoría. Nosotros cada vez más entendemos la importancia de la cooperación académica antes que la competencia. Inclusive recibí una carta del rector de la Universidad de los Andes donde extiende una felicitación por el reconocimiento que le dan a la Nacional en uno de estos rankings. Cuando digo que debe ser la primera lo digo porque me parece que el país no puede renunciar a tener ese gran patrimonio que es la universidad del estado en los primeros lugares. Mal haríamos nosotros si lo descuidamos. De hecho, en la educación pública secundaria se abandonó el deber de mantener los colegios públicos en el primer lugar y sería lamentable que sucediera lo mismo con las universidades públicas
Semana Educación. ¿Para 2025 Colombia será el país más educado de América Latina ?
I.M. Son metas muy altas difíciles de lograr. Hay que entender que todos los países, unos más que otros, están apostando por la educación.. En que la educación superior sea la mejor, no lo mencionaría en una forma tan amplia, creo que se va a destacar como la mejor opción para ciertas áreas. Por ejemplo, ya en este momento, Colombia se convierte en un excelente laboratorio para estudiar los problemas de conflicto, de justicia, de reconciliación. Hay áreas como los productos naturales que ofrece por ejemplo la selva Amazónica, donde Colombia puede posicionarse y ser muy atractivo para que en el mundo entero haya investigadores que quieran venir a formarse a Colombia. Si empezamos a trabajar en formas de llevar el desminado sin exponer vidas humanas vamos a hacer desarrollos interesantes que ningún otro país va a hacer por nosotros. La formación en pregrado, por ejemplo, es muy buena y de hecho nuestros estudiantes cuando van al exterior a hacer un posgrado siempre se destacan y en la mayoría de los casos son estudiantes sobresalientes. Es muy raro escuchar un caso de fracaso de un estudiante colombiano en el exterior. Pero no creo que Colombia logre destacarse en todas las áreas para el año 2025 como la mejor.
Semana Educación: ¿Usted cree que el camino que está tomando el gobierno actual en cuanto a políticas dirigidas a la educación pública es acertado?
I.M: La calidad depende en gran medida de los maestros. Y tener buenos maestros significa posicionar la profesión, es decir, atraer a los mejores para que se formen como maestros. Y eso implica darles una muy buena opción de vida, con buenos salarios. Yo creo que ese cambio no se logra en poco tiempo, eso necesita, al menos, unos 20 años. Y a nivel de la educación pública en las universidades o en el nivel superior, me parece que hace falta mayores recursos para poder mejorar la vinculación de profesores mejor formados y el funcionamiento. Las universidades públicas no tienen una buena base profesoral, y eso significa tener personas que puedan investigar pues no van a poder elevar su calidad. Siento que las universidades públicas necesitan un fortalecimiento mucho mayor en su base presupuestal.
Semana Educación. El Gobierno dice que está invirtiendo más en educación que en guerra pero, ¿esa inversión se está viendo en las universidades públicas?
I.M: A las universidades no les ha tocado tanto como se menciona. Hay programas que pueden beneficiar a la educación superior en general, tanto privada como pública, programas como Ser Pilo Paga. Pero me parece que las universidades tenemos opciones de conseguir algunos recursos para inversión, que son temporales o de una sola vez, o auxilios que se consiguen de gobiernos extranjeros, pero me parece que hace falta es darle tranquilidad y estabilidad a las universidades con recursos para el funcionamiento. Las universidades han optado por contratar profesores ocasionales, también pensando que no van a tener la posibilidad de tenerlos en forma permanente, y eso genera de alguna manera unos factores de inestabilidad que afectan notoriamente la calidad de las universidades. Es decir, no es lo mismo tener un profesor contratado en la planta de la universidad con una estabilidad laboral, con estatutos muy claros sobre cómo se determina su salario, cómo es que se puede promover a otra categoría, si es de tiempo completo, o de tiempo parcial a tener una persona que se contrata únicamente por un semestre para que ofrezca un curso. Eso es determinante en la calidad de las universidades y depende exclusivamente de los recursos para funcionamiento. Los concursos docentes son sumamente exigentes, nosotros somos muy celosos que la persona que se vincule a la universidad sea por méritos académicos reconocidos pero no podemos ser irresponsables de ir a contratar al profesor y solo le vamos a garantizar un contrato de un semestre o de un año.
Semana Educación: ¿Los recursos que se invierten en Ser Pilo Paga se deberían estar invirtiendo en las universidades públicas?
I.M. Yo no soy tan fundamentalista en eso. Yo creo que se trata de una beca que no tenía el país al que pueden acceder jóvenes de los estratos más bajos y por supuesto que el programa se puede perfeccionar. Inclusive con el Ministerio de Educación hemos hecho algunas sugerencias que se han tenido en cuenta, y sí claro, uno siempre dice "esos recursos podrían aplicarse mejor si se hacen de esta o de otra manera" pero es muy fácil entrar a criticar cuando ya un programa está. Lo difícil es iniciarlo. Lo que hay que hacer ahora es tratar de tener ese programa con unas modificaciones. Una de las cosas que me parece esencial es que los estratos dos y tres, que son la mayoría de nuestros estudiantes, el 85%, quedan excluidos de una posibilidad como esa porque no son lo suficientemente pobres como para poder tener derecho, pero tampoco tienen los recursos para poder ir a una universidad. Y si no ganan el cupo en una universidad pública, como la Nacional, pues quedan excluidos del sistema.
Lo otro que nosotros hemos corregido es que los beneficiados de ese programa de regiones, es muy difícil que un jóven de Tumaco, por ejemplo, gane la beca de Ser Pilo Paga porque las condiciones que tiene para competir por el cupo es muy pequeña. Entonces nosotros lo que hemos establecido es un programa de admisión especial donde los jóvenes de esas regiones compiten pero entre ellos, y de ahí seleccionamos a los mejores.
Semana Educación. Hay estudiantes que piden que se quite la imagen del Che en la plaza y hay otros que la defienden como un símbolo ¿usted qué opina?.
I.M: Yo creo que la imagen del Ché queda como la imagen de los movimientos estudiantiles de los años 60. Igualmente, hoy en día no se diferencia de la Virgen del Carmen, es un ícono que uno encuentra en las tiendas de souvenir de Amsterdam, o de la Habana o de cualquier lugar del mundo, incluso en Corea. Entonces, ahora, lo que sí vale la pena decir es que hubo un momento en que la plaza Santander que así se llamaba, se empezó a llamar la Plaza Che, además de manera muy injusta porque era la época en la que a todo militar se le veía como un enemigo de los estudiantes en la universidad. Pero si realmente uno se devuelve en la historia, la universidad le debe al general Santander su aparición y su creación y creo que nadie, ningún colombiano como él se preocupó tanto por la educación pública en el país. Por otra parte, el Che nunca estuvo acá, ¡jamás! Incluso hay quienes nos ofenden diciendo que aquí lo que hacemos es incubar o formar guerrilleros, como si nosotros nos fuéramos a decir que otras universidades se dedican a formar corruptos porque son los que tienen las grandes contrataciones.
La imagen del Che es esos símbolos a los que les llegará el momento en el que tal vez se decida eliminarlo, pero creo que en este momento, todavía esa decisión no está madura.
Semana Educación: ¿Usted cree que después del proceso de paz, las protestas y los enfrentamientos con el SMAT, disminuirán?
I.M: De hecho, en el último año no ha habido en la Universidad una sola acción con encapuchados como sucedía antes, que ocupaban las vías, incendiaban algún bus, había pedreas en los alrededores. El 20 de mayo se cumplió un año de que no tuviéramos una solo pedrea en la Universidad Nacional. Y yo sí creo que de alguna manera puede ser consecuencia de los diálogos que se están llevando a cabo y también de la actitud que tienen los estudiantes hoy en día. Ellos son muy críticos pero no violentos, quieren debatir, ser escuchados, se informan de las cifras, cuestionan, pero no están empeñados en iniciar acciones violentas, entonces yo creo que eso va cambiando un poco la forma de actuar.