NACIÓN
Excombatientes de las Farc estudiarán en la Universidad Pedagógica
Así lo confirmó el rector de la institución, al ratificar que los desmovilizados tendrán la oportunidad de estudiar carreras profesionales y capacitarse como docentes.
La paz no solo se construye con política, sino que se hace a través de la educación. Es por eso que, como parte de un plan de las universidades para aportar a la paz del país, la Universidad Pedagógica está contemplando la idea de abrir sus puertas a los comandantes de las Farc para que se puedan capacitar y se conviertan en docentes de la institución. Al mismo tiempo, los demás desmovilizados de este grupo subversivo tendrían la oportunidad de estudiar allí carreras profesionales.
La propuesta de este plan la hizo el rector de la universidad, Adolfo Atehortúa, en diálogo con Caracol Radio. En la entrevista, Atehortúa le confirmó a este medio de comunicación que para que los comandantes de las Farc puedan acceder a estas capacitaciones tendrán que acreditar su formación, inscribirse en la Universidad Pedagógica y pasar las pruebas de admisión que la institución exige para hacer su curso de formación en docencia.
Así mismo, el rector aseguró que si el programa se llega a poner en marcha, no solo los integrantes de las Farc podrán recibir la capacitación que la universidad ofrece, sino también víctimas del conflicto y miembros del ELN.
En la misma entrevista, Atehortúa aseguró que además de esa capacitación, los guerrilleros rasos que deseen cursar una carrera profesional también podrán inscribirse en los distintos programas que ofrece la institución de educación superior. “De acuerdo a la implementación del nuevo texto de La Habana, y cuando haya una desmovilización, garantizamos que podríamos agilizar el proceso de admisión y formación de los excombatientes”, dijo.
Al mismo tiempo, otras instituciones como el Sena también tendrán programas educativos para los excombatientes que dejen las armas para ayudarlos en su proceso de reinserción con educación técnica y tecnológica.
Lo cierto es que esta no es la primera vez que la Universidad Pedagógica se enfrenta a un desafió como este. Ya en los años noventa, cuando el M-19 y otros movimientos armados dejaron las armas, la universidad cumplió un papel clave a la hora de buscar mecanismos para la reinserción, pues muchos ni siquiera sabían leer y escribir.
En ese entonces, gracias a la Pedagógica se implementó un programa de tres fases. La primera estuvo dirigida a los desmovilizados del M-19, EPL, el Movimiento Armado Quintín Lame y el PRT; de estos grupos, 700 personas alcanzaron el título de bachiller. La segunda fase incluyó al núcleo de los excombatientes, alcanzando a formar 3.825 bachilleres. Para culminar con éxito el proceso, varias personas de la comunidad se beneficiaron, entre ellas trabajadoras sexuales, madres comunitarias y desmovilizados. De este grupo se graduaron 1.875 personas.
Este fue uno de los muchos procesos que demostró el papel que una universidad puede desempeñar en la configuración de escenarios de paz. Y lo que quieren las directivas de la Pedagógica en este caso es volver a cumplir ese rol y participar en los procesos que buscan una salida pacífica y práctica al conflicto.