EL CHACAL SE MUERE
Una huelga de hambre parece tener al borde del sepulcro al mayor terrorista de los años 70.
El terrorista más famoso del mundo está a punto de morir luego de nueve días sin comer ni tomar agua. De ser ciertas las versiones de sus abogados, 'El Chacal' está dispuesto a todo con tal de ser sacado de su confinamiento solitario. Porque este castigo, para un hombre que siempre se preció de su conversación y sus maneras mundanas, debe ser peor que la perspectiva de pasar el resto de sus días en la sombra.
Buscado por años por una serie de atentados con bomba, asesinatos y atentados que incluyeron el secuestro de 11 ministros de petróleos de la Opep (la desaparecida organización de países productores de petróleo) en Viena en 1975, Ilich Ramírez Sánchez se convirtió en los años 70 en el símbolo de los movimientos terroristas de izquierda del mundo entero. Corrían los años de la guerra fría y la causa árabe, y en especial la palestina, se identificaba, en sus palabras, con la lucha contra el "imperialismo norteamericano y su hijo espúreo, el sionismo".
Conocido como 'El Chacal', Ilich Ramírez Sánchez se movió en la clandestinidad durante muchos años. Su figura era un misterio sólo equiparable a su paradero, siempre desconocido. Pero de cuando en cuando su nombre era asociado con algún hecho de sangre en el que la 'revolución mundial' estuviera de por medio. Después de muchas andanzas los servicios secretos occidentales confirmaron que se trataba de un venezolano que fue enviado a finales de los años 60 por su padre (un admirador del comunismo que llamó a sus hijos Ilich, Vladimir y Lenin) a estudiar a la Universidad Patricio Lumumba, de Moscú. Aunque fue expulsado en 1970 por mal estudiante y revoltoso, 'El Chacal' no tuvo problema para conseguir más tarde el apoyo de la policía secreta de Alemania Oriental, Hungría y Rumania, países que le dieron refugio cuando, a mediados de los 80, sus actividades en el mundo estaban en su momento más álgido.
Aunque cometió varios atentados en París, en 1974 y 1982, fue el asesinato de dos agentes secretos franceses en 1975 lo que finalmente lo llevó tras las rejas. En el verano de 1994 fue capturado en Sudán, donde vivía bajo protección oficial. Los tiempos habían cambiado y 'El Chacal' se había vuelto incómodo para tirios y troyanos. Ahora espera la muerte que administró con tanta liberalidad.