SECUESTRO
El libro de los gringos
Bajo el título de 'Out of Captivity', Marc Gonsalves, Keith Stansell y Tom Howes cuentan el drama que vivieron durante su secuestro en Colombia. SEMANA reproduce los apartes más controvertidos y curiosos del libro.
Las Farc: jóvenes sin lógica, vestidos para Halloween
"Ninguno de los guerrilleros debía tener más de 20 años de edad. Los más jóvenes eran de unos 14. (...). Su rostro era inexpresivo. (...). Más que soldados, parecían un grupo de jóvenes vestidos para una fiesta de Halloween. (...). Un guerrillero tenía una balaca de Tommy Hilfiger. Qué tiene qué ver un diseñador americano con una guerrilla marxista es algo que no se entiende. Con frecuencia nos referíamos a lo que pasaba como extraño y surrealista": Keith y Tom.
"Después de un tiempo vinimos a entender que las Farc no operaban según la lógica o los valores nuestros. (...). Cuando le preguntamos a 'Sonia' qué había pasado con nuestro piloto Tommy J., contestó con cara inexpresiva: 'Lo maté yo misma'. (...). Un día, 'Sonia' se arrodilló frente a Keith con un platón de agua caliente, le lavó los pies y le dio un masaje. Nos impresionó. Él había caminado 24 horas seguidas con los pies mojados": Marc.
"Las Farc tenían control sobre todos los aspectos de la vida de los guerrilleros, incluso en sus relaciones románticas. Aunque veíamos mucha promiscuidad e intercambios de compañeros -hay que tener en cuenta que la mayoría eran jóvenes de no más de 20 años-, ninguna de sus relaciones podía realizarse oficialmente sin la autorización de sus superiores. Las Farc no estaban interesadas en crecer por medio del nacimiento de niños. A las mujeres les daban anticonceptivos, y si alguna quedaba embarazada debía abortar sin hacer preguntas": Marc.
"Íngrid no nos quería en su campamento"
"Lo que más me sorprendió es que Íngrid pareció darle una orden a 'Martín Sombra' al decirle: 'Póngalos en alguna parte más'. Aun cuando yo no hubiera entendido bien el español, habría detectado esto. Ella nos quería en otra parte del campamento. Su tono era recio, y pude ver una mirada de disgusto en los ojos de 'Sombra'. Él le dijo que éramos personas educadas y que nos íbamos a quedar allí": Marc.
"Debo reconocer que Íngrid tuvo el valor de venir una mañana a decirme que había ido una vez más a donde las Farc para pedirles que nos retiraran de ese lugar. Me molesté mucho porque supe, además, por uno de los guardianes más confiables, que ella le había mandado cartas a 'Sombra' para indicarle que éramos agentes de la CIA, por lo cual nos quería fuera. Junto con Lucho, también hizo llegar una nota explicando que teníamos microchips en la sangre y que las Farc debían tener mucho cuidado": Keith.
"Gloria tenía un diccionario español-inglés y era lo suficientemente amable para prestármelo. Cada día me llevaba el diccionario y me separaba del grupo para leerlo. (...). Todo parecía bien, y nadie tenía problemas con mi pequeña rutina. Entonces, un día, busqué el diccionario y no estaba. Íngrid lo tenía. (...). Lo que me afectó, por supuesto, era que Íngrid dominaba el español y el inglés y realmente no necesitaba el diccionario": Keith.
"El día en que las Farc llegaron para quitarnos los radios (...) yo me volteé y vi cómo Íngrid se metía uno de los pequeños radios transistores en su bota. (...). Todos esperábamos que ella nos pusiera al corriente de lo que escuchaba sobre cómo se desarrollaba todo en Colombia y que nos transmitiera cualquier mensaje de nuestros familiares, pero ella no hizo nada de eso. Su comportamiento fue un shock para todos nosotros. (...). Keith le dijo que, a menos que empezara a compartir la información del radio con el resto, él la iba a delatar": Marc.
La Operación Jaque
"Mientras tanto, el cooperante de las gafas oscuras caminó hacia Mark y hacia mí. Nos dijo en inglés: 'Mi nombre es Daniel, ¿ven esto'. Tomó una credencial laminada que colgaba de su cuello y nos la mostró. 'Esta es mi identificación. Soy australiano'. Antes de que yo pudiera responder, Keith cogió la identificación y la miró. 'Pura mierda. ¿Quién diablos es usted? Usted no es australiano, tiene el maldito acento colombiano. ¿Qué está pasando? Usted no es quien dice.' Daniel estaba muy calmado y nos dijo, nuevamente en inglés: 'Los voy a sacar de aquí. ¿Quieren irse a casa?'": Marc.
"Los rehenes somos nosotros y no ellos", nos dijo el 'Mono Jojoy'
"Le preguntamos a 'Joaquín Gómez' si la idea era matarnos. Nos dijo que quien quería hacerlo era el Ejército colombiano para dañar la reputación de las Farc. Lo que querían las Farc era liberarnos. Iba a ser un gran show. Él quería que fuera un acto internacional, con embajadores y periodistas de todo el mundo": Tom.
"El 'Mono Jojoy' parecía muy ocupado como para hacerse cargo de nosotros. Después de estrecharnos la mano, se volvió hacia 'Joaquín Gómez' y le dijo: 'No son rehenes nuestros; nosotros somos los rehenes de ellos'. Era sólo otra variación de la idea, según la cual ellos eran responsables de mantenernos con vida. Según esa teoría, el Ejército nos quería matar para desacreditar a las Farc. Sabíamos que la verdad era todo lo contrario": Tom.
"William Wood, un embajador que nunca se preocupó por nosotros"
"Al tiempo que el presidente Álvaro Uribe anunció la vinculación de Hugo Chávez, supimos que iba a haber un nuevo embajador estadounidense en Colombia, llamado William Brownfield. Brownfield iba a reemplazar a William Wood, un movimiento que sólo podía ser bueno para nosotros. Durante su período como embajador, Wood sólo parecía hablar sobre drogas y lucha antidrogas. Nunca dijo nada de los secuestrados. Brownfield era distinto. En un discurso al pueblo colombiano, dejó claro que sabía de nosotros tres y que tenía esperanzas en que se encontraría alguna solución": Tom.
"Luis Eladio Pérez e Íngrid: una pareja en todo el sentido de la palabra"
"Orlando estuvo de acuerdo con nosotros en que Clara debería decirle a la gente que ninguno de nosotros era el padre, pero el resto del grupo dijo que era un asunto privado. En algunos aspectos, podía entender que quisieran mantener esta noticia en privado. Si salía a la luz pública, entonces las dos parejas -Íngrid y Lucho (Luis Eladio Pérez), y Gloria (Polanco) y Jorge (Géchem)- quedaban vulnerables. Apenas llegamos sabía que ellos cuatro eran cercanos, pero a medida que pasaban los meses fue obvio que se habían convertido en parejas en todo el sentido de la palabra": Keith.
"A Lucho e Íngrid no les estaba permitido ningún tipo de contacto, y no se necesitaba una gran sensibilidad para darse cuenta de que él estaba muy molesto conmigo por el tiempo que yo pasaba con ella. (...) Éramos adultos que estábamos convirtiéndonos en buenos amigos. Habíamos compartido momentos íntimos y teníamos intereses similares. Una tarde pasé por su tienda a saludar. Íngrid se sorprendió, sus mejillas se tornaron rosadas y su labio inferior tembló. 'Oh, hola, Marc', dijo y sonrió. Podía sentir que estaba nerviosa y me sentí halagado de que una mujer tan poderosa perdiera un poco su equilibrio ante mi presencia": Marc.
"Yo quería reunirlos y anunciárselo a todos: Íngrid y yo nos sentimos atraídos el uno al otro. Disfrutábamos intensamente de nuestra compañía. Eso debía ser obvio, como también era obvio para ellos que en ningún momento expresáramos nuestros sentimientos a través de algún tipo de intimidad física diferente a una caricia o cogida de mano. Estábamos tratando de mantener el equilibrio entre nuestro deseo de no hacer daño y el impulso para hacer lo mejor para nosotros; lo que no sabíamos era si seríamos capaces de mantener ese balance": Marc.