JUSTICIA
"El tatuaje se asocia con la vagancia y la drogadicción", el documento de la Policía que causó polémica
El Secretario General de la institución emitió un análisis sobre el uso del uniforme que asegura que los tatuajes visibles desvirtúan el decoro y la pulcritud. La entidad asegura que el texto no constituye una orden.
Luego de hacer una interpretación de las normas -internas y externas- del uso del uniforme para los policías, el Secretario General de la institución emitió un documento que causó polémica. El texto contesta a un requerimiento del Inspector General acerca de cuáles son los parámetros para el personal uniformado que tiene tatuajes en sus partes visibles de su cuerpo.
El texto fue revelado por La W Radio y rápidamente se convirtió viral en las redes sociales. En él, el Secretario General, el coronel Pablo Antonio Criollo Rey, señala cuál es el fundamento normativo que aplican en la entidad para exigir un porte "impecable y elegante en todo lugar y ocasión" del uniforme so pena de incurrir en faltas disciplinarias.
El coronel sostiene que quienes ingresan a la Policía se someten a reglamentos y órdenes para una adecuada presentación de la misión: "Requieren de mayor exigencia, como quiera que el desarrolo del servicio, al entrar en contacto con el manejo de armas y la permanente cercanía con la comunidad, lo convierte en una actividad peligrosa que solo quienes posean idoneidad correspondiente podrán ejercerla", dice el documento.
El análisis, sin embargo, se convierte en controversial cuando el coronel Criollo señala que la connotación sociocultural del tatuaje “demarca situaciones de delincuencia, ocio y antivalores”. Y cita las palabras de la tesis de doctorado de Sandra Patricia Rueda Fajardo para señalar que cuando a un uniformado se le ven los tatuajes se desvirtúa sin lugar a dudas el decoro y la pulcritud.
"Su práctica rompe con preceptos sociales y en algunas estructuras sociales, como en los barrios marginales, el tatuaje se identifica con la vagancia, drogadicción, libertinaje y desempleo", dice este trabajo académico, que sirvió de base para que el Secretario General estructurara su argumentación.
Rápidamente el documento se convirtió en viral en las redes sociales. Opinadores cuestionaron la postura del funcionario.
Si el policía que incauta la droga tiene tatuajes, no se la den porque seguramente es para metérsela él... https://t.co/jIE1NL9bLt
— Daniel Samper Ospina (@DanielSamperO) September 7, 2018
Uyyy a pesar de que no meto nada y trabajo de sol a sol... mis tres tatuajes me hacen un vago drogadicto
— Ariel Ávila (@ArielAnaliza) September 7, 2018
😂🤣🤣🤣🤣🤣 https://t.co/mt1cEex1Xx
Ya tener prejuicios con las personas es negativo, ¿pero que una misma institución del Estado los tenga? Es el colmo.
— Piedad Córdoba (@piedadcordoba) September 7, 2018
Que la Policía asocie los tatuajes con “drogadicción, vagancia y libertinaje” es retrógrado y vergonzoso.
#SpamDeTatuajes pic.twitter.com/WPFVOHEFGf
A través de un comunicado, la Policía Nacional aseguró que esta comunicación no constituye una orden o una determinación al respecto. Se trata de una interpretación -dice el comunicado- de los parámetros constitucionales, legales y jurisprudenciales aplicables al régimen especial de la Policía Nacional. Y este se limita exclusivamente al ámbito policial y a los factores relacionados con el buen porte del uniforme, por lo que en nada involucra a quienes no integran la Institución.