ELECCIONES 2018
Duque o Vargas: conservadores entre dos aguas
Los casi 2 millones de votos que sacó el Partido Conservador pueden determinar quién pase a la segunda vuelta. Los parlamentarios y las bases están divididos entre estos dos candidatos.
Tras las elecciones del 11 de marzo, el Partido Conservador volvió a quedar en una posición ya conocida y en la que se mueve con soltura. Sin candidato presidencial, los 1.927.320 de votos que obtuvieron en las elecciones parlamentarias los cotizan al punto que podrían convertirse en determinantes para los candidatos que aspiran a pasar a la segunda vuelta de las presidenciales. “La fuerza que decide” es el eslogan del partido, y bien podría reeditarse en la carrera por la Presidencia.
Los conservadores ya completan 20 años consecutivos bajo el paraguas del presidente de turno. Gobernaron con Andrés Pastrana, y fueron socios en los ochos años de mandato de Álvaro Uribe y en los de Juan Manuel Santos. Completarán dos décadas sin presidente en propiedad, circunstancia que en nada les afecta, pues desde 2002 siempre han estado con el gobierno de turno. Su moneda de cambio, los votos.
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Este miércoles fueron citados los parlamentarios, actuales y electos, a una reunión de Directorio Nacional Conservador. Según el presidente de la colectividad, senador Hernán Andrade, se analizarán los resultados y la posible adhesión a una candidatura presidencial.
Sin Alejandro Ordóñez ni Marta Lucía Ramírez en contienda, quienes militaron en el conservatismo, los ‘godos’ ahora deshojan la margarita y esperan acercarse al árbol que mejor sombra cobije.
De momento, son dos los candidatos que ven en los votos conservadores un botín nada despreciable para clasificar a la segunda vuelta. Iván Duque, candidato del expresidente Álvaro Uribe, y Germán Vargas Lleras, a quien los conservadores conocen de sobra, son los principales pretendientes.
Vargas parece llevar la delantera. No solo porque su (hasta ahora) fórmula vicepresidencial, Luis Felipe Henao, empezó el lunes a coquetear con las huestes azules, sino porque el propio candidato ha sostenido reuniones con parlamentarios conservadores desde el año pasado, algunos de los cuales le han prometido respaldo.
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El pasado mes de enero, cuando los conservadores habían descartado tener candidato presidencial, el Directorio Nacional adelantó un sondeo entre parlamentarios para medir cuál sería el candidato presidencial más apetecido. La encuesta interna arrojó un resultado a favor de Germán Vargas Lleras por encima de Marta Lucía Ramírez.
Además, a favor de Vargas Lleras estarían los dos mayores electores del partido. Del cordobés David Barguil, expresidente del partido y quien sacó 139.147 votos para el Senado, se ha dicho que respaldaría la candidatura del exvicepresidente. Y Efraín Cepeda, quien con 117.059 votos quedó en el segundo lugar de la lista conservadora, también ha dicho públicamente que está con Vargas.
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Aunque son dos parlamentarios con influencia entre el resto de la bancada, Marta Lucía Ramírez dice que cuenta con que las bases del conservatismo, las mismas que la montaron en la candidatura de 2014 y que le dieron casi 2 millones de votos, y que en su criterio acompañaron su precandidatura en la consulta del pasado domingo con 1,5 millones de votos.
Ramírez envió una carta al Partido Conservador en la que agradeció por su votación. Acto seguido invitó a que se sumaran a la candidatura de Duque, de la cual es fórmula vicepresidencial.
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Para los conservadores, respaldar la candidatura del uribismo también sería muy atractivo. Primero, la remontada que ha tenido en las encuestas, que recientemente lo ubican en el primer lugar en empate técnico con Gustavo Petro. Segundo, la votación de 4 millones que obtuvo en la consulta y los 2 millones del Centro Democrático, le dan un crédito muy importante para reanudar la campaña. De hecho es el candidato que más congresistas sacó.
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Los conservadores son expertos en apostar a carta ganadora, pues si no cuentan con presidente, por lo menos esperan participar del gobierno. Con el uribismo tienen muchas coincidencias, no en vano fueron el socio de Uribe en sus ocho años de gobierno.
Saben que Duque puede ser una carta segura a la primera vuelta, pero también Vargas, por lo que serán los acuerdos programáticos y, por qué no, los burocráticos, los que determinen para qué lado irán los godos. De momento se mueven entre dos aguas.
