ELECCIONES 2018

Clara López, las vueltas que da la vida

De ser presidenta del Polo, partido de oposición, pasó al gabinete del Gobierno Santos; de candidata por firmas a candidata de la ASI; y de la coalición de izquierda a fórmula vicepresidencial del Partido Liberal.

31 de enero de 2018
| Foto: Fotomontaje SEMANA

Clara López viene siendo protagonista de la política colombiana desde hace por lo menos 30 años. Incluso más. Algunos la conocieron como la secretaria para asuntos económicos de la Casa de Nariño durante el mandato de su tío, el presidente Alfonso López Michelsen (1974-1978), figura de uno de los partidos políticos tradicionales: el Partido Liberal.

Pero prefirió rebelarse a su clase, a su familia. Tras estudiar en Harvard, Clara López escogió el camino de la izquierda. Para sorpresa de muchos. Su primera figuración pública tuvo el aval del Nuevo Liberalismo de Luis Carlos Galán, en el Concejo de Bogotá. De allí pasó a la Unión Patriótica, ese partido que entre finales de los ochenta y comienzos de los noventa pareció adelantar sus sesiones en los cementerios, pues la violencia paramilitar cobró la vida de más de 5.000 de sus militantes. Desde entonces, esta dirigente capitalina ha sido uno de los rostros de la izquierda colombiana.

En el año 2014, Clara López se postuló por primera vez a la presidencia de la república. Había sido alcaldesa de Bogotá y llevaba varios años siendo la presidenta del Polo Democrático, el partido de izquierda que más votos ha sacado en una elección nacional, la del 2006, con los 2,6 millones de votos que sacó Carlos Gaviria, pero que fueron insuficientes para evitar la reelección de Álvaro Uribe Vélez, quien obtuvo 7,3 millones de votos.  

Clara López se acercó a esa histórica marca -la de Gaviria-, y en la primera vuelta de 2014 sacó 1,9 millones de votos. No pasó a la segunda vuelta, pero las urnas le dieron una inyección de oxígeno a su carrera política. Lo que pocos pensarían es que también sería el inicio de tres años de piruetas, de movimientos inesperados, hasta encontrar el lugar más cómodo para jugar en las elecciones de 2018.

Apenas un par de semanas después, Clara López tomó una decisión que la marcaría. El respaldo al proceso de paz la llevó a apoyar la reelección de Juan Manuel Santos, aún cuando su partido -el Polo Democrático- era el único que se había declarado en oposición a su Gobierno.

"Voy a votar por la paz de Colombia en cabeza del presidente Juan Manuel Santos", anunció en junio de 2014 para justificar esta decisión. Y, para no dejar dudas, agregó que "el voto en estas elecciones es para seguir avanzando y por eso me permito invitar a las colombianas y colombianos que nos han acompañado a que me acompañen en esta determinación". 

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Clara justificó aquella adhesión en la necesidad de defender las banderas de la paz y que compartió con otros copartidarios, como Carlos Gaviria, pero también implicó que un sector radical, liderado por el senador del Moir Jorge Robledo, la censurara por gobiernista.

Las aguas se calmaron con los meses y Clara López fue candidata a la Alcaldía de Bogotá en representación del Polo, que había hecho coalición con la Unión Patriótica y el Mais. Otra vez quedó en tercer lugar. Sin embargo, volvería a caer hacia arriba.

Santos la nombró ministra de Trabajo y Clara aceptó, a pesar de que aún ostentaba la presidencia del Polo Democrático. Que la jefe de uno de los partidos de oposición ingresara al gabinete, precipitó el final de su historia en la colectividad al que más tiempo le había dedicado. Doce años. Aunque dio batalla.

La presencia de Clara López en el Gobierno fue capitalizada por el senador Jorge Robledo, quien activó los mecanismos consagrados en los estatutos del Polo para obtener la candidatura presidencial del partido. Clara, que renunció al Gobierno en mayo de 2017 para no inhabilitarse de cara al actual debate electoral, había sido inscrita por numerosos militantes del Polo para disputar la candidatura presidencial. No se lo permitieron y renunció al partido.

De querer ser la candidata del Polo, Clara se fue a la calle a buscar firmas para inscribirse. Quedó a medio camino y buscó el aval de la Alianza Social Independiente -ASI-, otro movimiento de izquierda, y allí sí se lo concedieron.

En contexto: Clara López, la primera aspirante por firmas que cuenta con aval de partido político

Su grupo significativo de ciudadanos Todos Somos Colombia no pudo ser registrado, pues ese mismo nombre ya había sido utilizado por otro movimiento, el del cuestionado excongresista Yahir Acuña, a quien le encontraron cerca de 500 millones de pesos en efectivo un día antes de las elecciones de 2015. No pudo ni siquiera inscribir sus propios candidatos al Senado, y no tuvo otro camino que el de la coalición.

Diciembre y enero fueron los meses más vertiginosos para Clara en la presente campaña. No solo pasó de aspirante por firmas a candidata de un partido. De tener listas propias a Senado, se vio obligada a incluirlas en la llamada lista de la decencia, con los candidatos de Gustavo Petro. Era la única alternativa.

"Es una alianza para la elección de una fuerte bancada en el Congreso de la República, que hemos denominado la lista de la decencia, y de verdad estoy muy contenta por las figuras que han aceptado incorporarse a esa lista", explicó López luego de que se unieran.

Y a la hora de las coaliciones presidenciales, Clara se tomó una foto junto a Carlos Caicedo y Petro, y sellaron un acuerdo para participar en una consulta para definir candidatura única. La exalcaldesa de Bogotá esperaba que allí aterrizara Humberto de la Calle, candidato del Partido Liberal y ex jefe negociador, para formar un equipo que defendiera la implementación de los acuerdos de paz con las Farc.

De la Calle consideró inconveniente participar en esa consulta y, tras la negativa, Clara decidió marginarse de la misma. Caicedo y Petro siguieron adelante, López empezó a acercarse a la candidatura del Partido Liberal. Este martes fue anunciada como la fórmula vicepresidencial del ex jefe negociador.

"Nos hemos dado la mano con Humberto de la Calle para ser su fórmula vicepresidencial. Aquí está la alternativa del cambio, de construcción de paz y reconciliación, fundamentada en el pago de la deuda social", dijo López tras justificar este nuevo paso.

Renunció al Polo para entrar al Gobierno Santos; se lanzó por firmas pero luego buscó el aval de la ASI; se unió con Petro y Caicedo, pero luego los abandonó para irse con De la Calle y el Partido Liberal, el mismo de su tío Alfonso López Michelsen, con quien inició su carrera en la vida política. Todo en menos de dos años.

Todo parece que desde el mismo momento en que Clara obtuvo la segunda votación histórica de la izquierda colombiana, su camino empezó a llenarse de obstáculos. Al parecer, Clara López no la tuvo tan clara, y hoy es una de las aspirantes que decidió dar un paso al costado, y adherirse a la candidatura de uno de los partidos más tradicionales del país, contra el que tantas veces compitió.