El emprendedor mexicano de éxito en Colombia y que transforma empresas

Hacia 2009 quiso dar un giro a su vida que incluía no solo alejarse del agite de la alta gerencia en las grandes corporaciones -lo que exigía mucho tiempo y dedicación-, buscando nuevos rumbos en el mundo de la consultoría, sino también conformar su propia familia: conoció a una colombiana y las circunstancias lo trajeron al país.

Aquí fundó una compañía a partir de una idea que le había quedado con una experiencia en una aceleradora que llevaba nuevos emprendimientos tecnológicos de México a Estados Unidos.

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Se trata de Alsis, una empresa de desarrollo de negocios basados en tecnologías emergentes para clientes corporativos, explica Hernández. Su trabajo ya ha sido aplicado en grandes grupos empresariales como Haceb, Familia y Corona y acaban de hacer otro proyecto para el Puerto de Cartagena.

El aporte de Alsis es realizar un diagnóstico sobre los procesos de innovación y transformación tecnológica y buscar un socio ideal que tenga la experticia para apalancar los procesos en grandes compañías. Por ejemplo, si una compañía necesita incorporar nuevas tecnologías a sus procesos, Alsis hace el diagnóstico tanto de cuál sería la adecuada, como de los costos y con cuál socio que ya haya hecho desarrollos podría darse. Eso mismo se puede hacer en el caso de que una firma necesite transformar su ‘core‘ de negocios o ampliarlo.

Este ingeniero de telecomunicaciones se decidió por Colombia cuando se casó con una ejecutiva paisa con quien se radicó en Medellín. En ese momento, hace exactamente una década, se estaba generando la inquietud en muchos grupos sobre cómo desarrollar procesos de innovación al interior de las compañías. Entonces fue cuando aparecieron sus primeros clientes.

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“Mi esencia son los corporativos: conozco su cultura, la dinámica de inversión, cómo piensan, lo que les duele”, dice Hernández, que acaba de presentar su nuevo proyecto con el Puerto de Cartagena, en un proceso en el que le ganó a 18 empresas de consultoría que presentaron propuestas. La meta es buscar nuevas oportunidades y desarrollar negocios que no pertenezcan al core business de la compañía, con elemento tecnológico y de innovación.

Ese es uno de los desafíos para las firmas consolidadas no solo en Colombia sino en toda la región: cómo seguir creciendo cuando se está llegando al límite. En muchos casos, una nueva inversión no da los rendimientos adecuados, aun cuando se trate de traer la más alta tecnología. Por eso es necesario resolver el problema antes de tomar una decisión que represente la pérdida de varios millones de dólares.

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La experiencia le ha permitido descubrir hasta dónde debe llegar la especialización de una firma de consultoría. “Se necesita conocer la esencia del negocio y su impacto para los clientes y la empresa. Pero no es necesario llegar hasta un conocimiento detallado, porque para eso resulta más práctica una red de ‘scouting’ que permita traer las mejores tecnologías de donde se encuentren”, comentó.

Ha tenido éxito en esa tarea no solo en Estados Unidos y Latinoamérica, sino también en Israel y hasta Lituania. Gracias a ese enfoque, por ejemplo ha podido incursionar en el negocio de la biotecnología, en el que no había tenido presencia en su vida.

Hernández dice que está comprometido con el proceso de crecimiento de su compañía que nació en Medellín, pero que ya tiene oficina en México.