EMPRENDIMIENTO

Una niña de 8 años emprendió para ayudar a su familia y ahora su negocio es un éxito

Luciana Rovira es de Costa Rica y a los ocho años creó su emprendimiento Chunciticos Luci con el que espera llegar en un futuro a ser una gran empresaria.

4 de octubre de 2019
Luci sueña con que su negocio tenga presencia a nivel mundial. | Foto: Cortesía

Luciana Rovira Chávez es una empresaria de tan solo once años. Es de Costa Rica, le gusta jugar con barbies, leer libros, ver películas y estudiar. Dice que su literatura favorita es la de misterio, pues le ha ayudado a buscar inspiración para innovar con su emprendimiento de chocolates y pasteles, Chunchiticos Luci, así como para desarrollar nuevas habilidades como la investigación.

Sus jornadas en muchas ocasiones inician a las cuatro de la mañana y a pesar de su corta edad ha logrado desarrollar una habilidad impresionante para entender el ecosistema de los negocios, cómo satisfacer al cliente y cómo el trabajo en equipo es fundamental para caminar hacia el éxito. 

Luci, como le dicen sus amigos y familiares, estuvo en Colombia en la Cumbre Internacional de Emprendimiento Infantil y Juvenil (CIE) que se realizó en el municipio de Chía (Cundinamarca). Dinero habló con ella, y durante la conversación dejó claro que su mayor sueño es convertirse en una gran empresaria.

¿Cuándo decidiste emprender?

Todo empezó por una necesidad familiar. En un momento no teníamos suficiente dinero y yo veía que mis compañeras estaban vendiendo pulseras, collares, y me pregunté ¿por qué no vendo algo yo? Ese día camino a la escuela le comenté a mi mamá que quería tener un negocio y ella sin dudarlo me apoyó. 

¿Y cuál era la idea que tenías en ese momento de negocio? 

Yo no había pensado mucho en eso, por lo que le dije a mi mamá que le preguntara a sus contactos en Facebook qué podía vender y nos llegaron un montón de ideas, pero la que más me gustó fue vender productos de chocolate porque claro podía hacer para vender y de paso disfrutar de algunos de ellos. 

Pero yo no sabía fabricarlos, así que un día, mi mamá tuvo que ir a atender un paciente y me llevó con ella. Allí la nuera del paciente me enseñó a hacer los chocolates y el pago que recibió mi mamá ese día lo invirtió en mí para que el negocio se hiciera una realidad. 

¿Qué productos manejas y cómo lograste conquistar a los primeros clientes?

Mi emprendimiento fue creciendo cada vez más. En un inicio vendía solo chocolates, ahora también vendo pasteles, fresas con chocolate, y otros. 

Para conseguir a mis clientes lo primero que pensé fue en las redes sociales, pues allí la gente podía buscar y encontrarme si necesitaban nuevas opciones de detalles, saber más de mi emprendimiento y de quién soy yo. 

También los amigos de mi mami me apoyaron mucho. El primer pedido fue de 10 paletas de chocolate, luego fueron 20, después 30 y cuando menos pensé dije debo seguir vendiendo, así que compré más moldes, más herramientas y materiales que me ayudarán a darle un toque especial y de ingenio a Chunchiticos. 

¿Cómo ha crecido tu negocio? 

En un inicio solo vendía 25 dólares mensuales y vendo aproximadamente 500 dólares. Cada vez vamos creciendo más. Creo que lo que me ha ayudado a esto es que busco la manera de innovar, de hacer las cosas bien y de complacer a mis clientes, pues cada vez es un reto cumplir con lo que ellos piden y darles un producto de calidad. 

¿Trabajas tú sola o ya tienes empleados?

Cuento con personas que me ayudan con el tema logístico, pues hacemos entregas con moto y en carro dependiendo de los delicado que sea el encargo. Son personas que contraté. También cuando hay temporadas altas, como en fechas especiales, cuento con cinco personas que me ayudan a tener los pedidos a tiempo. Algunos de ellos son niños, pero cuando son cosas de más profesionalismo si pido ayuda de adultos y de mi familia. 

¿Cómo esperas ver tu empresa en un futuro?

Ahora estoy trabajando en un portal web en el que las personas podrán comprar en línea mis productos. Pero en un futuro, sueño con tener mi propia tienda física, llevarlas a varias partes del país y del mundo para que la gente se sienta en un ambiente tico de corazón, que aprendan sus dichos, sus comidas, para que la gente sepa cómo es Costa Rica. 

Iniciaste Chunchiticos a los ocho años, ahora tienes once y hablas como toda una empresaria. Desde tu experiencia, ¿por qué un niño debe arriesgarse desde pequeño a crear una empresa? 

Primero que todo porque puede cambiar su futuro. Nosotros no sabemos si el día de mañana nuestros papás van a perder su empleo o van a tener alguna situación que sea mala. Si el niño ya de hace tiempo tiene su negocio y puede ayudar a que su familia se sostenga en estos tiempos difíciles, sin caer en trabajo forzado, debe ser apoyado.

También creo que eso nos ayuda a volvernos autosuficientes, podemos comprar nuestras propias cosas con esfuerzo y dedicación. Y por último, los niños emprendedores podemos ayudar a los demás inspirando a otros a hacer lo mismo. 

¿Qué crees debe saber un niño para crear su negocio? 

No tener vergûenza. Los niños a veces decimos no qué pena hablarle a los adultos y me parece que si lo que hacemos es muy bueno porque nos ayuda a salir de nuestra zona de confort y también porque podemos aprender más sobre este mundo, hay que decirlo. Además que eso en un futuro nos ayuda a tener las bases de lo que queremos hacer. Por ejemplo, si nosotros iniciamos vendiendo y en unos años queremos trabajar en áreas como mercadeo, ya tendremos algunas conocimientos y experiencias. 

También creo que los niños empresarios deben tener mucha confianza y no dejarse desanimar por comentarios negativos sobre sus negocios e ideas. Muchos se desaniman y terminan dejando sus planes porque alguien les dijo algo malo, y eso no se puede hacer y más si están emprendimiento. El emprendimiento es algo muy lindo, algo puede diferenciar al mundo y que no se puede perder. 

Recibiste apoyo de tú mamá desde el inicio y eso te ayudó a llegar donde estás. ¿Qué mensaje le das a los papás de esos niños que tienen una idea de negocio y quieren realizarla? 

A los papás, que es necesario que siempre apoyen a sus hijos. Como dije uno nunca sabe qué puede pasar y, siempre y cuando no sea trabajo forzado, si el niño quiere ser emprendedor los padres deben motivar a que salga adelante con esa idea. Los niños somos la nueva generación que va a iluminar el mundo y seremos los nuevos líderes, entonces desde nuestras familias deben empujarnos, animarnos a hacerlo.