Smart Films, el festival de cortometrajes hecho con celulares

Lo que hace Smart Films es potencializar todas esas ganas que tenemos todos de ser protagonistas y contar nuestras propias historias en un festival absolutamente masivo y cero excluyente”, explicó a Dinero la gerente del evento, Yesenia Valencia.

El festival, respaldado por la compañía Valencia Producciones, se fundó en el año 2015 y desde entonces ha recibido cortometrajes realizados por personas aficionadas al cine de 33 países.

Esta propuesta, según lo relató la actriz Yesenia Valencia, nace con el objetivo de “democratizar el cine y que todo el mundo lo pueda hacer y ver”. Para cumplir con esa propuesta los encargados del evento han creado cuatro categorías: juvenil, aficionado, profesional y Smartic incluyente (para personas con algún tipo de discapacidad).

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Con una inversión de 900 millones, el evento se realizará en 2017 con el patrocinio de compañías como el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones, Bimbo y Celsia.

En la primera edición (2015), el evento contó con gran patrocinador a ETB, la cual aportó $570 millones. Ya en la segunda edición (2016), se sumaron otros patrocinadores y gracias a ello los organizadores del festival contaron con $1.300 millones para la realización.   

Este año el evento tambaleó, pues según lo contó Yesenia Valencia el patrocinador más importante que era ETB dejo de aportar recursos. Esto generó “una crisis económica súper fuerte” que pudieron superar gracias a la consecución de nuevos patrocinadores.

“Lo que no sabíamos era que Smart Films era muy atractivo para las marcas y que desde la primera versión la gente había entendido que era una gran idea”, añadió la gerente.

Yesenia Valencia explica que los patrocinadores se ven beneficiados del evento porque los realizadores que concursan los incluyen en sus contenidos por medio del storytelling, product placement o Branded Content.

En este sentido afirma que las marcas no quieren protagonismo, sino que los realizadores logren vincular su valores, conceptos y en algunos casos puntuales sus productos, de una manera armónica.

Foto: Yesenia Valencia

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La gerente del festival destaca que este es un ejercicio muy valioso y necesario, ya que muchas veces los libretistas desarrollan contenidos brillantes pero nunca los pueden realizar por falta de financiación.

“Yo opino que nos toca pensar en la comercialización desde que escribimos el libreto, para volvernos una gran industria de economía naranja”, apuntó la directiva y añadió que en la actualidad el principal reto es la comercialización.

Para potenciar las capacidades de los cineastas y de aquellos que hasta ahora se sumergen en este universo creativo, Smart Films les exige no solo crear un cortometraje desde su celular sino también un teaser (campaña de prelanzamiento), un detrás de cámaras y un afiche.

Sin embargo, el diferencial que deben tener los participantes es el talento, ya que incluso en este concurso han ganado cortometrajes realizados con teléfonos celulares viejos y con una baja resolución en sus cámaras.

Tal fue el caso de ‘Chilbi’ un cortometraje realizado con un Avantel de solo 3 megapíxeles, sin embargo la historia era tan buena que importó poco la resolución de la imagen. Pero también ha habido grandes producciones como ‘Sangre y Levadura’ que logró planos secuenciales increíbles gracias a que contó con un mayor respaldo tecnológico.

Vea los cortometrajes premiados en Smart Films:

Chilbi:

Un minuto más

Como lo soñamos

Todas las propuestas serán recibidas pues la única condición es que logren vincular a las marcas y que además tengan una duración no mayor a cinco minutos. La convocatoria, que se abrió el pasado 24 de mayo, tiene distintos cierres dependiendo de la categoría.

Sin embargo, todos los interesados tienen que tener en cuenta que para el 8 de septiembre próximo ya se cerrarán todas las convocatorias en el portal web http://www.smartfilms.com.co.

Luego de ello un comité de curaduría, compuesto por 29 personas, procederá a hacer el primer filtro de cumplimiento de condiciones. Tras ese proceso, los seleccionados serán evaluados por un jurado (80% de la calificación), el público (10%) y el resto corresponde a la habilidad que tuvieron a la hora de incluir a las marcas patrocinadoras (10%).

Van disparados

Ha sido tal la popularidad que ha ganado este evento en la escena cultural que para este año sus organizadores esperan superar los 704 participantes registrados en el 2015, los 1.016 del año pasado y llegar a 1.500 en esta versión.

De hecho, a los organizadores de Smart Films ya les han enviado solicitudes de países como México, Estados Unidos, Uruguay y Argentina para fundar una franquicia del festival. 

La idea es que este plan de expansión pueda concretarse para que en unos próximos años Colombia sea sede de un gran festival que reúna a los ganadores de los distintos países en donde opera. Sin embargo, para ello primero se buscan marcas internacionales que quieran abrir estos espacios en otros países.

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Ese no es el único plan de Smart Films, pues una de las ideas más ambiciosas del proyecto es crear una plataforma de ‘streaming’ tipo Netflix, que reúna a los 1.800 cortometrajes que se han realizado para el festival en su historia.

El plan es que para acceder a esta plataforma, denominada Smart Play, los usuarios tengan que pagar una suscripción de US$4 por cada tres meses, parte de los cuales serán entregados a los realizadores audiovisuales que crearon las piezas.

Así mismo prevén crear la plataforma Smart Web Class, en donde dictarán cursos online a los participantes y personas del común que estén interesadas en aprender del mundo del cine y la televisión de expertos en la materia como Mauricio Navas, libretista de La mujer del presidente (1997) y Pura sangre (2007), entre otros.

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