EMPRENDIMIENTO
Los emprendedores de 12 y 14 años que crearon la primera universidad para niños
Sebastián y Daniel empezaron su emprendimiento a los 4 y 6 años, cuando se dieron cuenta que podían aprender en todo momento y lugar. Ahora a los 12 y 14 años son creadores de la primera universidad virtual para niños, donde crean cursos y dictan conferencias. Este es el tercer vídeo de nuestra serie "Grandes negocios de pequeños emprendedores".
Las grandes ideas no son exclusivas de los expertos o de los millonarios. La creatividad de un niño puede sobrepasar las expectativas de cualquier persona que se considere innovadora. Además de su determinación para llevar las cosas a cabo, los menores de edad tienen un espíritu libre, que desconoce lo imposible.
Este ímpetu ha generado que ellos mismos sean quienes logren hacerse un espacio en un mundo conquistado por adultos y que cada vez se reconozca más la necesidad de reforzar algunas habilidades que, probablemente, harán de su futuro uno mucho mejor.
Dinero quiso resaltar algunas historias inspiradoras de niños emprendedores colombianos que a través del arte, la tecnología y la gastronomía han logrado un éxito comparable al de grandes empresarios.
Pasos de filántropos
A la corta edad de 4 y 6 años Sebastián y Daniel Ramos se dieron cuenta de que existían muchas otras formas para educarse. Con un poco de modestia y mucho carácter se dirigieron a Meme, como le dicen de cariño a su mamá Denise Bourne, y le pidieron que les explicara de qué se trataba el homeschooling.
Al enterarse que no solo podían educarse desde la comodidad de su casa, sino también aprender a través de metodologías divertidas, se percataron que como ellos había muchos otros niños que podrían hacerlo. Así, Grandes Genios nació como un proyecto en el cual convergen muchos programas, desde emprendimiento para niños hasta la primera universidad de niños y para niños.
“No queríamos dejar este proyecto para cuando fuéramos más grandes. Uno no pierde nada con intentar las cosas y menos a nuestra edad, así que decidimos dar todas las ideas que pasaban por nuestra mente para fortalecer el proyecto”, cuenta Sebastián.
Ahora, a sus 10 y 12 años, además de dictar conferencias, estos dos chicos también crean distintos cursos para su plataforma en los que hablan sobre cine, economía naranja y transformación digital, temas que comúnmente no son dirigidos a los niños, pero que en realidad son muy importantes para la sociedad. Sin embargo, ellos quieren tratarlos de una forma divertida e innovadora.
“Nuestra idea se trata de democratizar el conocimiento. Existen muchas otras formas de aprender, además de sentarse frente a un tablero y copiar lo que un profesor escribe. Lo que nosotros queremos es cambiar los formatos para que sin importar lo que hagas puedas aprender”, explica Daniel.
Como otros niños, Sebastián y Daniel tienen su espacio para divertirse y jugar con sus amigos, pero lo que los convierte en grandes genios es su capacidad de enfocar cada una de sus actividades en pro de sacar el máximo provecho y aprender. “Escribir los cursos que ofrecemos en Grandes Genios no es un trabajo para nosotros, es algo divertido y disfrutamos cada cosa que hacemos”, explica Sebastián.
Parte de su éxito y genialidad, que se expresa en cada uno de sus proyectos, deriva de una formación íntegra y el carácter que les ha sido inculcado desde casa. Por eso, dar conferencias, entrevistas y además ser mentores en sus cursos son cosas que manejan con toda destreza.