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El sistema moda en el Tolima genera alrededor de 13.000 empleos

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Confeccionistas tolimenses que sobrevivieron a la crisis del sector

Las tolimenses CP Company, Tomaticos y Confecciones Caribean consolidan su operación luego de sobreponerse a diversas crisis. Así lo han hecho.

27 de septiembre de 2018

No son muchas empresas las que sobreviven para contarlo. Factores adversos como el contrabando, la revaluación y la baja demanda, les han pasado factura a muchas compañías de textiles y confecciones en el país y el Tolima no ha sido la excepción.

Nombres tradicionales como Fibratolima y Texpinal hoy son historia; pero otros como CP Company, Grupo Carolina (Tomaticos) y Confecciones Caribean sobrevivieron para contarla.

Una de ellas es Praxedis, de Artunduaga-Grupo Carolina, firma que produce la marca de ropa para niños Tomaticos. La subgerente de la compañía, Consuelo Abella, cuenta que esta empresa nació hace 38 años confeccionando ropa infantil y el objetivo era industrializar un proceso que inició en la sala de una casa.

Ese fue el proyecto de grado de ella y su esposo; el cual materializaron luego de salir de la universidad, cuando tomaron la decisión de montar la fábrica con ventas al por mayor y un año y medio después abrieron el primer punto de venta. Hoy en día tienen 33 almacenes propios y una franquicia. El proyecto es tener en unos dos años alrededor de 100 tiendas, que abrirán a través de franquicia.

Abella cuenta que en las buenas épocas la compañía alcanzó a tener 107 puntos de venta entre concesiones y almacenes directos. Sin embargo, con la crisis de finales de los 90 las cosas cambiaron, lo que los obligó a cerrar almacenes, pues del total solo 25% cumplía con las metas comerciales. En ese momento se quedaron con 20.

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Fue tan difícil la situación, que en el año 2000 se acogieron a la Ley 550 y en 2010 terminaron de cancelar sus obligaciones. En el 92, la empresa comenzó a producir tejido de punto con las camisetas t-shirt y polo. Hoy en día este negocio representa 70% de las ventas.

El año pasado, dice Abella, contrario a lo que les sucedió a muchas compañías del sector, tuvieron su mejor año después de toda la crisis. Ahora le maquila a varias empresas y le hace paquete completo a Didetexco, del Grupo Éxito.

La estrategia de la empresa –que tiene 470 empleados– ha sido clara: reinventarse e innovar y eso es lo que hoy le permite producir unas 800.000 unidades al mes.

Confecciones Caribean, es otra de las sobrevivientes. Producía pantalones de dril y bermudas, pero desde hace 5 años incursionó en la fabricación de camisetas tipo polo. Estas dos líneas las produce a gran escala con unos 20.000 pantalones de dril al mes y 40.000 camisetas.

También es proveedor de Didetexco. A esta empresa paisa le elabora alrededor de 18.000 pantalones al mes y 35.000 camisetas. El resto de la producción es para clientes nacionales más pequeños y para su marca propia: Pipeline.

Caribean trabaja con 12 talleres que se dedican a confeccionar camisetas de tejido de punto y ha fabricado también para otros clientes como Pat Primo, Tennis, Off Corss y para exportar. En los últimos años, se ha concentrado en la firma paisa. Su gerente y fundador, Julio César Mendoza, cuenta que cuando se liquidó Fibratolima la empresa fue damnificada porque se quedaron sin crédito y sin materia prima. En 2006 estuvo a punto de cerrar, pero logró una refinanciación con los bancos de forma directa. La empresa tiene planes de diversificar el portafolio de clientes y reactivar su marca propia.

En la no muy larga lista de empresas que han logrado mantenerse en el mercado también está CP Company, la cual con tres décadas de operación se ha reinventado y hoy genera un total de 120 empleos directos, principalmente para mujeres cabeza de familia.

Su gerente y fundador Jader Zuleta manifiesta que hoy tienen 30 puntos de venta a nivel nacional. Este empresario inició su trayectoria con Jader Sport al lado de su esposa Claudia Patricia, luego llegó CP Company que se convirtió en referente de la moda en el Tolima.

Hace dos años creó otra empresa llamada Paz Wear, un proyecto dirigida a ayudar a personas víctimas del conflicto, quienes se encargan de confeccionar las prendas. En este momento genera 25 empleos directos.

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Ni en los momentos más difíciles de la industria, estas empresas han “tirado la toalla”, por el contrario, han trabajado para mantenerse y continuar siendo competitivas en un mercado cada vez más exigente y con muchos factores adversos.


Transformación

Julio César Mendoza asegura que hay mucho empresario y diseñador joven que está llegando a complementar la oferta; que venden a través de internet y utilizan la tecnología como herramienta de crecimiento y fortalecimiento.

“Cuando se inició el ejercicio del clúster textil en el año 2009, se tenían identificadas 432 unidades productivas; de las cuales 70% se dedicaban a la maquila; hoy eso cambió y hay una nueva generación de empresarios creando diseño y construyendo marca. Hoy 45% de las empresas son maquiladoras”, precisa.

Una de estas empresas es Sheffy, la cual se dedica a la producción de uniformes deportivos para colegio, pero también elabora productos de moda exclusivos para determinados clientes de acuerdo con sus necesidades. Por ejemplo, patrocinan y producen los uniformes del Deportes Tolima y lo propio hacen con equipos que practican otros deportes.

Sin duda, se trata de un sector que se ha transformado y le ha agregado valor a la producción.

Una industria de microempresas

Datos de la Cámara de Comercio de Ibagué indican que en el sistema moda hay 3.316 compañías registradas, de las cuales 95 se dedican a la fabricación de textiles y cerca de 3.000 a la confección de prendas de vestir, además de otro grupo que trabaja en el curtido de cueros y calzado, fabricación de joyas y comercialización de los productos.

Se trata de una actividad que tiene una alta concentración de microempresas, especialmente en la capital del departamento, en donde también están las grandes y medianas compañías. Los activos de esta cadena productiva, de acuerdo con Luis Alfredo Huertas, presidente de la entidad, suman $188.362 millones. El año pasado, el sistema moda en el Tolima generó cerca de 13.000 puestos de trabajo.