Asomicrofinanzas: “Es el momento de apoyar más a los microempresarios”

“En este momento necesitamos ubicar al microempresario como el eje principal para el desarrollo económico y social del país”, aseguró la presidenta de la Asociación Colombiana de Instituciones Microfinancieras (Asomicrofinanzas), María Clara Hoyos, durante un foro virtual organizado este jueves por dicho gremio sobre la importancia de las microfinanzas y el desarrollo de las mipymes para la recuperación económica del país.

La ejecutiva añadió que el desarrollo de las microfinanzas y su articulación con las mipymes es un reto conjunto que requiere de una política social moderna, enfocada en fortalecer y promover la productividad en el país, sobre todo, en las zonas rurales donde el índice de inequidad es muy alto.

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“El reto es reducir la pobreza multidimensional, reducir el coeficiente de Gini, aumentar la tasa de formalidad laboral y reducir el déficit en materia de vivienda digna”, añadió Hoyos sobre las principales tareas que tiene el país para los próximos diez años.

Entre tanto, la ejecutiva destacó que las microfinanzas para las mipymes son fundamentales como generadoras de empleo y valor agregado, pues representan cerca del 98% del universo empresarial, generan aproximadamente el 65% del empleo y aportan más del 35% de la producción nacional.

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Por su parte, el presidente de Bancamía, Miguel Ángel Charria, sostuvo que también es importante generar oferta de servicios no financieros, por ejemplo, para brindar asesorías técnicas especializadas y formación en fortalecimiento empresarial, particularmente para los microempresarios que no cuentan con formación profesional o llegaron solo hasta un nivel educativo básico.

“Desde Bancamía hemos venido desarrollando una cultura del ahorro en los microempresarios del país. Más allá de ofrecer productos, se trata también de acompañar a los colombianos en el uso responsable del dinero”, complementó Charria, al tiempo que resaltó que esa es una labor necesaria para garantizar la sostenibilidad de los negocios en el largo plazo.

El microcrédito, clave ante la crisis

“El microcrédito es una gran herramienta para ayudar a crecer y fortalecer actividades productivas. Es una labor que requiere de procesos de educación financiera y acompañamiento”, aseguró la presidenta del Banco Mundo Mujer, Leonor Melo de Velasco, quien también resaltó el potencial innovador y la creatividad de las mujeres es el escenario de las micro, pequeñas y medianas empresas.

Por su parte, la gerente de Microempresas de Colombia, Patricia Pérez, puntualizó que si bien el país no estaba preparado para que sus microempresarios accedieran de manera tan acelerada a servicios financieros desde el ecosistema digital, esta entidad ha sumado esfuerzos para ofrecer productos que faciliten la recuperación ante la crisis.

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“Estos meses nos han servido para ofrecer productos como el crédito fácil a través de la app, sobre todo, porque actualmente tenemos 109.000 asociados y el 76% de ellos está en la zona rural”, sostuvo la gerente de Microempresas de Colombia, quien también insistió en la necesidad de que el microcrédito esté acompañado de capacidad de ahorro.

Finalmente, desde Asomicrofinanzas se hizo un llamado para que el Gobierno focalice esfuerzos en el sector y se promueva la articulación entre los microempresarios y las microfinancieras.

Alternativas frente al gota a gota

“Alrededor de cinco millones de personas en el país recurren al gota gota como fuente de financiación”, afirmó el presidente de Banco W, José Alejandro Guerrero, además de añadir que este tipo de prácticas son más frecuentes en mujeres amas de casa, microempresarios y trabajadores con ingresos de salario mínimo.

Además, Guerrero sostuvo que se estima un crecimiento en el uso de los gota a gota de hasta el 35% durante estos meses enmarcados en la crisis derivada de la pandemia. 

No obstante, el presidente del Banco W insistió en que las entidades microfinancieras se han especializado en una metodología que exige muy poca documentación y un desembolso de recursos en un periodo de dos días aproximadamente, para que las personas tengan la confianza de acudir a servicios financieros legales.