Los auxilios del Gobierno nacional a empresarios han sido "tibios"

La falta de claridad jurídica para las empresas y el resultado de la pandemia para las finanzas del país es un tema que puede preocupar a inversionistas y empresarios sobre el país, indicó a Dinero el director de la firma de abogados Carrero & Asociados, Nicolás Carrero. 

Dinero: ¿Cómo está el panorama empresarial en Bogotá?

Nicolás Carrero: El panorama empresarial en Bogotá es desalentador, y no solo en asuntos empresariales, sino también en asuntos de ingresos de las personas naturales que perciben ingresos por rentas de capital, especialmente en arriendos de locales, oficinas, bodegas, entre otros. 

D: ¿Los auxilios tributarios para las empresas han sido suficientes?

NC: No. Los auxilios hasta ahora entregados por el Gobierno nacional y Bogotá han sido muy tibios y, por ende, no han sido suficientes. La mayoría de las empresas que son pymes carecen de capital de trabajo para lograr un periodo mayor a tres meses de estabilidad financiera y de caja.

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D: ¿Qué ha hecho falta hacer por parte del Gobierno?

NC: Considero que el Gobierno debería ser más agresivo en la distribución de auxilios y créditos condonables para que las empresas no se hundan como lo han venido haciendo, después de cinco meses de pandemia. Una forma para conservar el empleo es aumentar el auxilio para la nómina a por lo menos un salario mínimo, otorgar créditos condonables para las empresas que se han visto más afectadas: que conserven la nómina por lo menos durante la pandemia y un año después.

D: Del total de ingresos de una empresa, ¿cuánto puede irse a impuestos?

NC: Según cálculos por entidades no gubernamentales, como la Ocde, Colombia es un país que tiene una de las tasas más altas de tributación, en la que fácilmente, con la cascada fiscal y parafiscal, puede llegar al 50%.

D: ¿Es necesaria una nueva reforma tributaria una vez pase la pandemia?

NC: Completamente de acuerdo. Superada la pandemia, o por lo menos con vacuna ya probada, vamos a necesitar una reforma profunda que logre la consecución de recursos para recomponer el tejido empresarial y social.

Vamos a necesitar una reforma que promueva la creación de empresa y empleo, elimine la mayoría de exenciones y beneficios tributarios, y un impuesto para los grandes patrimonios de personas naturales.

D: Actualmente, ¿las empresas pagan mucho en impuestos? ¿Es necesario que las personas naturales paguen más?

NC: Considero que las empresas sí pagan impuestos muy altos, sumando impuestos, tasas y contribuciones, especialmente a la nómina. La nueva reforma tributaria debería revisar no solo la tarifa impositiva, sino también las contribuciones y parafiscales a la nómina.

Las personas con ingresos altos deberían pagar mayor impuesto. Por ejemplo, una persona natural con ingresos al año de $1.000 millones tributa a una tasa promedio del 25%, que, para mí, es baja. Parte de esta tarifa está dada por los beneficios tributarios que tienen las personas naturales.

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Algo adicional son las pensiones que no pagan impuesto de renta hasta topes de 50 salarios mínimos legales mensuales. Considero que se deberían de gravar las pensiones superiores a 10 salarios mínimos.

D: ¿Han visto disminuido el trabajo con empresas estos meses por cuenta de la pandemia?

NC: La gran mayoría de empresas sí han visto disminuido su trabajo. Las empresas que, por el contrario, han aumentado su trabajo e ingresos son las empresas de tecnología, algunas de servicios calificados y laboratorios farmacéuticas.

D: ¿Cuál es la principal preocupación de los clientes?

NC: La principal preocupación de los clientes es que sienten que no hay reglas claras por parte del Gobierno nacional. Existe inseguridad jurídica y falta de manejo político entre el gobierno central y los gobiernos departamentales municipales.

D: ¿Toda esta situación va a reconfigurar la forma en la que las empresas van a contratar personal? ¿Se va a buscar más contratación tercerizada?

NC: Toda esta situación está llevando a que las empresas están revisando y aplicando nuevas formas de contratación laboral, especialmente para las empresas en las cuales se puede hacer trabajo virtual.

Se están reacomodando, ajustándose más a la tecnología y la virtualidad, porque nos hemos dado cuenta de que esto funciona. Según estudios recientes, más de un tercio de las empresas seguirá trabajando virtualmente, independientemente de lo que suceda con la pandemia. Todo esto tiene como consecuencia revisar y ajustar las nuevas formas para contratar y vincular empleados.