INFRAESTRUCTURA
El autocompactante es cada vez más usado en Colombia
Denominado autocompactante o líquido, este material es el presente y futuro en la actividad constructiva del mundo y su uso es cada vez más común en Colombia.
Creado en Japón, a finales de la década del ochenta del siglo pasado, con el propósito de garantizar la sostenibilidad de las estructuras, el concreto autocompactante, también denominado self compacting, autonivelante, líquido o fluido, expandió su utilización y estudio en América y Europa, y desde entonces se hizo infaltable en la actividad constructiva mundial.
Entre los beneficios obtenidos por este material en el mercado global, Chris I. Goodier, doctor de la Universidad de Loughborough, Gran Bretaña, destacó en 2008, en el artículo Desarrollo del concreto autocompactante, la mejora en la calidad de los procesos constructivos, mayor consistencia en el acabado del producto y la reducción en el tiempo de trabajo en el sitio donde se hacía su fundida. Sobre este último factor, valoró que “era una cualidad buscada por los constructores en todas las latitudes”.
Para Manuel Lascarro, director general de Asociación Colombiana de Productores de Concreto (Asocreto), el aporte en este campo, “empezó a extender su uso no solo por razones de calidad y durabilidad sino también por eficiencia y por facilidad constructiva, encontrando aplicaciones del mismo alrededor del mundo luego de casi 30 años de desarrollo”.
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Explica que, aunque el proceso de fabricación del autocompactante es similar al de cualquier concreto premezclado y su transporte se realiza igualmente en camiones mezcladores o mixers, marca diferencias “en los ensayos de recepción en obra, que son mucho más acordes a su tecnología y que obedecen a normas técnicas internacionales, por lo que quienes lo usan, deben conocer previamente sus especificaciones, usos, limitaciones y ensayos”.
Aunque destaca que el país se ha convertido en referente en América Latina en la producción de concreto, considera que el autocompactante se utilizará más, en la medida en que los procesos de construcción se industrialicen.
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Como dato adicional, hay que decir que este concreto requiere en su mezcla más fibras metálicas y aditivos, una fórmula que reduce el uso de varillas de acero. Aun así, las resistencias de este nuevo material son hasta 10 veces más altas que el concreto tradicional.
Más beneficios
“La obra construida con el nuevo concreto debería reducir, en la mayoría de los casos, los costos totales de la obra en 10% o 15%. Esto implica mayores beneficios a los clientes y con este costo está ganando propiedades como mayor durabilidad, mayor resistencia, mejores acabados y mejor apariencia superficial. Estos son elementos que agregan valor agregado a la construcción”, explica Lucas Moreno, vicepresidente de innovación de Cementos Argos.
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