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¿El entretenimiento tendrá recuperación?

Los eventos masivos volverán de últimos. Sin embargo, el entretenimiento en casa está disparado. ¿Cómo está jugando la tecnología y cuál será el futuro?

6 de agosto de 2020
El entretenimiento, como muchos otros sectores, se volcó al campo digital. | Foto: fotografía_ Mario Inti García

Fueron los sectores que cerraron primero y serán los últimos en retornar. Conciertos, partidos de fútbol y salas de cine tendrán que esperar el paso de los picos del contagio y que la sociedad avance en el ‘nuevo normal’, con autorregulación y disciplina, para volverse a encontrar físicamente con sus seguidores.

Mientras tanto, el entretenimiento, como otros sectores, se volcó al campo digital para aprovechar la otra cara de la dramática situación de la ausencia de eventos masivos.

El entretenimiento se puede dividir en dos: uno en casa y otro fuera de ella. “El primero está en boom, el otro está destruido”, dice Pablo Márquez, socio de Márquez, Barrera, Castañeda, Ramírez. Allí el papel de los abogados se ha intensificado, por ejemplo, al hacer conciertos virtuales, con los permisos de derechos de autor, la grabación, la negociación de las plataformas y volverlos realidad.

Con las personas con más tiempo en casa, el reto es volcarlas para que, “pongan más atención en las plataformas, pues el tiempo de pantalla de las personas se ha incrementado y tiene un repunte”, agrega Pablo Márquez. Agrega que la asesoría legal irá enfocada en el aumento de la producción de contenidos, los cumplimientos de las cuotas de pantalla, la renegociación de los contratos y la forma de producir.

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Santiago Márquez, de Márquez Robledo, advierte que el negocio está dirigiéndose hacia temas digitales. “Nosotros hicimos la parte legal del proyecto Colombia cuida a Colombia. Fue una tarea titánica”, advierte.

Por su parte, Juan Miguel Cifuentes, fundador y director de la firma Legal Tape, considera que en la coyuntura el impacto entre los artistas ha sido considerable. Y el daño se extiende a canales de televisión y productores audiovisuales.

El esfuerzo de transformarse ha sido importante, pues muchos han migrado a plataformas de livestreaming, como Facebook, Instagram y Youtube. “También se están abriendo a distintos canales educativos, de shows en vivo o inclusive campañas de crowfunding. He visto también que realizan cápsulas en medios digitales como Mowies o Vimeo, donde monetizan a través de entradas o suscripciones pagas”, dice Cifuentes.

La transformación ya está en marcha en compañías de distintos tamaños: el Teatro Nacional y del Bar 440 ya están haciendo shows con bandas que van a tocar en vivo en sus escenarios, pero la gente ve desde la casa. En el caso del bar, la compra incluye la “entrada” y un combo de comida y trago a domicilio para los ‘asistentes‘.

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El reto para el sector no es sencillo. “Los eventos masivos tienen dos grandes desafíos: el regulatorio, que los permita, y que la gente vuelva, pues tiene temor al contagio. ¿Cómo se posicionará el entretenimiento al futuro?”, dice Pablo Márquez.

Para Santiago Márquez, el negocio del entretenimiento no solo va a cambiar sino que abrirá nuevas aristas. Al parecer era necesario un acontecimiento para que la tecnología acelerara nuevos procesos. Según él, la tecnología seguirá avanzando en el desarrollo del entretenimiento a distancia y “este es el momento perfecto”.

Seguramente, la gente volverá a los partidos de fútbol, a los conciertos y a las obras de teatro. El cambio está en la forma en que llegará al consumidor. “La realidad virtual, que todavía la gente piensa que es de ciencia ficción, es una realidad absoluta y no solo para el entretenimiento sino también para trabajo y educación”, dice Santiago Márquez.

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Y pone un ejemplo: en poco tiempo se pondrán a la venta las boletas para el Mundial de Fútbol. Las alternativas serán mayores a las que se tienen hoy. Algunos irán presencialmente al evento pagando sus viajes y las boletas de ingreso a los estadios. Otros lo mirarán por televisión, como habitualmente lo han hecho. Pero muchos más lo verán desde la sala de su casa con unas gafas de realidad virtual. “Presencialmente el aforo es limitado, virtualmente puede ser infinito”, puntualiza Santiago Márquez. Ya grandes firmas como Google o Apple trabajan en este negocio que será la gran transformación en el escenario pospandemia. Porque el show debe seguir.