ANÁLISIS

De exponencial a circular

La economía circular tiene como uno de sus objetivos eliminar el concepto de desperdicio: un producto usado se convierte en materia prima de uno nuevo, para así disminuir el consumo de recursos naturales y la contaminación ambiental.

7 de septiembre de 2020
De exponencial a circular | Foto: Getty Images - Peter Macdiarmid / Fotógrafo de plantilla

El desecho de prendas de vestir y otros productos del Sistema Moda se ha convertido en un problema global. Las marcas producen inventarios en exceso: desde un punto de vista económico, es más rentable producir más en vez de programar una segunda producción en caso de requerirlo. 

Estos inventarios obsoletos y no vendibles son incinerados por las mismas marcas. En el 2017, H&M fue acusado de destruir más de 60 toneladas de inventario desde el 2013 en Dinamarca. Las marcas de lujo como Richemont, propietario de Cartier y Montblanc, debió recomprar y destruir entre el 2017 y 2018 un inventario de relojes por valor de €480 millones para evitar que sus productos perdieran valor comercial en el mercado del lujo. Las acusaciones de este tipo van desde Burburry, Louis Vuitton, Nike hasta Victoria’s Secret, J.C. Penny y muchas más. En Francia, se calcula que entre 10.000 y 20.000 toneladas de productos textiles son destruidos cada año, según un reporte del gobierno. En el 2019, ese país aprobó una ley que prohíbe incinerar productos no vendidos. 

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A esto se suman las toneladas de prendas desechadas por consumidores. Telas a base de fibras sintéticas y los químicos usados para el teñido y acabados generan mayor contaminación ambiental e incrementan los gases de efecto invernadero. Acorde a la Ellen MacArthur Foundation, hasta el 2015, solo el 1% de las prendas de vestir eran recicladas y, según la misma organización, cada segundo se incinera o desecha una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura. 

Recycling vs. Upcycling

El reciclaje (recycling) es una transformación industrial donde los desechos a base de materiales reciclables pasan por un proceso de transformación para, una vez más, convertirse en materia prima. La marca MUD Jeans con un modelo de negocio de alquiler, recibe al cabo de un año los jeans usados por el cliente para reciclar la tela de algodón orgánico y convertirla de nuevo en fibra. Esta es mezclada con algodón virgen para hilar el denim y confeccionar unos nuevos jeans. Hasta el 2019, Mud Jeans había logrado evitar el desecho e incineración de 20.000 toneladas de jeans. 

El supraciclaje (upcycling)es cuando una prenda es reutilizada de forma creativa para crear un nuevo producto sin necesidad de pasar por un proceso industrial. El diseñador Christopher Reaburn diseña y confecciona prendas a partir de paracaídas militares o chalecos de bomberos. En Colombia, la colección Todos Ponen, colaboración entre María Luisa Ortiz, la Asociación de Obras Sociales en Beneficio de la Policía Nacional, Grupo Éxito y otras organizaciones, reutilizaron alrededor de 2.000 uniformes de la Policía Nacional para ser transformados en cartucheras, maletines y morrales. 

El reciclaje en beneficio de la moda

En Colombia, según Juan Carlos Gutiérrez Cano, gerente de la Red Nacional de Economía Solidaria de Flujo Sustentable (Ekored) “se están enterrando anualmente $2 billones en plásticos que se pueden reutilizar”. En promedio, cada colombiano desecha 24 kilos de plástico al año y solo el 7% es reciclado, el resto es transportado a vertederos de basura o terminan en montañas, valles, ríos y el mar. Acorde a cifras de Acolplásticos, de los 12 millones de botellas PET que salen al mercado a diario, solo 3 millones son recicladas. 

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En la Política de Producción y Consumo Sostenible (2011) y en la Política para la Gestión Integral de Residuos Sólidos (2016) se han incluido iniciativas para promover la economía circular. Estas realzan la necesidad de avanzar y fortalecer la innovación e implementación de tecnologías con procesos más limpios e incentivar el reúso de materias primas. Pero, en el 2018, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) identificó que mientras del total del desecho textil se podría rehusar el 53% solo el 5% fue reusado. 

Ecoalf, empresa española de vestuario confeccionado a partir de materiales reciclados, creó la iniciativa Upcycling the oceans para “crear un sistema de economía circular que aproveche todo ese residuo y dejar de ver ese residuo como si fuera basura” comenta Javier Goyeneche, presidente y fundador de Ecoalf. Upcycling the oceans ha recuperado 280 toneladas de residuos del mar gracias a la alianza con pescadores. 

Infografía ropa

Infografía del sistema empleado por Ecoalf

Evitar el desecho y entrar en la circularidad es tarea de todos

Empresas y marcas tienen la responsabilidad de pensar en la circularidad desde la concepción del diseño a lo largo de toda la cadena de valor hasta el descarte de la prenda por parte del usuario. Los consumidores debemos aprender a clasificar y reciclar en hogares y oficinas y los gobiernos locales garantizar una recogida eficiente de la basura en alianza con recicladores. Si en Colombia se reciclara de forma consciente y correcta, se evitaría que 105.000 toneladas de residuos PET terminen en rellenos sanitarios cada año.  

Reducir – reusar – reciclar o supraciclar debe ser parte de las acciones diarias, para, entre todos, aportar a la circularidad y romper el ciclo de una economía lineal consumidora de recursos naturales como fuente para la creación de materias primas. Aunque en algunos casos la carencia de tecnología no hace posible el reciclaje, como, por ejemplo, las telas algodón-poliéster o poliéster-elastano, marcas y usuarios pueden proponer alternativas innovadoras y creativas e impedir una continua contaminación ambiental por malas prácticas de desecho para pasar del consumo exponencial a la responsabilidad circular.