Home

Empresas

Artículo

Uno de los retos de las empresas es migrar cada vez más hacia el comercio electrónico. | Foto: fotografía_ iStock

TRANSPORTE

Las empresas de paquetería también se contagiaron

El sector de la paquetería no ha sido inmune a la cuarentena. Pero rápidamente se ha ajustado a las nuevas condiciones.

30 de abril de 2020

El cierre ocasionado por el coronavirus afectó miles de negocios en el país. Por el movimiento que se ve en las calles parecería que las empresas de correo y paquetería no estaban en el grupo de las afectadas. Pero en realidad esta industria se resintió bastante los primeros días.

Sus principales clientes, las grandes empresas, hoy no están operando. Y muchos ni siquiera tenían en sus planes transportar productos perecederos que requieren refrigeración.

A esto se sumó un dólar alto, el cierre de las fronteras, que complica el comercio exterior y el modo ahorro en el que entraron los consumidores, lo que redujo su demanda de paquetes.

La suma de estos factores en contra obligó a las empresas del sector a innovar. Es el caso de Coordinadora, cuya operación cayó a mínimos de 40% las primeras semanas y hoy ya se han recuperaron hasta 70%.

Igualmente, Interrapidísimo se ya encuentra en 60% de su operación, con todo y que los envíos que hacían las personas en sus puntos de atención cayeron más de 70%. Lo han compensado, en parte, con el servicio de recogida a domicilio.

Servientrega, por su lado, funciona al 30% de lo habitual y, al igual que las demás empresas, ha encontrado en el comercio electrónico su mejor aliado.

Los obstáculos de la operación

Esta coyuntura les ha permitido mejorar o reinventar algunos de sus servicios. Sin embargo, también ha significado dificultades. Quizás la más complicada radica en la desconfianza de las personas en algunas regiones del país, la cual ha hecho que en algunas poblaciones no permitan el paso de los camiones con envíos. Por ejemplo, Coordinadora sigue con problemas para ingresar a 100 poblaciones. Otra dificultad persistente es la reducida operación aérea, que retrasa la cadena logística y la posterior entrega de paquetes y mercancía. A eso se suman menos clientes y mayores costos operativos para seguir funcionando.

Juan Manuel Cubides, vicepresidente de Interrapidísmo, explica que para adaptarse a la crisis tuvieron que lanzar un producto nuevo para recoger y entregar giros postales a domicilio, así como paquetería. Esto implica un mayor costo operativo, pues requiere movilizar a un trabajador por cada paquete. Antes de la crisis, solo prestaban el servicio a domicilio a empresas grandes que enviaban muchos paquetes, lo que generaba una economía de escala.

Carlos Arévalo, gerente general de Servientrega, explica que en su caso las exportaciones y el comercio electrónico los han mantenido funcionando, pues con el cierre de sus mayores clientes en medio de la cuarentena, gran parte de su operación paró de repente. Por esto han tenido que diversificarse y hacer domicilios.

Los segmentos que más han crecido son cuidado personal y aseo, implementos de gimnasio y deporte in house, teconología y, en algunas empresas, los envíos de productos perecederos.

Por su parte, las entregas de artículos de lujo como perfumería, cosméticos y vestuario han diminuido.

Las lecciones aprendidas

Algunas empresas estaban más preparadas que otras para esta circunstancia. En este momento es quizás pronto para sacar conclusiones, aunque algunos puntos salen a flote.

María Elena Obando, presidente de Coordinadora, explica que hay que adaptarse a lo que la gente necesite y que, por ello, su empresa, que no transportaba alimentos, ahora lo hace. Para esta ejecutiva, la coyuntura enseña que la prioridad del momento no es hacer margen sino sobrevivir como nación.

Resalta que la transición tecnológica es un punto importante. Las empresas deben modernizar sus servicios para eliminar trámites con papel, y reemplazarlos por códigos QR, códigos de barras y firmas digitales.

Para Susana Argueta, directora de Deprisa, esta contingencia ha dejado lecciones, como repensar el negocio y flexibilizar operaciones. "Adaptarnos a nuevos modelos apalancados en plataformas colaborativas y tecnológicas son factores que debemos aprender a mezclar para que convivan con los estándares de calidad", explica.

Francisco Ricaurte, director regional de UPS, agrega que es posible hacer esta transición con "las herramientas existentes. Lamentablemente no todos están dispuestos a implementarlos o aceptarlos, por ejemplo, la firma digital".

Así mismo, estos empresarios consideran que la cobertura de servicio de internet en territorio se debe reforzar para que los paquetes lleguen a todo el país.

También sobresale el manejo de protocolos de sanidad, que antes no eran prioritarios y ahora han tomado un papel fundamental.

Los retos postcovid

Angélica Rincón dirige Cladec, el gremio de empresas de servicios expresos que reúne firmas de paquetería y servicios postales. Explica que la crisis generó un cambio de mentalidad importante, al igual que un avance en tecnología en las empresas. Sin embargo falta mucho para adaptarse a una nueva forma de consumo.

Uno de los primeros retos es la falta de flexibilidad de las entidades financieras, lo que dificulta el e-commerce. Esta es sin duda una de las prioridades que esta contingencia evidenció.

Así mismo, Rincón destaca la importancia de que las empresas colombianas agilicen su producción, para cumplir en mejores tiempos con las especificaciones de cada cliente.

Agrega que otro trabajo clave de las compañías consiste en cerrar el círculo de venta con buenas garantías y seguimiento posventa. En este momento las empresas pueden encontrar sus puntos fuertes y débiles y hacer los cambios necesarios para estar a la altura del mundo que quedará después de la contingencia

Como hubiera dicho Darwin: no sobrevive el más fuerte sino el que mejor se adapta.