TEXTILES
Textilera asegura que el Gobierno no tiene estrategias para facilitar importaciones
La productora más grande de denim en el mundo, Vicunha, que importa sus productos al país explicó que aparte del decreto antidumping el Gobierno no tiene lineamientos ni los ha diseñado para facilitar las importaciones a Colombia.
Vicunha Textil es una productora de índigo y dril que está entre las más grandes del mundo y es la primera en Latinoamérica. Ha trabajado con marcas reconocidas en todo el planeta por 50 años en Brasil, donde está la casa matriz, y 25 años en Colombia en donde importa productos de Brasil y los comercializa con los clientes que tiene en el país.
El gerente general de Vicunha en Colombia, Luis Bravo, le contó a Dinero que en Colombia no hay estrategias ni acompañamientos por parte del Gobierno Nacional para poder importar mejor los productos para las empresas que se dedican a este ejercicio económico.
“No las hay porque una empresa como Procolombia está más a favor de facilitar las exportaciones, pero no hay absolutamente nada que facilite la importación”, señaló Bravo.
Añadió que “de alguna manera la eliminación del arancel, que no es una decisión de Colombia sino de un acuerdo regional, nos beneficia, pero no porque haya sido promovida por Colombia”.
Por otro lado, para nadie es un secreto que el 2017 fue un año crítico para la economía global y nacional, pero más para la industria textil y de confección, principalmente, por el contrabando.
Al respecto, Luis Bravo expresó que es un hecho desafortunado que muchas personas, que están en negocios ilegales y quieren lavar activos, lo hacen con textiles y con las confecciones golpeando fuertemente al sector.
Lea también: Esta es la empresa que busca desgastar el denim cuidando el medio ambiente
Pero el problema no solo gira en torno a la ilegalidad, pues según el directivo de la compañía el aumento del IVA, del 16% al 19%, también frenó la dinámica de los negocios.
“Había un pesimismo marcado en todos los empresarios y los confeccionistas y el ambiente no era el más favorable para los negocios”, destacó el gerente de Vicunha en Colombia.
El salvavidas de la industria
Entre tanto, Bravo aseguró que el año pasado terminó con noticias favorables para la industria textil. Entre ellas está el decreto antidumping que fue una demanda interpuesta por Fabricato y Coltejer contra los productos de China.
Hay que decir que esta medida, si bien no protege completamente los productos que se comercializan en el país, sí busca que por lo menos una franja de los más económicos que llegan subsidiados de China tengan que pagar unos aranceles más altos.
“Luchar contra el contrabandista es difícil, pero contra otras empresas que venían trabajando de manera legal y que ahora tienen más trámites para exportar a Colombia, nos abre un espacio para la sana competencia”, apuntó el directivo.
Otra medida es el acuerdo comercial entre Colombia y Mercosur que redujo los aranceles de 7,7% a 0%, lo que se convierte en una oportunidad para los productos que se importan. Además de que el Gobierno fijó el umbral de precios para las posiciones arancelarias.
“Desde el comienzo del año la dinámica de los negocios se siente distinta, hay más optimismo de la gente, pues el año pasado querían bajar sus niveles de inventarios. Nuestros diseñadores fueron muy creativos porque les dijeron que, con las telas que tienen en la bodega, debían diseñar una colección nueva porque no se iba a comprar un solo metro de tela adicional pues no había ambiente para eso”, recalcó.
Puede interesarle: Colombiatex 2018 cerró con negocios concretos por más de US$300 millones
Por su parte, Bravo también afirmó que las carteras se han venido recuperando, porque estaban lentas por la desaceleración económica del año pasado. El crecimiento del consumo en diciembre ayudó a que la empresa pudiera recuperar el dinero que estaban necesitando, además de la revaluación del peso colombiano que se movió entre los $2.800 y los $3.000.
“Todo eso sumado hace que, a pesar de que este año esté marcado por las elecciones y el mundial, pensemos que el 2018 va a ser más favorable que el 2017”.
Y aunque el margen de ventas no fue el mejor al año pasado, porque en muchos casos la compañía vendió a margen cero, la estrategia de empresa le apunta a permanecer en los mercados externos y no entrar y salir dependiendo de cómo esté la demanda o la moneda para subir el margen que es catalogado por Bravo como “muy malo”.
Cabe recordar que Vicunha Textil trabaja con un grupo de clientes como: John Uribe E Hijos, Pizantex, Comertex, Estilotex, entre otros, que hacen parte de los distribuidores. Por otro lado, están: Arturo Calle, Permoda (Koaj), Studio F, Tennis, Grupo Cristal y demás que hacen parte de los confeccionistas.
“En Colombia somos un jugador importante pero la competencia es feroz. Seguimos combatiendo contra China, independientemente del arancel antidumping. Con India también ya que es muy compleja por los costos de producción bajos que se manejan en ese país”, argumentó el gerente de la compañía.
Vicunha Textil en el mundo
El director financiero de la empresa, José Mauricio Dissep, en conversaciones con Dinero, explicó que tienen en la actualidad plantas dedicadas s la industria textil en 3 países: Brasil (que es la casa matriz), Argentina y Ecuador. Y en cuanto a la distribución de índigo y dril, la empresa tiene presencia en Perú, Colombia y México.
En 2018 la compañía no tiene entre su presupuesto o entre sus previsiones abrir una planta de producción en Colombia ya que quieren duplicar la producción en Argentina y hacer unas ligeras inversiones en Ecuador.
De acuerdo con Dissep, entre un 65% y un 70% de las ventas de la empresa son obtenidas en Brasil. Mientras que entre un 30% y un 35% son del resto de América Latina y una parte de Europa.
Visite: Coltejer arranca 2018 buscando superar las malas cifras del año pasado
El directivo financiero resaltó que Vicunha, en 2017, cumplió con el presupuesto, pues en su balance general reportó 6 millones de reales en ganancias y una margen líquida de 6%, que, aunque se esperaba una de 8%, está dentro de lo esperado.
“Estamos bien. Para la crisis económica, social y política que tenemos en Brasil y en Latinoamérica. Podemos decir que estamos en un camino seguro”, explicó Dissep.