Sayco responde a las críticas por el cobro de tarifas

Con la cuarentena obligatoria, que se ha extendido ya en varias ocasiones, los eventos musicales debieron ser cancelados. Los promotores de eventos se vieron forzados a reorganizarse para enfrentar meses de austeridad. Por ello, varios organizadores optaron por hacer conciertos virtuales. 

La Sociedad de Autores y Compositores, Sayco, cobra a estos organizadores para destinar el dinero a autores y compositores de las obras, es decir, representa los intereses de estos para recibir ingresos por la explotación de su obra. Sayco cobra una tarifa a los organizadores, cuyo destino son los autores de las obras, de acuerdo con su tiempo de reproducción en emisoras o conciertos.

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En días pasados se publicó un documento aparentemente de Sayco en el que se especificaban las tarifas que se cobrarían por la realización de eventos virtuales; la tarifa llegaría hasta 12,5% del bruto de ingresos. 

Este es el tarifario que supuestamente se imponía a conciertos virtuales en plataformas privadas.

Las críticas no se hicieron esperar. En redes sociales, artistas y organizadores manifestaron su descontento. Pese a que Sayco desmintió este documento, Asocespro y Acordes pagaron páginas de publicidad con la leyenda “No + Sayco. No + Acinpro”.

Para ellos, el problema con la sociedad es que no tiene parámetros claros que justifiquen la imposición o el aumento de tarifas. 

Rafael Manjarrés, vicepresidente de Sayco, explica que este manual es falso, que se creó y difundió con mala intención. De hecho, aclara que están en el proceso de negociar las tarifas y que la propuesta de Sayco disminuye en 50% la tarifa original, de 10%. Sin embargo, aún no se han tomado decisiones finales.

Gabriel García, CEO de Páramo Presenta, opina que Sayco fue muy apresurado para tomar este tipo de medidas y que, si bien el manual que ponía la tarifa en 12% no estuvo en la página de la sociedad, uno que dejaba la tarifa en 10% sí estaba publicado allí. 

García expone que pese a que en este momento están negociando, hay todavía muchos espacios en blanco y baches en la regulación que, en el caso de los conciertos virtuales, tiene muchas particularidades. 

La propuesta de las asociaciones de organizadores y promotores del gremio es que la tarifa esté entre 2% para organizadores frecuentes y 5% para ocasionales. Como esta, hay otras propuestas y puntos sobre los que se está negociando para encontrar un equilibrio.

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Sayco propuso una tarifa flexibilizada de entre 3% y 5% hasta el 21 de marzo de 2021, pero los empresarios buscan que este plazo se pueda extender 3 años, pues para esa fecha no esperan haber retomado su actividad.

Alan Acosta, empresario y vocero de Asocespro, expone que el único documento que especificaba una tarifa para este tipo de conciertos ubicaba a esta en 3%; es por esto que no se explica el aumento a 10% en ese documento.

A esto, César Ahumada, gerente de Sayco, responde que este documento es obsoleto, pues es del año 2014 y, para ese entonces, este tipo de uso específico no existía. 

La posición de Sayco

Manjarrés afirma que no tiene sentido que se quiera explotar económicamente la obra de autores y no pagar por ello. “Representamos al 99% de autores y compositores colombianos; muchos de ellos dependen de estos ingresos”, afirma Manjarrés. Así mismo, expone que las tarifas no pueden llegar a un punto que haga inviable el funcionamiento de la sociedad.

La distribución de los ingresos de Sayco se da de la siguiente forma: 70% del ingreso se distribuye en regalías para los autores, 20% para funcionamiento de la organización y 10% para beneficios a sus asociados. De acuerdo con su vicepresidente, con la cuarentena y la prohibición de eventos masivos, los ingresos de Sayco cayeron 70%. “Sayco tiene gastos fijos que no ha suspendido, pese a todo”, agrega Manjarrés.

También explica que el 80% de la música que suena en el país es de artistas extranjeros, por lo tanto, este dinero se entrega a las asociaciones respectivas y el restante 20% es el que se destina a los autores colombianos. 

Una de las críticas más frecuentes es que a los propios dueños de la obra, cantautores, por ejemplo, se les cobra por cantar su propia creación. De acuerdo con Manjarrés, esto no es cierto, pues si una persona es dueña de su obra puede usufructuarla. Sin embargo, García afirma que esto ocurre en los casos en los que el artista canta sus canciones y organiza el evento, pues cuando existe la intermediación de un organizador, las tarifas se cobran. Este es uno de los puntos que quieren negociar con Sayco, expone.

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Ahumada explica que, para el funcionamiento de Sayco, si un artista es socio, la tarifa se cobra siempre, pues no tiene sentido representarlos en parte de la actividad. Es por ello que se cobra a los propios autores y el dinero se les entrega junto con las regalías.

Así mismo, Sayco no cobra por eventos hechos en plataformas como redes sociales. Esto se debe a que estas son monetizadas por LatinAutor, que hace después el pago respectivo a Sayco.

El desacuerdo entre ambas partes ha generado que muchos eventos virtuales no se hagan. Para los organizadores es inviable un pago tan alto cuando los ingresos apenas dan para los gastos. Por su parte, Sayco ve una mala intención por parte de los empresarios.