INDUSTRIA
Calentadores de Tabaco: ¿publicidad sin control?
Está en curso una demanda contra la Superindustria por ser presuntamente permisiva ante las campañas de cigarrillos electrónicos en el país. Philip Morris, en medio del debate.
Philip Morris, una de las mayores multinacionales tabacaleras del mundo pasa por un momento complicado en Colombia. Y esto se debe, en primer lugar, a una acción legal interpuesta el pasado 31 de mayo por la Asociación Colombiana de Educación al Consumidor (Educar Consumidores) a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), por permitirle a esta compañía hacer publicidad de los dispositivos Iqos, ‘Tabaco Calentado’ desde el 2017 en el país.
La demanda que fue presentada ante el Tribunal Administrativo de Bogotá, busca que la SIC haga efectiva la prohibición de cualquier tipo de publicidad, promoción y patrocinio de productos relacionados con el tabaco, tal y como se estipula en la Ley 1335 de 2009 (Ley antitabaco) que fue expedida por la Presidencia de la República con el fin de controlar el consumo de este producto en el país.
La norma prohíbe cualquier tipo de publicidad en los medios de comunicación, así como en vallas. Además de su promoción, por ejemplo, con la entrega de muestras gratis e impide su patrocinio en toda clase de eventos, incluidos los deportivos y los culturales. Acciones que se establecieron para que estos productos y sus derivados no se vendan.
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Para el abogado de Educar Consumidores y quien está a cargo del proceso, Nicolás Parra, “la Superintendencia no ha venido cumpliendo con la prohibición a través de los mecanismos de vigilancia, inspección y control”.
Frente a ello, Dinero consultó a la SIC para saber su posición. Sin embargo, la Superintendencia señaló que mientras el proceso judicial esté en curso y hasta que no salga el fallo definitivo, no habrá pronunciamiento oficial.
A pesar del silencio de la SIC, no es un secreto que Philip Morris estaría pasando por encima de la ley colombiana, al hacer publicidad a estos dispositivos que, según explicó Parra, contienen hoja de tabaco, “cartuchos que se parecen mucho a los cigarrillos”. Precisamente los argumentos presentados en la demanda muestran la promoción sin control de dicho producto en varios lugares: festivales de música, bares y restaurantes. Lo más preocupante es que ha llegado a los más jóvenes a través de contenido que ha sido publicado por influencers en las redes sociales.
De hecho, la agencia de noticias Reuters informó que Philip Morris está utilizando jóvenes influencers en varios países para comercializar Iqos, que según la compañía, son únicamente para adultos fumadores pero que en realidad, están llegando a los menores de edad y a los no fumadores.
Para la directora de Programas para América Latina y el Caribe de la ‘campaña para niños libres de tabaco’, Patricia Sosa, Philip Morris ha hecho de todo para vender cigarrillos a los jóvenes y ahora pretende hacerlo con estos dispositivos, lo que considera un engaño al público. “Los gobiernos deben garantizar que se apliquen las regulaciones existentes contra la comercialización del tabaco y que esto incluya a productos como Iqos”, precisó.
Indicó que las tácticas “letales” de comercialización de estas compañías siguen siendo el mayor obstáculo para frenar esta epidemia que al año mata a 7’000.000 de personas. “Sin una acción urgente, el consumo de tabaco matará a 1.000 millones de personas en todo el mundo este siglo”, agregó.
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Este es el problema de fondo: al llegar al consumidor termina afectando su salud y la de quienes están alrededor, pues traen consecuencias pulmonares que van desde el cáncer hasta enfermedades respiratorias crónicas.
Pero, ¿qué dice Philip Morris?
La respuesta de Coltabaco, firma que es propiedad de Philip Morris, es que no todos los productos de tabaco son iguales en cuanto a los riesgos para la salud. Defendió que la ciencia, la tecnología y la innovación permitan el desarrollo de una nueva categoría de productos como los Iqos. Según ellos, no implican combustión o humo y son menos nocivos que los cigarrillos, razón por la que son reconocidos por organizaciones de la salud, agencias y gobiernos.
Enfatizó en que los 3’000.000 de fumadores adultos que tiene Colombia “se merecen la opción de tener acceso a estos productos menos nocivos”.
Por ahora, la problemática sigue y Educar Consumidores espera que en dos meses el asunto quede resuelto con el fallo del Tribunal a favor de la ley, debido a que en ocasiones anteriores han presentado numerosas quejas ante la SIC por estos dispositivos; esfuerzos que hasta el momento han sido en vano.
Esta situación se suma al cierre de las operaciones de las plantas de cigarrillos de la multinacional en Medellín y Barranquilla el pasado 5 de junio, tras el aumento en los impuestos al producto que se aprobó en la reforma tributaria de 2016 y que terminó disparando el contrabando a cifras históricas.
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