ANÁLISIS

¿Qué se puede deducir del primer año de prórrogas de zonas francas?

En algunos sectores podrían proponerse compromisos de inversión (ojalá menores a los contenidos en el decreto 1054), pero no sería posible generar empleo adicional en razón de las nuevas plataformas tecnológicas.

Gustavo Adolfo Lorenzo Ortiz*
23 de agosto de 2020
El pasado viernes 12 de junio de 2020 se cumplió un año de la expedición del Decreto 1054 sobre las prórrogas de las zonas francas | Foto: Guillermo Torres

El Gobierno anunció que expedirá un nuevo decreto sobre las prórrogas de las zonas francas en el que revisará algunos aspectos asociados a este tema.  Se espera que la nueva normativa esté enfocada en la promoción de las cadenas de valor agregado y a las zonas francas 4.0, priorizando la atracción y la generación de nuevas inversiones.

El pasado viernes 12 de junio se cumplió un año de la expedición del Decreto 1054 sobre las prórrogas de las zonas francas (ZF), en el intento de fijar de manera clara las políticas que deberían observarse en tal sentido.

Revisando la historia reciente al respecto, encontramos que el artículo 392-2 del Decreto 2685 de 1999, adicionado por el artículo 1 del Decreto 383 de 2007, establecía que las ZF podrían ser declaradas hasta por 30 años con la posibilidad de prórrogas por igual término (60 años en total). 

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Posteriormente, se expidió el artículo 23 del Decreto 2147, norma que regula integralmente el régimen franco, en donde se limitó el tiempo de las ZF permanentes especiales a 30 años en total, es decir que el tiempo de la declaratoria más la prórroga no podría exceder los 30 años. 

Si bien esta norma reducía sustancialmente el término del art. 392-2 ya citado, no condicionaba las prórrogas a requisitos adicionales en materia de inversión ni de empleo, con lo cual se podía acceder a las mismas demostrando el cumplimiento de los compromisos contraídos con el Gobierno en el Plan Maestro aprobado por las autoridades competentes.

Finalmente se expidió el Decreto 1054 tan esperado por los empresarios y usuarios industriales de bienes y de servicios, comerciales y operadores. No obstante, en el mismo se establecieron una serie de compromisos adicionales en materia de inversión y empleo, y en general condiciones que no logran reflejar los intereses de la comunidad de negocios y que afectan la estabilidad jurídica del régimen.

En esta normativa se proponen altos compromisos de inversión y empleo sin que al parecer se hubiesen tenido en cuenta las dinámicas de los diferentes sectores de la economía (empresas manufactureras, de salud, puertos, agroindustriales, etc.).

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En otras palabras, en algunos sectores podrían proponerse compromisos de inversión (ojalá menores a los contenidos en el decreto 1054), pero no sería posible generar empleo adicional en razón de las nuevas plataformas tecnológicas; esto porque simplemente una mayor inversión no conlleva a la generación de mayor empleo sino, por ejemplo, la procura de una mayor demanda de los bienes y servicios en el marcado nacional e internacional.

No se contempló tampoco otorgarle alguna valoración a las sobreinversiones efectuadas respecto del Plan Maestro inicial, algunas de ellas de más del 500% del compromiso inicialmente adquirido, ni tampoco flexibilizar los tiempos a partir de los cuales podrían honrarse tales nuevas inversiones.  

Dado lo anterior, el Gobierno anunció en reciente reunión que expedirá un nuevo decreto que revisará algunos aspectos asociados a las zonas francas y sus prórrogas.

Dicha nueva regulación podría considerar modificaciones tales como: i. Disminuir los compromisos de inversión o empleo, al tiempo de hacerlos exigibles de manera alternativa y no concurrentemente; ii. Flexibilizar los tiempos en que puedan acreditarse tales compromisos; iii. Aprobar la extensión de las empresas con régimen franco a áreas geográficas no colindantes; iv. Flexibilizar el régimen para hacerlo más accesible y operativo.

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Esperamos por el bien del régimen, de la economía y del país en general, que la nueva normativa esté enfocada al fomento y a la promoción de las cadenas de valor agregado y de la nueva globalización, priorizando la atracción y la generación de nuevas inversiones.

*Associate Partner en EY