CAJAS DE COMPENSACIÓN
“Necesitamos una ética del trabajo duro”
David Escobar, director de Comfama, caja de compensación que acaba de cumplir 65 años, responde a por qué son importantes estas instituciones y como están ellos afrontando estas los cambios sociales actuales.
Dinero: ¿Por qué es importante ese aporte que hacen los empresarios para las cajas de compensación?
David Escobar: hace 65 años eran pocos los empresarios que entendían algo que hoy es obvio, y es que los trabajadores felices y con bienestar son más productivos. Hoy cualquiera dice sí ante eso. Pero lo que lo que dio origen a estas instituciones es eso y hoy eso está muy vigente. La idea es que estamos trabajando juntos, empresas y empleados para generar más desarrollo. Es un gana-gana. Las empresas aportan el 4%, se las dan a su caja de compensación preferida y nosotros generamos unos programas de desarrollo, no solo de compensación. Esos trabajadores en la medida en que estén mejor, serán más productivos.
Dinero: denos algunos ejemplos de compensación y desarrollo que ustedes promueven.
D.E.: un trabajador más educado va a ser más productivo; un trabajador que aprende a cuidarse su salud a hacer ejercicio, a cuidar el estrés, a dormir mejor, a comer mejor, va a ser más productivo por la vía de menos ausentismo. Un trabajador más conectado con la cultura global va a ser más creativo y propositivo. Eso era poco común en la mitad del siglo pasado y hoy no hay empresario que no diga esto.
Dinero: Mucha gente cree que las cajas son del Estado y que el aporte es un impuesto disfrazado…
D.E.: Así es, pero la verdad es que son un programa de desarrollo de las empresas. De hecho a esta institución la fundó la ANDI con sindicatos de esta región. Pagan el cuatro por ciento para genera más bienestar y además se alinean con uno de los principios más importantes de las empresas en el siglo XXI. Las encuestas de valor y de confianza institucional nos dicen que en estos países, incluido Colombia, viene bajando la confianza de los ciudadanos en la gran empresa. Eso es gravísimo.
Dinero: ¿por qué?
D.E.: Porque la riqueza de un país viene de las empresas y necesitamos cuidar a las empresas. Cómo hacer para cuidar la confianza de la gente. Si las empresas se portan bien, y portarse bien es con la naturaleza, sus clientes, empleados y otros stake holders- tendremos lo que en Comfama llamamos el movimiento del capitalismo consciente que es de origen norteamericano pero que queremos promover en Antioquia. Todo eso ayuda a generar confianza y a motivar a la gente a trabajar en una empresa.
Dinero: ¿Qué motiva a los empleados hoy?
D.E.: Nosotros nos hemos dado cuenta de que todos, en especial los jóvenes, quieren trabajar en empresas que hacen bien su tarea, que nos inspiran, que tienen propósito porque uno al final quiere ganarse un sueldo, el mejor posible, pero sobre todo quiere sentir que le está prestando un servicio a la humanidad. Esa es la razón para pagar el cuatro por ciento.
Dinero: ¿Cuál es el concepto de sociedad que ustedes manejan aquí? ¿Con que tipo de sociedad sueñan?
D.E.:Steven Pinker decía que los seres humanos nos damos cuenta de hechos puntuales negativos pero nos da trabajo ver los cambios progresivos y lentos que son positivos. En Colombia tenemos una narrativa de país pobre y de país con problemas, violento y Colombia es mucho menos violenta de lo que era hace 20 años y hoy es esencialmente de clase media.
Dinero: ¿Cómo ven esas clase media?
D.E.: Podemos hablar de cómo el Dane ve la clase media, porque hay dos niveles: la emergente, que es el primer nivel cuando acaban de salir de la pobreza, y la consolidada, que es la gente que tiene ingresos mejores. Pero nosotros, adicional a eso, decimos que la clase media es una mentalidad, una actitud, un estilo de vida. En estos días oía a un profesor de la universidad Bolivariana de Medellín que dice que la clase media es la que emprende y la que crea a lo largo de la historia de la humanidad. Nosotros nos imaginamos esa clase media como esa gente que no puede parar de estudiar y aprender en la vida y de aprender; es gente que sabe que para que le vaya bien debe trabajar duro, que nadie le va a regalar nada; es esa gente que le gusta ahorrar, esa gente que se cuida el cuerpo, que le gusta viajar, lo resumimos en la persona que quiere hacerse dueña de su vida. En ese sentido, ojalá nunca se vuelva rica porque cuando eso pasa el dinero se vuelve el jefe, mientras que en esta clase media ella es dueña de su vida.
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Dinero: ¿Ustedes quieren promover esa clase media en Colombia?
D.E.: Es algo fundamental. La encuesta de valores decía que en 1997 apenas el 67 por ciento de la población colombiana le daba alta importancia al trabajo. Este año salió que el 97 por ciento de la población colombiana le da importancia al trabajo y eso es una buena noticia. Porque lo que necesitamos es una ética del trabajo duro; un país basado en el trabajo, comprometido con propósito, con dignidad es un país más moderno y más desarrollado.
Dinero: en oposición al país que quiere enriquecerse rápido y fácil…
D.E.: Claro, es distinto al país del dinero fácil y al del Estado que me lo regala todo, el asistencialista. No es que no deban garantizar unos derechos. La metáfora que usamos en Comfama es que para entrar a la clase media y caminar por el desarrollo hay que subir por una escalera. A usted le pueden poner la escalera con los peldaños, pero si usted no quiere subir nadie va a hacerlo por usted. Eso es lo que decimos.
Dinero: ¿Cómo contribuyen a que esa clase media se forme con esa ética?
D.E.: Muchas claves. Un programa cultural es fundamental. Educación en todos los niveles de buena calidad, para toda la vida, vamos a lanzar una red de colegios para clase media en alianza con parque explora que son accesibles, con metodología innovadora, bilingües, alta tecnología. Vamos a lanzar programas de educación técnica.
Dinero: ¿Y qué piensan hacer en las zonas rurales?
D.E.: Hay una ventana de oportunidad también para crear una clase media rural. Es que Colombia tuvo abandonada a la ruralidad por dos razones, por desinterés del Estado y por la violencia, pero ahora tenemos más interés del Estado con infraestructura, carreteras, el Censo Agropecuario, la Misión Rural y también tenemos avances significativos que a veces no valoramos en disminución de violencia. Dado eso, Comfama está llevando servicios para promover la formalización y trabajar con las empresas para que haya más gente metida en la formalización laboral. Este país no puede ser de clase media en ciudades y darse el lujo de tener a la tercera parte de la población en el campo, pobre y violenta. De hecho buena parte de los conflictos colombianos vienen del campo.
Dinero: entonces clase media para ustedes es una mentalidad.
D.E.: Sí pero también incluye mejores ingresos. Y además hago esta analogía, no queremos una clase media como la norteamericana que es tan pobre que solo tiene dinero. Que sea rica en cultura, educación, aceptación y posibilidad de abrazar la diversidad, cuidar la naturaleza. Soñamos con una clase media que no sea la de los países desarrollados sino una propia hecha a la medida de los problemas de este siglo.
Dinero: por eso la idea de llevar la filarmónica por los barrios…
D.E.: Claro, por eso el proyecto cultural es fundamental. ¿La cultura para que? Pinker tiene una frase que a mí me fascinó y es que el fin último del progreso es darle a la gente acceso a las delicias del mundo y él dice que las delicias del mundo son intelectuales, sociales, naturales, culturales. Hay que darle acceso a la gente a esas delicias.
Dinero: ¿Cómo hacer para que las cajas de ajusten a las realidad de hoy? Gente que trabaja por su cuenta, familias de un solo miembro y asi…
D.E.: Esta Colombia ha cambiado, tiene clase media y antes no la tenía, el nivel de ingreso PIB per cápita es infinitamente superior, el papel de la mujer es diferente, antes tenían seis hijos y hoy menos de dos y todas trabajan y estudian más que los hombres. Teníamos pocos años de educación y ahora tenemos más de 7 en promedio. Éramos rurales y ahora somos urbanos, la familia era la tradicional y ahora les decimos familias con ‘s’, en plural, porque una familia es tanto la persona que vive sola con su gato y su gata, como dos hombres que se aman, así como la clásica. Nuestra definición de familia es lo que cada quien quiera llamar familia.
Dinero: ¿Esos cambios cómo se traducen en la manera en que las cajas operan hoy?
D.E.: hay cambios en todos lados. Antes trabajábamos por horario y ahora somos independientes y antes no nos preocupaban los adultos mayores (los llamamos plenarios) y ahora la pirámide poblacional ha cambiado y hay más población mayor de 65 años. Nos tenemos que ocupar de ellos. Todos esos cambios implican que una caja de compensación se transforme. Hay que montar programa de ruralidad, de educación para toda la vida porque los de 60 años también quieren estudiar, quiere emprender a todas las edades. Era un país industrial pero hoy es más diverso y de plataformas tecnológicas. Entonces tenemos que atraer a todos esos.
Dinero: ¿Cómo lo están haciendo?
D.E.: Pues atrayéndolos. Nosotros hemos crecido en estos tres años entre los independientes a más de 40%. Les echamos el cuento de nuestros servicios pero también nos adaptamos a sus necesidades. Les decimos: ‘si estás aquí vas a volverte parte de una comunidad de desarrollo‘.
Dinero: ¿En el campo que hicieron?
D.E.: Abrimos oficinas, llevamos móviles, asesores. Al principio nos decían “están locos” el campo es rural, pobre y violento y llevamos tres años creciendo a más del 15% en el campo antioqueño. Los tenderos, los carniceros y los campesinos son los que más se han afiliado a la caja. Así es que estamos trabajando para crear la caja de compensación del futuro.