EMPRESAS
La industria de restaurantes colombiana ya perdió 169.000 empleos
De los 700.000 empleos directos formales que genera la industria de restaurantes el sector ya perdió 169.000, aseguró a Dinero el presidente ejecutivo Nacional de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés), Henrique Gómez París.
“El 2020 había iniciado con muy buenas ventas y claramente ya no podemos tener perspectivas de crecimiento por encima del PIB como sucedió entre 2002 y 2016, año en que la reforma tributaria estancó el crecimiento del sector pero contábamos con empezar a recoger los efectos expansivos de la ley de financiamiento”, dijo en la entrevista.
Se estima que 22.000 de los 90.000 establecimientos que existían en el país han anunciado el cierre definitivo, sumando formales e informales. “Claramente la mayor afectación la tiene el universo informal, lo que genera una lesión al tejido social antes que al empresarial”.
Según datos compartidos a Dinero por esa Asociación, las ventas vía domicilio les permiten a los restaurantes mantener 161.000 empleos activos mientras que 369.000 están suspendidos.
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Antes de la pandemia, la industria la conformaban 700.000 trabajadores directos -en su mayoría mujeres- 1 millón indirectos y otro millón se estimaba que lo movía la informalidad, que alcanza el 80% del sector a través de 73.000 establecimientos. Solo 17.000 son formales y se integran en franquicias, grupos, cadenas, restaurantes, panaderías, cafeterías y pastelerías.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) el desempleo de Colombia durante abril de 2020 subió a 19,8%. Un año atrás, el indicador era de 10,3%.
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Un eventual regreso
Acodrés está a la espera de la aprobación de los protocolos de bioseguridad por parte del Ministerio de Salud para entrar como gremio a verificar su implementación, que debería ser “de rápida adaptación, al menos para las empresas formales de la industria por la cantidad de exigencias que por años” reciben de las autoridades sanitarias y ambientales.
“Estamos ilusionados con el anuncio del presidente de permitir el ‘take out’ o compra para llevar a partir del 1 de junio en municipios” sin reporte del virus, lo que significaría el “reencuentro” con sus clientes.
“Esto aporta un alto impacto emocional para nosotros y sin duda mejoraría las ventas que nos dejan los domicilios, que son apenas del 12 % de lo reportado antes del aislamiento”, explica.
Las medidas de salubridad
Frente a las medidas de salubridad mencionó que la limpieza es una condición no negociable en la operación de un restaurante, por lo que solo deben “adaptarse a ciertas medidas específicas” para contener el contagio de coronavirus.
“En materia de seguridad privilegiamos en la cocina el lavado de manos frecuente sobre el uso de guantes, porque lo segundo expone a los trabajadores a accidentes laborales por estar cerca a freidoras, planchas y fogones. Se hace necesario rociar agentes antibacteriales en las suelas de los zapatos del cliente, tomarle la temperatura e invitarlo a lavarse las manos antes de elegir mesa o hacer su pedido, así como disponer de distanciamiento social en las mesas”, explica.
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Y en los restaurantes de áreas que no permiten el distanciamiento se reforzarían las prácticas preventivas. Además, es “importante promover la higienización que busca erradicar cualquier asomo de virus o bacterias en vajillas o utensilios de cocinas para aquellos establecimientos que pueden creer que con la limpieza es suficiente”.
“Un elemento importante es la eliminación de paños o trapos para limpiar superficies, pues su reutilización puede acumular bacterias o virus que es lo que no queremos que pase”, puntualiza.