5.000 EMPRESAS
Esta es la firma paisa que la saca del estadio en construcción de túneles
La feroz competencia, la rigurosidad de los bancos y aseguradoras y la urgencia de innovar están llevando a las empresas del sector de la ingeniería a reconstruir sus cimientos. Estyma presenta sus avances.
Los ingenieros civiles se pasan la vida resolviendo problemas y desafíos en sus obras. Tienen la mente abierta para encontrar soluciones prácticas y combinar técnica con conocimiento de terrenos, fuerzas de la física y resistencia de materiales.
De las destrezas de su trabajo depende en buena medida la calidad de la infraestructura urbana y rural que hoy disfruta la sociedad.
Pero todo esto no parece ser suficiente hoy y varios hechos lo comprueban. Si en febrero pasado se presentaban 10 o 15 proponentes para una licitación pública, ahora esa cifra puede llegar a 50 o más, dependiendo de las características y condiciones de cada oferta.
Valores corporativos como la eficiencia, la innovación y la diversificación del portafolio eran más frecuentes en la manufactura, industria o los servicios financieros. Pero no tanto en la mayoría de las empresas de ingeniería, acostumbradas a un estilo de trabajo ya no tan sostenible en estos tiempos.
Estyma, una firma de ingeniería creada hace 30 años en Medellín, comenzó 2019 un programa de reorganización corporativa que le ha permitido reducir sus costos hasta en 40%. Con esta estrategia logró optimizar el recurso humano y técnico para diseñar y proponer nuevos negocios mediante iniciativas público privadas (APP). Al tiempo le fue posible rentabilizar mejor los contratos que ya tiene en marcha.
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La principal ventaja en el caso de Estyma es que hizo esto antes de que siquiera se asomaran en medios internacionales las palabras pandemia o covid-19.
“Este es un año muy complejo en donde la palabra clave es la sostenibilidad. Nuestro enfoque no está centrado ahora en la rentabilidad sino en mantener un correcto flujo de caja”, explicó Camilo Ángel Machado, gerente general de Estyma.
El joven ejecutivo dijo que, gracias a las acciones tomadas para una estructura organizacional más liviana, hoy es posible respirar con algo más de tranquilidad.
Estyma enfrentó, como el resto del sector de la infraestructura, un primer semestre caracterizado por una parálisis casi total en la ejecución de proyectos durante marzo y abril. Eso generó un cese en los pagos que realizan las entidades contratantes.
Según el Dane, durante el segundo trimestre de 2020 el grupo de carreteras, calles, caminos, puentes, carreteras sobreelevadas, túneles y construcción de subterráneos presentó una disminución en los pagos de 26,3% frente al mismo trimestre de 2019. Los pagos o giros de entes nacionales cayeron 41%, mientras que los de entes territoriales 17%.
La buena noticia es que los llamados ‘planes Marshall’, anunciados por el gobierno nacional y algunos alcaldes hace unas semanas, cimientan su alcance en obras de infraestructura, sobre todo en transporte. Está claro que, si la pandemia se hubiera originado en 1980, es posible que el sector se hubiera ido al pozo, pues la inversión en infraestructura solo cobró mayor relevancia política y presupuestal en los últimos 20 o 30 años.
En el caso de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), los proyectos en estructuración rondan los $30 billones, mientras que en el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) están iniciando proyectos clave como la primera línea de Metro, el Regiotram de Occidente y las nuevas troncales de TransMilenio, entre otros. Estas obras y otras que estarán adjudicadas en lo que resta de 2021 suman otros $27 billones, dinero que se irrigará mediante subcontratos a las empresas del sector, como Estyma.
“En vías terciarias con la alcaldía de Medellín y la gobernación de Antioquia, también vemos oportunidades interesantes en donde Estyma puede participar como constructor, más que como concesionario”, dijo Ángel.
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Compañías como Estyma, con gran reputación y experiencia técnica, pero sin el tamaño ni el acceso financiero suficiente, deben encontrar su espacio en un mercado más complejo. En ese sentido, Ángel recuerda que los bancos y aseguradoras son especialmente selectivos con las empresas de construcción de obra civil. Lo son no solo por las condiciones de cada contrato sino por los hechos de reputación registrados en los últimos años.
Esta ‘selección natural’ del sector financiero está moldeando una industria que se había acostumbrado a trabajar mediante los anticipos o moviendo fondos y recursos de un proyecto a otro para ‘salvar‘ el día.
Así las cosas, en plena pospandemia las empresas de pequeña y mediana operación tendrán que demostrar nuevos valores y garantías más allá de unos bienes de capital en constante depreciación. El sector financiero no le ha cerrado las puertas a Estyma porque nunca ha quedado mal en los proyectos y por el know how recabado en 3 décadas.
En la boca del túnel
Estyma es una de las constructoras colombianas con más experiencia en construir túneles. “Nuestra empresa ha participado en 115 kilómetros de túneles y estamos ejecutando otros 22 kilómetros en diferentes proyectos. La firma también ha estado involucrada en la construcción de 15 kilómetros de puentes y 280 kilómetros de vías”, explicó el ingeniero.
Esa experiencia y su reingeniería corporativa del último tiempo la han hecho más fuerte comparado con otras firmas que, producto de la pandemia, intentan por estos días poner la casa en orden. Por esto el empresario no descarta que en el futuro próximo se presente un reacomodo del sector como consecuencia de los efectos económicos derivados de la pandemia y la necesidad de ser más competitivos y eficientes.
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Según datos de la CCI, de las 90.000 empresas del sector de la construcción, la mitad corresponde a personas naturales, mientras la otra mitad de la torta opera bajo otra modalidad societaria.
Existen claros ejemplos de compañías exitosas que prosperan y crecen gracias a un nombre o apellido. Pero el mercado y los sponsors exigen cada día más gobiernos corporativos eficientes y objetivos. “Hemos sido muy prudentes. En el último año aprovechamos para volvernos más eficientes y así estar preparados para el futuro”, dijo Ángel.
Compañías como Estyma parecen ir en el camino correcto.