ENFOQUE
“Colombia no puede estar de rodillas ante Venezuela”, dice Juan Carlos Pérez, excónsul en el vecino país
El excónsul colombiano Juan Carlos Pérez fue expulsado en 2018 por el régimen venezolano y cinco años después asegura que el presidente Petro se está equivocando con el manejo de las relaciones diplomáticas.
SEMANA: ¿Por qué está molesto?
Juan Carlos Pérez: Siento pena y vergüenza con los familiares de las víctimas del régimen de Caracas, porque tanto el canciller como el presidente Petro han dado unas declaraciones que son contraproducentes e imprudentes.
SEMANA: ¿Cuáles?
J.P.: El canciller Leyva, a los pocos días de posesionarse, dijo que era un gran defensor de los derechos humanos desde hace 40 años, con ocasión de la persecución que hace Daniel Ortega a la oposición política en Nicaragua. Entonces, yo le pregunto al canciller: ¿y por qué calla ante Venezuela? Allí las violaciones a los derechos humanos han sido más graves que las que ha hecho Ortega en Nicaragua y también de las que cometió Pinochet en Chile. Él dijo una frase que ofende a los familiares de los 470 jóvenes asesinados por el régimen en Venezuela. Señaló que el Gobierno Petro iba a propugnar, a retirar las demandas que los embajadores chilenos y colombianos interpusieron hace cuatro años ante la Corte Penal Internacional, eso ofende. Tú no puedes retirar esas demandas, jurídicamente no hay desistimiento. Procesalmente, no lo permite el Estatuto de Roma.
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SEMANA: ¿Qué dijo el presidente Gustavo Petro que lo tiene tan indignado?
J.P.: Dijo que cómo Nicolás Maduro iba a celebrar elecciones limpias si sobre la cabeza de él pesa una recompensa de 15 millones de dólares de Estados Unidos.
SEMANA: ¿Cree que justifica el fraude?
J.P.: Esa es una decisión antidemocrática del presidente de Colombia, es decir, le está dando patente de corso al régimen para que en 2024 se roben otra vez las elecciones. Porque si Estados Unidos no levanta la recompensa sobre Maduro, entonces, no va a haber elecciones libres, honestas y transparentes.
SEMANA: ¿Usted no está de acuerdo con el acercamiento entre los dos países?
J.P.: Todos anhelábamos que la frontera se abriera, pero una cosa es abrir la frontera nuevamente para intercambio comercial, que se debe hacer, y otra cosa es estar dando espaldarazos al régimen. Yo le digo al presidente Petro y al canciller Leyva: ¿se les olvidó lo que hizo Maduro en 2015, cuando expulsó a los colombianos? Es la humillación más grande que se le ha hecho a Colombia, los connacionales pasando sus enseres por el río Táchira. Las casas fueron marcadas como hacía el nazismo en la Segunda Guerra Mundial.
SEMANA: ¿No se podría decir que esto forma parte del perdón y la reconciliación?
J.P.: Bueno, ¿y el régimen de Caracas ya perdonó? Sigue metiendo periodistas presos. Allá no hay Estado de derecho, el sistema judicial venezolano está secuestrado por Miraflores, es una nación donde las sentencias penales se consultan con el palacio de gobierno.
SEMANA: El trabajo del cónsul es muy cercano a la comunidad. Probablemente, a su oficina llegaron cientos de historias…
J.P.: Yo iba a las cárceles cuando fui vicecónsul, a mí me recibían los ‘pranes’ con metralletas. Los ‘pranes’ son los jefes mafiosos dentro de las cárceles, santeros vestidos de blanco y todos armados. Vi colombianos con los labios cosidos con hilo y aguja. Si se quitaban ese hilo y esa aguja, los mataban, porque es un protocolo de seguridad que les imponen los ‘pranes’. Les cortaban los dedos sin anestesia, una cosa espantosa. El infierno en la Tierra realmente fueron esas cárceles venezolanas. Entonces, yo lo que le digo al Gobierno es que está defendiendo lo indefendible.
SEMANA: ¿Al defenderlo hay complicidad?
J.P.: No, lo que quiero es que el presidente Petro y el canciller reaccionen, reculen, que el presidente Petro no nos enrumbe a nosotros a cerrar los ojos ante las gravísimas violaciones de derechos humanos. Lo que uno no quiere es estar en un estado de genuflexión ante Caracas.
SEMANA: ¿De rodillas?
J.P.: Claro. Otro ejemplo: nuestro ministro de Defensa, el gran jurista Iván Velásquez, unos días antes de posesionarse fue a una guarnición militar a San Antonio del Táchira para saludar al ministro de Defensa de Venezuela, Padrino López. Él es uno de los culpables de las gravísimas violaciones de los derechos humanos. Por qué nuestro ministro de Defensa tiene que ir a allá a estar de rodillas.
SEMANA: ¿Los colombianos que viven en Venezuela se sienten representados por el Gobierno colombiano?
J.P.: En Venezuela la gente está muy molesta, se sienten burlados. Hay que tener en cuenta que la oposición es la inmensa mayoría electoral, pero esa voluntad política no se ve reflejada en los resultados electorales por los enormes fraudes.
SEMANA: Algunos sectores temen que Colombia se convierta en Venezuela.
J.P.: Hay una gran diferencia. Colombia es un país de instituciones sólidas, que no tiene Venezuela. El caudillismo en Venezuela siempre ha florecido, eso no me preocupa, lo que a mí sí me da vergüenza y pena ajena es esa postura del presidente Gustavo Petro y del canciller.