Crisis en el Polo Democrático está a punto de reventar ¿aguantará?

Cerca de la mitad de sus 30 miembros creen necesario adelantar la convocatoria en un congreso extraordinario, que elija precandidatos presidenciales y que determine las banderas del partido en las elecciones de 2018. En este sector de corte ideológico se encuentran el Moir del senador Jorge Robledo, la Nueva Tendencia de Wilson Borja y parte del grupo Poder y Unidad Popular, ligado al Congreso de los Pueblos. No coinciden con ellos los seguidores de Clara López e Iván Cepeda, la otra mitad del partido, quienes creen que en la actual coyuntura el Polo debe ser pragmático y –en consecuencia– participar de una coalición amplia de los partidos que en 2018 representen la oposición al uribismo, para garantizar la sostenibilidad del proceso de paz.

Ante esas disputas, los miembros del Comité convocaron para el próximo 10 de diciembre a una junta nacional para que tome una decisión. En ese espacio podrían ocurrir dos cosas. Primero, si se determina desde ya que el Polo tiene vía libre para buscar alianzas en aras de ganar la presidencial, el senador Robledo –que insiste en que el Polo vaya solo a las elecciones de 2018– podría retirarse y lanzarse por firmas. Si en cambio la junta decide adelantar el congreso, negar las alianzas y determinar que Robledo sea definido desde ahora como candidato presidencial, los sectores de López y Cepeda podrían armar rancho aparte. Lo grave es que en las pasadas elecciones parlamentarias y con 560.000 votos el Polo pasó raspando el umbral, y por ello, la eventual salida de una de sus dos figuras, Robledo o Cepeda, pondría en riesgo la posibilidad de que el partido llegue nuevamente al Congreso. Lo paradójico es que el catalizador de esta crisis ha sido la firma definitiva de un nuevo acuerdo de paz que advierte la llegada pronta de las Farc a la política, una bandera defendida por el partido en pleno.