30 AÑOS
Cuando París coronó a Fernando Botero: 30 años de la exposición de los Campos Elíseos
Diez años después del Nobel obtenido por García Márquez, 31 desnudos de bronce del artista antioqueño invadieron la avenida más famosa del mundo. Historia de una consagración.
En otoño, los Campos Elíseos se llenan de hojas secas y de caminantes provenientes de todos los lugares del planeta. Pero en el de 1992, quienes pasearon entre el Arco del Triunfo y la Plaza de la Concordia fueron espectadores de un evento sin precedentes en la historia de París.
A ningún artista vivo, ni siquiera a un francés, se le habían abierto de par en par las puertas de la Ciudad Luz. Ninguno había tenido el honor de exponer en los Campos Elíseos y simultáneamente en el Grand Palais, el lugar que dedica su retrospectiva a figuras de la talla de Gaugin, Degas, Monet y Toulouse-Lautrec.
A la exhibición de 31 monumentales desnudos en bronce en los Campos Elíseos, y de 120 óleos de la serie La corrida en el Grand Palais, se sumó una tercera, en la Galería Didier Imbert, que había preparado una muestra de más de 50 obras sobre papel y varias esculturas de pequeño formato de Botero.
En otras palabras, el colombiano logró poner sus esculturas en el paseo más famoso del mundo, sus óleos en el palacio de los artistas que nunca mueren y sus dibujos en una de las más prestigiosas galerías privadas de la meca del arte.
Jacques Chirac, entonces alcalde de París, sostenía un duelo por quién hacía más regalos a París con el presidente François Mitterrand, que en 1989 tomó la delantera con el centenario de la Torre Eiffel.
Al considerar que el prestigio y exclusividad de los Campos Elíseos volvería poniendo a los transeúntes a disfrutar de los colosales desnudos de bronce del antioqueño, Chirac invirtió cerca de 5 millones de dólares en lo que la prensa de ese país calificó “un homenaje sin antecedentes en Francia”.
Diez años después del Nobel obtenido por Gabriel García Márquez, Fernando Botero se coronó como el más internacional de los artistas colombianos.
Obras monumentales
Las 31 esculturas fueron trasladadas desde su taller de Pietrasanta (Italia) e instaladas desde la Plaza de la Concordia hasta el Rond-Point de los Campos Elíseos, distanciadas 25 metros entre sí.
Récord
“Jacques Chirac me ha dicho que más de cinco millones de personas se acercaron a ver la exposición de los Campos Elíseos”: Fernando Botero (1992).
Hito en Francia
La primera exposición callejera en la historia de los Campos Elíseos de París. “Solo yo y quizá Henri Moore podíamos asumir el desafío de colocar allí una treintena de obras. Si no tienes piezas muy monumentales, el espacio de la avenida te aplasta”: Botero.
Por el mundo
Medellín, Buenos Aires, Lisboa, Madrid, Barcelona, Roma, Florencia, Dubái y Singapur forman parte de las ciudades de los 28 países en el mundo donde las esculturas de Botero son permanentes, incluidos los más pequeños: los principados de Liechtenstein y de Mónaco.