SALUD MENTAL
En la mente de un impostor: el trastorno que han derrotado mujeres como Michelle Obama, Natalie Portman, y ahora enfrenta Sofía Petro
La confesión de Sofía Petro, hija del presidente colombiano, puso al país a hablar de un trastorno psicológico que afecta la felicidad de millones de profesionales en el mundo: el síndrome del impostor.
Nadie creía que la vida de Michelle Obama fuera una tortura hasta que en las Navidades de 2013 estremeció al mundo con una confesión: “Todavía sufro el síndrome del impostor”, al referirse a esa especie de demonio que le hacía creer que sus triunfos eran un fraude, próximo a descubrirse en el inmediato reto profesional que emprendiera.
Aunque muchos colombianos apenas lo escucharon por el testimonio de Sofía, la hija universitaria del presidente Gustavo Petro, el mundo habla del fenómeno del impostor desde 1978, cuando la psicóloga Pauline Clance halló un patrón de comportamiento entre un grupo de universitarios que atribuían sus excelentes calificaciones a la suerte y a la casualidad, y no a su talento y capacidad.
Este síndrome ataca la creatividad del ser humano con pensamientos de temor que paralizan la mente, impidiendo a cualquier persona alcanzar el éxito o por lo menos intentarlo. Una investigación estadística de la revista International Journal of Behavioral Science (2011) estimó que un 70 por ciento de los trabajadores en Estados Unidos, en su mayoría mujeres, alguna vez lo habrían experimentado en sus vidas.
Ellie Goulding, cantante británica, confesó la tortura que es vivir cuando a diario se piensa: “No merezco esta felicidad”. Jaime Lorente, Denver en La casa de papel (Netflix), admitió estar preso de la angustia por culpa de la frase que más ha pronunciado en su cerebro: “No soy lo suficiente”.
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Natalie Portman (Mathilda en El perfecto asesino) y Kate Winslet (Rose en Titanic) también padecieron el asedio del impostor, con pensamientos de incapacidad que les minaron su autoestima. “La gente se dará cuenta de que soy un fraude total”, pensaba Emma Watson (Hermione Granger en Harry Potter), presa por el trastorno, cada vez que recibía un reconocimiento.
Aunque no es considerada enfermedad mental, la vida de millones de personas está siendo arruinada por este ‘virus’ que la mayoría desconoce. Solo los profesionales de la salud mental son capaces de ayudar a encontrar la fórmula para derrotarlo. El síndrome del impostor no es invencible.
La escala clance
Diseñado por la psicóloga Pauline Clance, el test de 20 preguntas permite detectar la presencia del síndrome del impostor. Las cinco opciones de respuesta -nunca, raramente, algunas veces, a menudo o siempre- determinan el grado de avance del trastorno.
Pensamientos sintomáticos
- Miedo constante a que las personas más importantes de su entorno descubran que no es tan capaz como ellos creen.
- Sensación de que el éxito personal y laboral ha sido resultado de algún tipo de error.
- Temor a que otros descubran cuánto conocimiento o habilidad le falta realmente.
- Dudas persistentes sobre la posibilidad de repetir el éxito y rechazo a elogios y reconocimientos.
- Comparación con las habilidades de quienes lo rodean, generando la idea de que los demás son más inteligentes y mejor preparados.
- Preocupación por el fracaso, pese a la confianza depositada por jefes y compañeros de trabajo.
- Decepción por los logros conquistados.