violencia
Fútbol: ¿llegó la nueva normalidad?
Cuando parecía que el regreso de público a las tribunas devolvería la chispa de emoción que aún le faltaba al fútbol colombiano, tras año y tres meses de estadios vacíos y graderías en silencio, algunos de los que tuvieron el privilegio de volver a la cancha para alentar a sus equipos terminaron por encender otra mecha, la de la violencia, que parecía estar erradicada o por lo menos reducida a sus mínimas expresiones.
La última noticia que se tuvo de público en El Campín fue el domingo 8 de marzo de 2020, un partido entre Santa Fe y Nacional. Un año, cuatro meses y 22 días después, y coincidencialmente con los mismos equipos de protagonistas, parecía que la noche del martes 3 de agosto sería una auténtica fiesta deportiva. Sin embargo, terminó en tragedia.
Las barras bravas de los dos equipos se trenzaron en una batalla campal en el campo, luego de que los visitantes invadieron la tribuna familiar y amedrentaron a decenas de niños, muchos debutantes en la grada del estadio.
Dos personas heridas de gravedad elevaron la lista de víctimas de la violencia en el fútbol, y dejaron al descubierto la improvisación de la administración distrital, que encabezan el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, y la alcaldesa Claudia López. Ambos demostraron que no se habían preparado para el regreso de público a los estadios, con todas las consecuencias que ello implica.
Permitir el ingreso de hinchas visitantes (prohibición que se adoptó en Bogotá en 2012 para prevenir este tipo de incidentes), y celebrar un partido de alto riesgo sin el Esmad (como es habitual en este tipo de encuentros), fueron pecados inexplicables. Lo que parece preocupante es que no se trata de un hecho aislado.
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A pesar de que el 8 de junio, el Metropolitano de Barranquilla fue el primero en el continente en albergar 10.000 personas tras la pandemia, para el juego de eliminatoria entre Colombia y Argentina, y con un comportamiento ejemplar, desde que se abrieron las puertas para los partidos de equipos colombianos, varios “hinchas” parecieron volver a esa ‘vieja normalidad’ que empañaba la fiesta en los estadios. Y lo que es peor, el germen hasta trascendió las fronteras.
Cuando se pensaba que la tragedia de la covid-19 devolvería el sentido por la vida, las barras bravas parecieron no asumir que el fútbol no es un enfrentamiento a muerte. En Colombia se sigue matando por una camiseta.
29 de julio de 2021
Orlando, Florida,Estadio Camping World
Florida Cup: Millonarios vs. A. Nacional
El capitán de Millonarios, David M. Silva, celebró su primer gol contra Nacional recordándoles a los paisas el caso de Fernando Uribe que les ha impedido inscribir a sus refuerzos. Después del encuentro fue insultado por hinchas de Nacional, pero el jugador no se contuvo y respondió a las provocaciones. No pasó a mayores.
01 de agosto de 2021
Manizales, estadio Palogrande
Liga: O. Caldas vs. Millonarios
Los hinchas de Millonarios que ingresaron a la tribuna sur empañaron el regreso de público al estadio de la capital caldense. Tras la fiesta que protagonizaron, terminaron en enfrentamientos. Lo más inaudito, entre los propios hinchas azules.
02 de agosto de 2021
Nueva Jersey, estadio Red Bull Arena
Amistoso: América vs. DIM
La imagen de los hinchas colombianos en Estados Unidos quedó por el piso cuando seguidores del América de Cali protagonizaron una batalla campal antes del juego contra el poderoso de la montaña. La pelea fue contra aficionados del Olimpia de Honduras.
29 de julio de 2021
Orlando, Florida, estadio Camping World
Florida Cup: Millonarios vs. Atlético Nacional
Los hinchas de Millonarios fueron los primeros en ingresar a un estadio, y lo hicieron en Estados Unidos contra el Everton de James Rodríguez. Días después, en el clásico con Nacional, fueron noticia por agredir a René Higuita, ídolo verdolaga y leyenda del fútbol nacional.
03 de agosto de 2021
Bogotá, estadio El Campín
Liga: Santa Fe vs. Nacional
Tras la batalla campal, la alcaldesa Claudia López expidió medidas y sanciones inocuas. Cerró los estadios indefinidamente, prohibió la entrada a barras de Nacional durante un año (apenas dos partidos en teoría), y las barras visitantes a El Campín y a Techo por el mismo periodo.
Entonces los seguidores bogotanos de Millonarios y Santa Fe que llenan el estadio del barrio Kennedy, y en buena parte sustentan la economía de La Equidad (tercer equipo de la ciudad), no podrían volver a ingresar porque en teoría son visitantes. La Alcaldía ahora busca la cura, cuando su responsabilidad era prevenir la enfermedad.