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Fútbol para atrás

10 de abril de 2010

Hace un par de semanas, en un proceso cerrado, como todo lo del balompié nacional, fueron reelegidos por cuatro años Luis Bedoya como presidente de la Federación, y Ramón Jessurum, en la Dimayor, quienes a pesar de haber mejorado las finanzas y ayudado a conseguir la sede del Mundial Sub-20, nunca asumieron el fracaso de no clasificar a Colombia a Sudáfrica, ni mucho menos el poco esfuerzo por sanear este deporte. Para la muestra, esta semana estalló de nuevo un escándalo alrededor del América de Cali, donde su actual gerente, Jaír Cortés, negó cualquier relación suya o del club con el supuesto narcotraficante Luis Enrique Calle, alias ‘Comba’. En vez de aclarar cómo llegó a manejar este club, Cortés acusó a Juan Miguel Rodríguez de manejar el equipo durante muchos años y de apoderarse de 9.000 millones de pesos. En respuesta, el hijo de Miguel Rodríguez envió un comunicado en el que afirmó que había dejado al América porque el gerente lo había amenazado de muerte. Precisamente esa misma falta de claridad sobre los dueños del América y de otros clubes, unida a la crisis por la que atraviesa este deporte, exigía una discusión abierta y entre todos los actores, incluido el Estado, para escoger una nueva dirigencia. Pero esto no ocurrió. Por el contrario, Francisco Maturana fue escogido mánager y todo indica que Hernán Darío Gómez será el nuevo viejo técnico de la selección. Todo un cambio para quedar en lo mismo, en un pasado de amiguismo, roscas y favores.