ENFOQUE
“Hay que ir organizando la casa, eliminar ingreso solidario es algo dramático”: Juan Francisco Espinosa
Juan Francisco Espinosa, exdirector de Migración Colombia, habla de la eliminación de la Gerencia de Fronteras, en medio de la apertura de los puentes fronterizos con Venezuela, y cuestiona que el Gobierno de Gustavo Petro no continuará con los programas de Iván Duque, poniendo en riesgo población vulnerable.
SEMANA: ¿Cómo recibe la decisión del Gobierno de Gustavo Petro de eliminar la Gerencia de Fronteras y convertirla en una oficina a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores?
JUAN FRANCISCO ESPINOSA: Es difícil que un ministerio le haga caso a su par, por eso la razón de una agencia de coordinación. Es necesario una coordinación desde Presidencia porque los asuntos migratorios son transversales y requieren que participen diferentes actores; el Ministerio de Salud, la Cancillería, el Ministerio de Trabajo, en fin, muchos; entonces colocarlo en uno de los actores puede dificultar la interacción entre los diferentes pares.
SEMANA: ¿Qué piensa de que el Gobierno actual eliminara el subsidio de Ingreso Solidario para casi 600.000 venezolanos?
J.E.: Es un tema dramático porque muchas de esas personas venezolanas en condición de vulnerabilidad viven en pagadiarios, por ejemplo, no tienen dinero para pasar la noche con sus respectivas familias. Esos auxilios los necesitan para salir adelante y para avanzar: estamos todos muy pendientes de la creación de ese Ministerio de la Igualdad, a ver si ahí se van a tomar decisiones en ese sentido. Yo creo que Colombia ha aprendido muchísimo de población migrante, son más de 2,5 millones de hermanos venezolanos en Colombia, que hay que seguir dándoles la mano, que hay que apoyarlos y hay que sembrar esa migración para que sigamos avanzando como nación.
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SEMANA: Hay un sector de la cooperación internacional que siente que no existe la misma fluidez de diálogo con el nuevo Gobierno...
J.E.: Sí, es un esquema de cooperación complejo en el país, porque nosotros tenemos una de las operaciones de Naciones Unidas más grandes que hay en el mundo, de diferentes agencias; entonces no es un tema fácil, pero hay personas con capacidades para afrontar esos retos. Hay que sentarse, hay que conversar, hay que ir organizando la casa y, sobre todo, muy importante, hay que definir qué tipo de cooperación busca el país y de dónde la quiere recibir.
SEMANA: La demora en el nombramiento de las personas a cargo de asuntos migratorios generó un represamiento de las entregas de los Permisos por Protección Temporal. ¿Qué tan perjudicial puede resultar eso para la regularización de los migrantes?
J.E.: En Migración Colombia, afortunadamente, hay un corazón de funcionarios de mucho tiempo, de mucha experiencia que van moviendo el barco; yo creo que es superimportante preservar ese ADN, esa memoria; esa memoria no es partidista, esa memoria es una memoria que lleva la historia de Migración (más de diez años) que hay que conservar, que hay que proteger porque al final del día son los funcionarios técnicos los que apoyan a los tomadores de decisiones.
SEMANA: ¿Pero con la nueva administración se generaron dificultades en el avance de la regularización de migrantes venezolanos?
J.E.: Nosotros veníamos con unos planes y, de hecho, fíjese que esa gran entrega que se hizo a final de noviembre era un tema que veníamos trabajando con la cooperación española; lamentablemente no lo alcanzamos a hacer en nuestro periodo de administración, pero quedó listo para que se desarrollara. Entonces en ese plan todavía quedan varias cosas por hacer; creo que es importante que la nueva administración los evalúe, los revise, los mejore. Uno siempre va a querer que las cosas se mejoren en beneficio de las personas.
SEMANA: En algunos sectores existe la percepción de que el Gobierno Petro no está tan preocupado por esta población.
J.E.: Creo que nosotros hicimos un esfuerzo grande por nuestros hermanos venezolanos, a quienes apreciamos profundamente, hicimos un proyecto serio, enorme, que bate récords en términos de números, que en menos de un año tenía una cobertura de 1,5 millones de personas, en un hecho sin precedentes en la región y es un ejemplo mundial. Gracias a ello pudimos, por ejemplo, apoyar la situación de Ucrania y de Polonia, es decir, nos hemos convertido en un ejemplo, lo cual es muy alentador. Ahora lo que hay que darle es espacio al nuevo Gobierno para que haga los ajustes que estime pertinentes.