ENTREVISTA
“Los empresarios deben apostarle a invertir en ciencia, tecnología e innovación"
Desde hace unas semanas, las empresas Haceb y Auteco Mobility comenzaron a fabricar 1.500 respiradores desarrollados por tres instituciones educativas y médicas de Medellín. Detrás de este logro se encuentra Ruta N, la agencia de innovación antioqueña.
SEMANA: ¿Cuál ha sido el papel de Ruta N en esta crisis?
Juan Andrés Vásquez: El de articular a los actores del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación (CTeI) en Medellín. Debo aclarar que esta labor no comenzó con la pandemia. Al contrario, los resultados rápidos mostrados para enfrentar la emergencia de la covid-19 son producto de años de trabajo. Es el fruto de un ecosistema en CTeI consolidado.
SEMANA: ¿Cómo así?
J.A.V.: Desde hace 15 años, el Gobierno local, los empresarios y las universidades e institutos de investigación vieron la necesidad de articularse para que los inventos o investigaciones del sector académico tuvieran una repercusión o atendieran las demandas de la sociedad. Desde esa época se han reunido 187 veces, el primer viernes de cada mes, y de esos encuentros nació hace diez años Ruta N, una agencia encargada de impulsar la innovación en la región. Este ecosistema y la articulación entre sus actores hicieron posible que le diéramos la buena noticia al país de que estamos cerca de producir en masa respiradores para unidades de cuidados intensivos.
SEMANA: ¿Qué proyectos relacionados con la pandemia ha apoyado Ruta N?
J.A.V.: Cuando comenzó la expansión de la covid-19 y supimos de su inminente llegada al país, empezamos a formular un plan enfocado en cuatro pilares: prevención, detección, contención y atención de la enfermedad. Y montamos en nuestro portal un espacio para que la sociedad en general donara dinero a fin de financiar este plan. Nos propusimos recolectar 26.000 millones de pesos; a la fecha vamos en 14.400 millones.
SEMANA: ¿Qué financian con ese dinero?
J.A.V.: En cuanto a la prevención y detección, vamos a financiar todo lo que tiene que ver con las pruebas diagnósticas, así como proyectos relacionados con la creación de aplicaciones y plataformas tecnológicas para analizar el comportamiento del contagio de la enfermedad, y que así los Gobiernos puedan tomar decisiones al respecto. También hemos financiado parte de la investigación y el procedimiento para elaborar los prototipos de los tres famosos respiradores desarrollados por la Universidad EIA, la Universidad de Antioquia e Industrias Médicas Sampedro, que pronto empezarán a producir en masa Haceb y Auteco Mobility. Finalmente, estamos apoyando a emprendedores que tengan soluciones para fortalecer las capacidades hospitalarias en temas de protección del personal de la salud, como sucedió con las caretas N-98, que asimismo van a fabricar en masa.
SEMANA: ¿Qué enseñanzas ha dejado esta emergencia en términos de CTeI?
J.A.V.: Que tenemos que destinar mucho más dinero para la investigación. Nuestro caso también ha demostrado la necesidad de fortalecer el trabajo entre Estado, empresarios y universidades para impulsar la CTeI. Los empresarios deben comprender la importancia de la CTeI en la innovación e invertir, por ejemplo, en fondos de capital de riesgo. En el caso de los respiradores, Postobón donó 9.000 millones de pesos sin tener la seguridad de que este proyecto iba a funcionar. Necesitamos más de este tipo de empresarios. Por otro lado, los investigadores deben entender que parte de sus estudios tienen que responder a lo que demandan la sociedad y el mercado. Debemos apuntar a que en un futuro hagamos lo que hicimos en este momento de crisis, pero sin la necesidad de volver a pasar por otra emergencia de este tipo.