ENFOQUE
“La promesa de Petro de acabar el ELN en tres meses fue solo estrategia política”, dice Peter Coleman, profesor de la Universidad de Columbia
Peter Coleman, reconocido profesor de la Universidad de Columbia y experto en resolución de conflictos, estuvo en el país invitado por Caracol Televisión para conversar sobre la polarización en estos tiempos.
SEMANA: En su conferencia, usted comentó que Colombia y Estados Unidos tienen escenarios similares de polarización política. ¿Cómo entender esa semejanza en dos países aparentemente tan distintos?
Peter Coleman: Ambos países hemos experimentado divisiones en nuestra vida política, que se han empeorado en los últimos 50 o 60 años. Colombia, además, ha tenido un largo periodo de violencia e inestabilidad social y un proceso de paz, que ha sido poco popular para la mitad del país. Ese suceso ha sido de verdad muy divisorio. Entonces, Estados Unidos y Colombia han tenido, guardando las proporciones, largas historias de enemistad entre distintos grupos, así como grandes inequidades que han generado insatisfacción y descontento en sectores de la población.
SEMANA: ¿Qué factores han facilitado esas grandes polarizaciones?
P.C.: En Estados Unidos, un factor que nos desestabilizó recientemente fue el covid-19, que dividió al país entre quienes creían o no en la existencia del virus mientras morían miles en los hospitales y aumentaban sin parar los contagios. Para Colombia, irónicamente, ha sido el proceso de paz con las Farc, que dividió a la gente entre el sí y el no. Eso hace que nos enfrentemos entre grupos distintos política y emocionalmente. Y en medio de ambos bandos, hay líderes de todo tipo que usan esa división como arma para su propio beneficio. Al final, lo que esto produce es que, de lado y lado, no se tenga en cuenta la opinión del otro, queriendo pasar por encima de quien piensa distinto a nosotros. Entonces, así nuestros sistemas sean diferentes, nuestros políticos se comportan y aprovechan la polarización de la misma manera en momentos históricos parecidos.
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SEMANA: El acuerdo de paz colombiano se firmó en 2016; sin embargo, ha tenido grandes trabas para su implementación. ¿Ha sido la misma realidad de otros países con acuerdos similares?
P.C.: El proceso de paz colombiano ha tenido sus fallas, como todos los procesos de paz. Y es natural que después de un conflicto tan largo como el que vivió Colombia, por más de 50 años, haya grupos de la población que se sientan frustrados frente a lo alcanzado en un acuerdo; por ello, se vuelven disruptores.
SEMANA: ¿Por qué a Colombia le ha costado tanto el posconflicto?
P.C.: No me gusta usar la palabra posconflicto, prefiero posacuerdo de paz. Lo digo porque muchos de los actores y motivaciones del conflicto siguen en sus acciones violentas. La construcción de paz es un proceso de largo plazo. En Irlanda sucedió lo mismo: se logró un acuerdo de paz, pero se cayó porque el Parlamento no lo aprobó, y la población estaba dividida, pues se suelen tener grandes expectativas sobre lo que un acuerdo de paz significa. Los cambios solo se van a ver en el largo plazo, y nunca será fácil.
SEMANA: ¿Cree que gobiernos populistas como el de Colombia facilitan la polarización?
P.C.: Bueno, nos podemos dar cuenta desde la campaña presidencial. Si esta se basa en agravios, se genera en la población mucha frustración y rabia, y esa es la conversación que acaba trasladándose a las redes sociales. No se ofrecen soluciones a los problemas del país, solo usan los agravios como arma. Eso puede ser efectivo para capturar votos de los candidatos populistas, pero en el largo plazo se convierte en un desastre.
SEMANA: El presidente Petro, dentro de su estrategia de paz total, prometió desmovilizar al ELN en solo tres meses. ¿Algo así es posible?
P.C.: Eso solo fue una movida política. Esas visiones no tienen cabida en la práctica. Pensemos en lo que pasa ahora mismo en Medio Oriente, con Israel y Palestina. Se planteó un programa para poner fin al conflicto que en el papel se ve muy bonito, pero que es difícil en la práctica. Decir, entonces, que uno va a lograr la paz en tres meses simplemente no es realista. Hacer la paz nunca será un proceso a corto plazo.