ENFOQUE
“Las mujeres trans conquistamos espacios donde antes nos discriminaban”
Matilda González, secretaria de la mujer de Manizales, enfrenta una campaña que busca sacarla del puesto por ser mujer trans. Con SEMANA habló sobre sus desafíos en ese cargo público y la situación de las personas como ella en el país.
SEMANA: ¿Cómo llegó a la Secretaría de la Mujer de Manizales?
Matilda González: Yo vivía en Bogotá. Una noche estaba en mi cama con mis gatos cuando me llegó un mensaje por WhatsApp del recién alcalde electo Carlos Mario Marín, en el que me preguntaba si quería hacer parte de un proceso de selección para trabajar en la alcaldía. Yo acepté e hice todo el proceso junto con otras mujeres muy preparadas. Pasamos por pruebas técnicas, entrevistas… A fin de año me dijeron que me habían seleccionado.
SEMANA: ¿Cuáles fueron las razones del alcalde para llamarla a formar parte de su gabinete?
M.G.: De antemano quiero decir que nunca estuve relacionada con la campaña de Carlos Mario, ni viajé a Manizales para acompañarlo, ni hice política con él, y nunca estuve buscando un puesto. Yo estaba en Bogotá dedicada a mis labores. Sí tengo una amiga que se lanzó al Concejo de Manizales y creo que ella le habló de mí. Pero mi nombramiento tiene que ver con pura meritocracia. Antes trabajaba con Red Comunitaria Trans, una fundación que labora con trabajadoras sexuales y personas trans privadas de la libertad. También era consultora de Trans and Intersex Association (ILGA) y de International National Civil Liberties Organization (INCLO).
SEMANA: ¿Qué significa llegar a este puesto en un ciudad conservadora?
M.G.: Ante todo es un reto gigante. El hecho tiene un doble significado. Por un lado, que una mujer trans ocupe cargos públicos muestra que la sociedad colombiana y manizalita ha cambiado y ha empezado una apertura. Por otro lado, y más importante aún, mi proceso de selección es sintomático de que la política se está empezando a hacer de otra manera. El amiguismo empieza a perder fuerza y se utilizan criterios técnicos para seleccionar personas idóneas. Esa meritocracia es un gran cambio. Que te valoren por la hoja de vida, y las capacidades, por encima de la filiación política, la raza o el sexo.
SEMANA: ¿Cómo es la situación de las mujeres trans en Colombia?
M.G.: El panorama es agridulce. Hay avances. Hoy hay más mujeres trans ocupándose de asuntos públicos, por ejemplo, la subdirectora de asuntos LGBTI en Bogotá y una edil en Santa Marta. Hemos llegado a lugares donde estábamos discriminadas. Pero al mismo tiempo, sigue siendo una población olvidada por el Estado y por la sociedad.
SEMANA: ¿Qué hacer para mejor esa situación de exclusión y eliminar las transfobia?
M.G.: Podemos seguir ejemplos exitosos de otros países. Argentina logró aumentar la expectativa de las mujeres trans de 35 a 40 años con una ley de identidad de género. También algunas provincias tienen una política de cupos laborales. Por otro lado, no creo que el problema de la transfobia se solucione con cárcel o policía. Tenemos que evitar que escale a la violencia, y para eso debemos implementar herramientas pedagógicas.
SEMANA: ¿Cuál va a ser su labor en la secretaría?
M.G.: Además de revisar los programas que venían haciendo, de continuarlos o fortalecerlos, vamos a centrarnos en la violencia en contra de mujeres y niñas. Y, para solucionar ese problema, sabemos que tenemos que dialogar con los hombres.